Ser padre implica mucho más que solo traer hijos al mundo. Según “La Familia: Una proclamación para el mundo”, los padres tienen la responsabilidad de presidir, proveer y proteger a sus familias con amor y rectitud.
En tiempos donde los roles familiares se transforman constantemente, vale la pena reflexionar sobre lo que significa realmente ser un buen padre y cómo cumplir con esta responsabilidad de la mejor manera.
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La proclamación destaca la importancia de la responsabilidad y el deber en la familia, utilizando términos como “obligación”, “responsabilidad sagrada” y “deber solemne”. Uno de los principios fundamentales es que los niños tienen derecho a ser criados por un padre y una madre comprometidos con la fidelidad matrimonial. Además, se enfatiza que la felicidad familiar se basa en principios como la fe, el amor, la oración y el respeto.
Dentro de esta visión, los padres tienen el mandato divino de presidir, proveer y proteger a sus familias. Sin embargo, este liderazgo debe ejercerse en amor y rectitud, lejos de cualquier forma de dominación.
Presidir con amor y humildad
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El concepto de presidir en el hogar no implica autoridad sobre la esposa, sino liderazgo en conjunto. Líderes de la Iglesia, como el presidente Boyd K. Packer y el presidente Howard W. Hunter, han enseñado que el esposo y la esposa deben tomar decisiones juntos, en un esfuerzo mutuo por guiar a su familia en rectitud.
El élder L. Tom Perry explicó que los padres presiden en la mesa, en la oración familiar y en la enseñanza de los principios correctos. Sin embargo, la proclamación rechaza la idea de que presidir sea ejercer control o imponer autoridad. Más bien, el liderazgo en el hogar debe reflejar el ejemplo de Cristo, basado en la humildad y el servicio.
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Elder Neal A. Maxwell enseñó que “el discipulado verdadero se mide por la manera en que servimos a los demás, especialmente en nuestros hogares”. Un padre que sigue este principio no solo guía a su familia espiritualmente, sino que también se convierte en un pilar de apoyo emocional y físico.
Proteger a la familia implica crear un hogar donde los valores del Evangelio sean la base de la vida cotidiana. Un padre entrevistado en el American Families of Faith Project describió su hogar como un santuario, libre de influencias dañinas externas.
El impacto de los padres en el desarrollo de los hijos
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Investigaciones recientes han resaltado la importancia de los padres en el desarrollo de sus hijos. Entre sus contribuciones se encuentran el estímulo a la independencia, la enseñanza de límites y el fortalecimiento del sentido de confianza y seguridad.
El presidente Russell M. Nelson ha enseñado que la prioridad del sacerdocio en el hogar debe ser bendecir y fortalecer a la esposa y los hijos. Ser padre es una responsabilidad eterna que trasciende cualquier otro logro o reconocimiento terrenal.
En resumen, la proclamación establece que los padres tienen una responsabilidad divina de liderar, proveer y proteger a sus familias con amor y rectitud. Su papel es fundamental para el bienestar de sus hijos y el éxito del hogar.
Fuente: Meridian Magazine
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