Sarah Sun, una joven Santo de los Últimos Días, compitió en el concurso de belleza Miss Utah porque tenía una meta: compartir el evangelio con todos.
El sábado 10 de junio de 2023, sus esfuerzos fueron recompensados al ser coronada como Miss Utah en el Teatro Capitol.
Desde ese momento, Sarah ha hecho todo lo posible por mantenerse fiel a sus objetivos, desde compartir su inspiradora historia de conversión hasta su testimonio y el significado de la oración.
“Tuve muchas oportunidades para compartir el evangelio como Miss Utah, para que cuando las personas me vieran, puedan verlo a Él”.
Sarah conoce el poder que tiene un testimonio pues fue gracias a un testimonio sencillo que conoció la Iglesia de Jesucristo.
Sintiendo el Espíritu
A los 15 años, Sarah creía que sabía la respuesta a la pregunta que le hizo a una amiga mientras estaban sentadas juntas en el autobús escolar de regreso de una excursión escolar; sin embargo, la respuesta que le brindó la sorprendió.
Sarah había observado que su amiga llevaba un medallón de las Mujeres Jóvenes por lo que le preguntó sobre el significado de su collar.
Sarah recuerda vivamente ese momento porque el sencillo testimonio de su amiga sobre el templo la ayudó a sentir el Espíritu de una manera sin igual y eso tocó su corazón.
Sintió el mismo espíritu cuando visitó los jardines del Templo de Cedar City, Utah, con otra amiga que le enseñó el plan de salvación.
“Cuando escuché ese plan presentado en su totalidad, me conmovió la manera en que respondía a cada pregunta que tenía sobre la naturaleza de mi Padre Celestial… Era un plan que parecía muy justo, misericordioso e inclusivo… y deseaba desesperadamente que fuera cierto”.
Eventualmente, Sarah aceptó la invitación de esa amiga para hablar con los misioneros, pero su conversión no se llevaría a cabo del todo hasta que su familia se mudó de Cedar City a Salt Lake City.
Una hija de Dios
Su familia se mudó a Salt Lake City cuando ella tenía los 16 años. Esta decisión se tomó para darle a Sarah la oportunidad de participar en el Programa de Diploma del Bachillerato Internacional (IB) a fin de que pueda ingresar a una universidad de prestigio.
En Salt Lake, los Santos de los Últimos Días del área “adoptaron” a Sarah como parte de su comunidad, y ella comenzó a admirar a cada miembro, tanto en sus vidas profesionales como en la forma en que vivían el evangelio.
Sin embargo, no fue hasta una experiencia crucial en la ciudad de Nueva York que Sarah supo que había llegado el momento de bautizarse.
Un día, mientras Sarah estaba en Nueva York preparándose para tocar un solo de piano en el Carnegie Hall, uno de los lugares de música más famosos y prestigiosos de Estados Unidos, la sala de práctica que había reservado se canceló en el último minuto.
Necesitando un lugar para prepararse para su presentación, hizo una rápida oración en la estación de metro. Al mirar hacia arriba, observó a dos misioneras que le indicaron la dirección de una capilla cercana donde podía practicar.
Al salir del metro, vio el Templo de Manhattan, Nueva York y la Juilliard School al otro lado de la calle.
En una entrevista para Church News expresó:
“Encontrarme entre esos dos edificios que significaban mucho para mí, en la ciudad más grande del mundo, siendo tan solo una joven de la pequeña de Cedar City, Utah, me hizo sentir que Dios me conocía… Hasta me pareció que Él había planeado ese momento para mí en aquella ciudad”.
Al entrar en la capilla del Templo de Manhattan, sintió una abrumadora sensación de paz. Llegó a saber que pertenecía.
“Regresé a casa, llamé a mi obispo y le dije: ‘Estoy lista para bautizarme’”.
Sarah Sun se bautizó el 21 de abril de 2018.
Compartiendo el evangelio
Tiempo después, Sarah compartió con su familia el evangelio restaurado esperando que un día pudiera sellarse con ellos en el templo.
Su hermana, Anna, notó el impacto que la Iglesia estaba teniendo en Sarah y se bautizó cuatro meses después. Más tarde, sus padres siguieron su ejemplo.
“Desde un inicio, creo que mis padres vieron que había algo especial en la forma en que [los Santos de los Últimos Días] vivían sus vidas”.
Luego, Sarah tomó la decisión de servir como misionera de tiempo completo y fue llamada a servir en la Misión Riverside, California.
Después de finalizar su misión, Sarah tuvo la oportunidad de ir al templo con su familia para unirse por la eternidad el 18 de mayo de 2023 en el Templo de Cedar City, Utah.
“Estar en la sala de sellamiento junto a mi hermana y mis padres, fue algo que no pensé que sería posible en esta vida”.
El servicio misional de Sarah también tuvo un gran impacto en sus planes académicos.
Creció en un hogar donde ambos padres eran profesores de música por lo que Sarah aprendió a tocar el piano desde pequeña.
“La misión cambió la perspectiva que tenía sobre lo que significaba dedicarme a la música. Creo que [la música] es una de las formas más poderosas de servir a las personas y conectarse con ellas… puede trascender las barreras del mundo”.
Al observar el impacto de su música, sintió un impulso innegable de que necesitaba seguir esa carrera, por lo que decidió transferirse a Brigham Young University, donde fue aceptada de inmediato en el prestigioso programa de música.
La decisión de transferirse de universidad no fue fácil para Sarah. Cornell había sido su objetivo y una parte importante de su persona. Al debatir esta elección, llegó a la conclusión:
“Si creo que Jesús es el Cristo, si creo que soy Su discípula y si creo que el propósito de mi vida es hacer Su voluntad en todo momento y en todo lugar, entonces estoy dispuesta a sacrificar cualquier cosa para ser obediente a Su guía”.
Así que Sarah sacrificó su lugar en Cornell y se transfirió a BYU, donde ahora está estudiando música y tiene la intención de asistir a la facultad de derecho.
Miss America
Una de las razones por las que tuvo el deseo de participar en el concurso de belleza Miss Utah es porque sabía que Dios quería que fuera una misionera. Aquello le daría muchas oportunidades de compartir el evangelio en un gran escenario y fuera de él.
Cuando se anunció el nombre de Sarah como ganadora, las concursantes rápidamente mostraron su apoyo por medio de aplausos y abrazos.
Ahora, Sarah está sirviendo al estado de Utah y preparándose para el concurso Miss América en diciembre.
“Estoy emocionada de participar en Miss América porque sé que podré representar al estado y a la Iglesia de una manera nueva y única”.
Sarah, como una conversa e hija de padres inmigrantes de China, representa una parte importante de la diversidad en la Iglesia.
“El evangelio es la razón por la que participo en concursos de belleza. Es la razón por la que me apasiona abogar por la reforma de la justicia penal. Si logro tener éxito en Miss América, será gracias al Padre Celestial, no tendrá nada que ver con mi propio mérito. Será debido a la manera en que Dios puede usarme en dicha posición”.
Sarah sabe los desafíos que enfrentan los Santos de los Últimos Días, pero tiene un fuerte testimonio de que tener fe siempre vale la pena, ya sea que seas un recién converso o un miembro de muchos años.
“Ser miembro de la Iglesia puede no ser fácil, pues se nos pedirá que hagamos cosas en la vida que son difíciles. Podemos ser llamados a tomar decisiones que parecen ser un paso hacia atrás en la vida, pero podemos tener la certeza de que estamos progresando espiritualmente. Tener fe no es fácil, pero vale la pena”.
Fuente: LdsLiving