Igor Szedmak Imai Pinheiro tiene 17 años y vive en São Paulo junto a su familia. Todos son miembros de la Iglesia de Jesucristo y lo incentivaron al deporte desde muy joven.
Igor ha practicado natación, futbol, judo y waterpolo, pero este último ha sido el que lo llevó a vencer el campeonato brasileño de inter clubes este año.
Para este joven presbítero, el deporte es esencial porque le ayuda a tener una rutina saludable, a ser más determinado, y a lidiar con la presión diaria y las dificultades.
Según sus palabras, siempre tiene el ejemplo de Jesucristo y el de sus padres consigo mismo, y se esfuerza por tener una vida equilibrada, principalmente durante una semana agitada.
Sus días comienzan muy temprano y termina tarde. Se levanta a las 5:30 de la mañana para asistir a seminario y luego rápidamente se va a la escuela.
Sus entrenamientos duran 5 horas todos los días por la noche, a excepción de los domingos, pues ese día Igor lo separa para ir a la Iglesia y lo guarda como el Día del Señor.
Igor comenzó a practicar waterpolo en 2015 y poco después fue seleccionado para formar parte de 3 equipos de primera categoría en la capital paulista. Así, él relata:
“Después de mi llegada al Club Paineiras Morumby, me lesioné varias veces; y después vino la pandemia. Tuve que quedarme fuera de las piscinas por varios meses y fue muy difícil.
Con el regreso de los entrenamientos, mientras las cosas volvían a la normalidad, me lesioné gravemente en las costillas y necesité seis meses para recuperarme.
Fue un momento difícil y triste para mí, pero con mucha dedicación, fisioterapia, preparación y ayuda del Padre Celestial y de mis padres, regresé más fuerte y enfocado. Conseguí disputar campeonatos y, junto a mi estado y mis compañeros, ganamos el Campeonato Paulista”.
El joven Santo de los Últimos Días comparte que en este año está representando su club en dos categorías: la Sub-18 y Sub-20.
El joven paulista expresó:
“Al inicio de este año, nuestro equipo quedó en 5° lugar en el campeonato brasilero. A pesar de que llegamos lejos, nos quedamos muy tristes por nuestro puesto. Aprendimos mucho con esa experiencia, pues la derrota nos ayudó a perfeccionar muchas otras cosas en el entrenamiento.
Nos esforzamos mucho y entrenamos duro; estábamos enfocados y unidos con un solo objetivo en mente. Conseguimos avanzar en el campeonato hasta alcanzar nuestro objetivo: levantar el trofeo del Campeón Brasilero de Interclubes Sub-20 este año”.
A pesar de amar el waterpolo, Igor contó que existen algunos obstáculos y pruebas en aquel deporte.
Para él, el evangelio de Jesucristo y los principios que aprendemos con los profetas y apóstoles son muy importantes, no solo para ayudarlo en los entrenamientos, sino principalmente para fortalecerlo en los momentos difíciles y para ayudarlo a permanecer firme en lo que cree:
“Tuve que ser fuerte y decir “no” algunas veces. Al hacerlo, recibí duras críticas de las personas que estaban a mi alrededor. No fue fácil, pero decidí ayudar a esas personas a comprender que aquello que querían que haga no estaba bien, y entonces comenzaron a respetar mi decisión y a respetarme a mí”.
Uno de los versículos que lo han ayudado mucho, y forma parte del lema de este año, se encuentra en Filipenses 4:13:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Para él, a veces no es fácil lidiar con las personas que no tienen las mismas creencias o principios. Por eso, recomienda que seamos obedientes y firmes en la fe.
Finalmente, Igor compartió:
“Es de extrema importancia ser fuerte en Cristo y en Su amor eterno por nosotros. Sé que podemos hacer todas las cosas en Cristo y ser fortalecidos durante el proceso. Sé que el Señor siempre nos va a ayudar. Sé que no estamos solos y también sé que cuando estamos con Cristo, siempre estaremos seguros”.
*Imagen de portada: Cortesía de la familia Pinheiro
Fuente: Mais Fe