Dos veces al año, millones de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se reúnen para escuchar las palabras de los profetas y líderes en la Conferencia General.
Estos mensajes brindan guía, ánimo e instrucción doctrinal, pero también incluyen consejos personales y recomendaciones prácticas para afrontar un mundo en constante cambio.
Algunas enseñanzas reflejan doctrinas eternas, mientras que otras se basan en la cultura, políticas o necesidades actuales. Entender estas diferencias nos ayuda a aplicar la guía profética con sabiduría y equilibrio.
Doctrina inmutable
La doctrina se refiere a principios revelados por Dios que son esenciales para la salvación. Créditos: Scott G Winterton, Deseret News
La doctrina se refiere a principios revelados por Dios que son esenciales para la salvación. Enseñanzas como la fe en Cristo, el arrepentimiento, el bautismo y el poder de la Expiación no cambian con el tiempo ni con la cultura.
El presidente Boyd K. Packer enseñó:
“La verdadera doctrina, cuando se entiende, cambia las actitudes y el comportamiento. El estudio de la doctrina del evangelio mejorará el comportamiento más rápido que el estudio del comportamiento mismo”.
Los discursos en la Conferencia General suelen centrarse en el plan de salvación y el papel de Cristo. Estas enseñanzas se alinean con las Escrituras y son reafirmadas por múltiples profetas y apóstoles a lo largo del tiempo.
Influencias culturales y políticas de la Iglesia
Los discursos en la Conferencia General suelen centrarse en el plan de salvación y el papel de Cristo. Créditos: Brice Tucker, Deseret News
Muchas enseñanzas en la Iglesia provienen de la cultura, experiencias personales o circunstancias sociales. Por ejemplo, normas sobre la vestimenta, los roles familiares o expectativas sociales han variado según la época y la región.
Lo mismo ocurre con las políticas de la Iglesia, que son principios y directrices establecidas para la administración de la organización. Estas pueden cambiar con el tiempo según las necesidades de los miembros.
El élder John C. Pingree Jr. advirtió:
“Si no entendemos la diferencia [entre política y doctrina], corremos el riesgo de desilusionarnos cuando las políticas cambian e incluso de cuestionar la sabiduría de Dios o el papel revelador de los profetas”.
Un ejemplo reciente es la introducción de prendas de vestir del templo sin mangas. Durante muchos años, la modestia en la cultura Santos de los Últimos Días estuvo ligada a cubrir los hombros, pero este cambio muestra que ciertas normas sobre la vestimenta han evolucionado con el tiempo.
Consejos proféticos y su impacto
Aunque no es un requisito doctrinal, muchos miembros que han seguido este consejo han evitado dificultades económicas. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Algunos consejos dados en la Conferencia General no son doctrinas eternas, pero pueden traer bendiciones a quienes los siguen. Un ejemplo es la advertencia constante de los profetas sobre el endeudamiento.
El presidente Gordon B. Hinckley aconsejó:
“Sean modestos en sus gastos; disciplínense en sus compras para evitar la deuda en la medida de lo posible”.
Aunque no es un requisito doctrinal, muchos miembros que han seguido este consejo han evitado dificultades económicas.
Otro ejemplo es la preparación para emergencias. Durante décadas, los líderes han instado a los miembros a almacenar alimentos y suministros esenciales. Aunque no es una doctrina salvadora, ha sido una bendición en tiempos de crisis.
Cómo afrontar cambios en la enseñanza profética
Presidente Russell M. Nelson en la conferencia general de octubre de 2023. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Es natural que algunos miembros se sientan incómodos con ciertos cambios en la Iglesia. Para abordar estas situaciones con fe, podemos:
- Centrarnos en la doctrina central: La fe en Cristo, el arrepentimiento y las ordenanzas del evangelio no cambian.
- Buscar revelación personal: La oración y el estudio pueden ayudarnos a comprender la dirección profética.
- Estudiar la historia de la Iglesia: Conocer cambios pasados puede dar perspectiva.
- Distinguir entre doctrina, política y cultura: No todo tiene el mismo peso doctrinal.
- Darnos tiempo para procesar los cambios: La fe es un proceso, no una decisión instantánea.
- Observar los frutos de seguir el consejo profético: Muchos han encontrado paz y protección al seguir la guía de los profetas.
- Poner a Cristo en el centro de nuestra fe: Él es la fuente de verdad y comprensión.
Los profetas y apóstoles brindan enseñanzas inspiradas para ayudarnos a afrontar la vida. Si bien la doctrina es inmutable, los consejos y políticas pueden adaptarse según las circunstancias. Distinguir entre doctrina, política y cultura nos ayuda a afrontar los cambios con fe y confianza en que el Señor dirige Su Iglesia.
Fuente: LDS Daily
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