Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ayunan regularmente, especialmente el primer domingo de cada mes, como una forma de acercarse al Señor, fortalecer el espíritu y ayudar a quienes lo necesitan a través de ofrendas de ayuno.
La doctrina enseña que el ayuno debe ir acompañado de la oración, lo que permite recibir guía y revelación personal.
El Salvador enseñó sobre el poder del ayuno en varias ocasiones. En Mateo 17:21, al hablar de un milagro de sanación, declaró:
“Este género no sale sino con oración y ayuno”.
Esto nos recuerda que algunas bendiciones requieren un esfuerzo espiritual mayor, y el ayuno es una herramienta que nos ayuda a desarrollar fe y confianza en Dios.
La experiencia de un atleta con el ayuno

A pesar de los desafíos, Watson descubrió que su aprecio por la escalada deportiva aumentó. Imagen: NBC Washington
Sam Watson, un atleta de élite, decidió experimentar el ayuno durante una semana para comprender mejor su impacto. Como parte de su rutina, evitó comer y beber desde el amanecer hasta el atardecer y adaptó su entrenamiento para minimizar el desgaste físico.
A pesar de los desafíos, Watson descubrió que su aprecio por la escalada deportiva aumentó. Al no poder entrenar durante el día, sintió una gratitud más profunda cuando finalmente podía hacerlo.
Su experiencia refleja lo que muchos miembros de la Iglesia han sentido al ayunar: una mayor apreciación por las bendiciones cotidianas y una conexión más fuerte con lo que realmente importa.
Además, notó que su capacidad de concentración mejoró después de romper el ayuno. Experimentó un estado mental más enfocado y una sensación de paz, lo que sugiere que el ayuno no solo fortalece el espíritu, sino que también tiene beneficios cognitivos.
Los beneficios del ayuno en la vida espiritual

La doctrina enseña que el ayuno debe ir acompañado de la oración, lo que permite recibir guía y revelación personal. Créditos: Patrick Khachfe, Getty Images
En la Iglesia, el ayuno no se trata solo de abstenerse de comer, sino de acercarse a Dios con humildad y fe. Como enseña Isaías 58:6, el ayuno verdadero tiene el poder de “desatar las ligaduras de impiedad” y traer bendiciones tanto espirituales como temporales.
Al igual que Watson encontró beneficios en su disciplina como atleta, los Santos de los Últimos Días pueden fortalecer su autodisciplina y resistencia espiritual mediante el ayuno. Nos ayuda a depender más del Señor, a buscar revelación y a desarrollar empatía por quienes enfrentan hambre y dificultades.

Watson expresó su deseo de ayunar nuevamente, esta vez durante un mes. Créditos: Patrick Khachfe, Getty Images
Después de su experiencia, Watson expresó su deseo de ayunar nuevamente, esta vez durante un mes completo y en comunidad, reconociendo el valor espiritual de hacerlo acompañado de otros.
De manera similar, en la Iglesia se nos anima a ayunar con propósito y unidad, ya sea por la sanación de un ser querido, guía en decisiones importantes o fortaleza en tiempos difíciles.
El ayuno, cuando se hace con fe y oración, es una fuente de poder espiritual. Nos permite desprendernos de lo temporal y enfocarnos en lo eterno, fortaleciendo nuestra relación con Dios y con los demás.
Así como un atleta se fortalece al enfrentar desafíos físicos, los discípulos de Cristo se fortalecen al ejercer dominio propio y confiar en las promesas del Señor.
Fuente:Deseret News