¿Alguna vez te has sentido inspirado por una simple sonrisa, ayuda con una tarea o una interacción positiva con alguien, incluso un desconocido? La bondad funciona en ambas direcciones.
Un nuevo estudio realizado por Julianne Holt-Lunstad, investigadora de BYU, encontró que ofrecer un acto de bondad semanal redujo la soledad, el aislamiento social y la ansiedad social, además de fomentar relaciones en el vecindario.
“Creo que uno de los resultados más significativos de este estudio es que medimos el impacto en la persona que brinda la ayuda, quien realiza los actos de bondad. Ellos fueron quienes se beneficiaron. Presumiblemente también ayudó a la persona que recibió la bondad, pero no recopilamos datos sobre ellos”.
Los hallazgos sugieren que, para quienes se sienten aislados o solos, tender una mano para ayudar a otros podría ser una solución inesperada.
“Al ayudar a los demás, en esencia te estás ayudando a ti mismo”.
Esto explica cómo la bondad derriba barreras al ofrecer al que da un sentido de propósito y conexión.
El equipo de Holt-Lunstad creó el Desafío KIND, donde los participantes se comprometieron a realizar al menos un acto de bondad semanal durante un mes.
Más de 4,000 participantes de tres países eligieron entre diversos tipos de actos de bondad, como ofrecer apoyo emocional, realizar pequeños servicios, compartir información o simplemente conectar con otras personas.
Los participantes de Estados Unidos experimentaron una pequeña reducción en la soledad, junto con una disminución significativa del aislamiento social, la ansiedad social y los conflictos vecinales, además de más contactos en el vecindario.
Los participantes del Reino Unido experimentaron una leve reducción en la soledad, mayor estabilidad en el vecindario y una percepción más fuerte de la importancia del vecindario. En Australia, los participantes tuvieron menos estrés, más contactos vecinales y mejores relaciones sociales en su comunidad.
Holt-Lunstad ve el Desafío KIND como una forma práctica de fomentar conexiones reales.
“Esto es algo que literalmente cualquiera puede hacer. Es gratuito. No requiere ningún tipo de capacitación. No necesita recursos comunitarios. Básicamente, cualquiera puede hacerlo, y puede hacerlo de una manera que le resulte cómoda, por lo que también es flexible”.
Aunque el estudio tiene implicaciones inmediatas para campañas de salud pública, también abre caminos emocionantes para futuras investigaciones.
Por ejemplo, ¿cómo pueden las personas comprender mejor mecanismos potenciales como la reciprocidad (es decir, la bondad fomenta más bondad), el propósito y el sentido de pertenencia? Holt-Lunstad espera especialmente ayudar a los adultos jóvenes, quienes son particularmente afectados por la soledad.
“Lo que vemos en encuestas más amplias es que los adultos jóvenes (y, en cierta medida, los adolescentes) consistentemente muestran las tasas más altas de soledad”.
Basándose en su trabajo para el Informe del Cirujano General de Estados Unidos en 2023 sobre los efectos curativos de la conexión social y comunitaria, Holt-Lunstad está llevando a cabo investigaciones sobre la soledad y la conexión entre estudiantes universitarios, con planes de expandir sus estudios a diversos campus.
“Mi objetivo es ayudar a los estudiantes a prosperar de una manera integral”.
Fuente: Meridian Magazine