Luego de diferentes reasignaciones, la hermana Alia Stone, de Macomb, Illinois, llegó a la misión de Alabama, Birmingham en julio de 2020.
Después de meses cuestionando lo que sucedió, todo cobró sentido después de conocer a la hermana Megan Sintay, de Lindon, Utah, durante un juego de voleibol en un día de preparación.
Este encuentro casual marcó el comienzo de una conexión especial entre las dos primas, que rápidamente se convirtieron en compañeras y amigas durante su misión.
Al revisar sus redes sociales, ambas se dieron cuenta de que compartían al mismo ser querido, “El tío Bill”.
Cuando las misioneras compararon sus árboles genealógicos y descubrieron que eran primas lejanas y a pesar de que se llevaban dos meses de edad, las chicas nunca se habían conocido antes.
La experiencia fue el comienzo de muchos “milagros” que las dos describieron como resultado de su encuentro. Sirvieron como compañeras de misión por una reasignación, y su amistad ayudó a sanar divisiones y reconstruir los lazos familiares.
Tiempo después, se casaron y se sellaron en el mismo templo, Alia Stone se convirtió en Alia Tanuvasa y Megan Sintay en Megan Young.
Young dijo que a veces bromeaban con su presidente de misión diciéndole que tenían que agradecerle por reunirlas.
“Pero él siempre… levantaba el dedo y decía: ‘No, fue el Señor quien las unió”.
Trabajo de historia familiar en tiempo real
Tanuvasa y Young dijeron que su misión se centraba principalmente en la historia familiar. Un día típico incluía, cuando era posible, visitar a miembros locales de la Iglesia y reunir fotos, árboles genealógicos y otra información relacionada con la genealogía.
Para Tanuvasa y Young esto fue una gran experiencia, ya que esto pudo conectar a su familia, las primas siempre recuerdan que a ella y Young les encantaba contar historias sobre sus parientes, así la historia familiar les acercaba más.
Ese sentimiento continuó cuando ambas completaron sus misiones entre noviembre y diciembre de 2020 y comenzaron a visitar a miembros de la familia que anteriormente no habían conocido.
Young dijo que de esas reuniones vino un “gozo puro”, mientras que Tanuvasa recordó cómo su abuelo parecía más feliz de lo que nunca lo había visto después de una noche pasada reconectándose con miembros de la familia.
Su abuelo falleció recientemente, y aunque fue difícil, ese evento acercó a la familia:
“Fue reconfortante que ya hubiéramos comenzado a reconstruir y reconectar a la familia… Estamos muy agradecidas de habernos conocido [y] de ser parte de la vida de cada una”.
Otra bendición que Young y Tanuvasa han experimentado es aprender más sobre su herencia polinesia. Young dijo que, a pesar de su ascendencia, no sabía mucho sobre la cultura polinesia antes de conocer a Tanuvasa. Young compartió:
“Ella es apasionada sobre de dónde venimos, nuestra cultura y el idioma. Ella realmente pudo ayudarme a llegar a amar… mi identidad [y] entender esa parte de mí”.
Primas, compañeras y amigas
Young y Tanuvasa son más cercanas después de servir una misión, Young es una maestra esteticista en Utah Valley University y Tanuvasa es maestra de lengua samoana en el Centro de Capacitación Misional de Provo.
Finalmente, ellas dicen que esto las ha unido como familia, no solo son primas, sino también compañeras y amigas.
Fuente: Church News