En el 2015, el conocido YouTuber David Boice completó su gran aventura: visitar 52 iglesias en 52 semanas.
Él documentó la experiencia en su canal y ganó un enorme respeto y comprensión por las religiones fuera de su crianza protestante.
Sin embargo, al terminar su proyecto, un amigo le comentó que Boice no había ido (y debería haberlo hecho) a una “reunión de la Iglesia Santo de los Últimos Días”.
La mejor bienvenida
Así que, mientras seguía explorando otras religiones más allá de su meta de 52 semanas y creando videos, se aseguró de asistir a un servicio de la Iglesia de Jesucristo.
David Boice compartió:
“En ese entonces, no tenía una idea real de lo que era la Iglesia. Cuando la visité por primera vez, mi conocimiento acumulado (y extremadamente limitado) de [La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días] consistía en… Utah, BYU y Mitt Romney.
Cuando entré, vi algunos retratos de Dios el Padre y Jesucristo apareciéndose a un hombre con camisa blanca y pantalones holgados negros del siglo XIX. Nunca antes había visto esa imagen”.
Durante su visita, a Boice le sorprendió lo rápido que lo recibieron y se hicieron sus amigos. Inmediatamente lo invitaron a sentarse con una mujer y su esposo.
Al terminar la reunión sacramental, otro hombre saludó a los misioneros del barrio, quienes pasaron una hora y media respondiendo las preguntas de Boice.
Después de esa primera visita, compartió en su cuenta de Instagram que su principal conclusión era que “los mormones eran conversadores”.
David Boice expresó:
“Nunca había conocido a nadie que pasara tanto tiempo hablando de fe en una iglesia nueva. [Fue] la mejor bienvenida que he visto jamás para alguien que recién llega a la iglesia”.
David continuó creando contenido interreligioso para YouTube, fomentando el diálogo, la apertura y el respeto por otras religiones, pero La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días seguía apareciendo en su vida.
Una mirada por la casa del Señor
En 2023, con su interés en la Iglesia aún latente, Boice condujo desde su casa en Wisconsin para asistir a las Puertas Abiertas del Templo de Bentonville, Arkansas.
“De lejos, la solicitud principal que he recibido para este canal ha sido visitar un templo de los Santos de los Últimos Días durante una jornada de Puertas Abiertas”.
Y su experiencia allí le cambió la vida.
“Mi primera experiencia en una jornada de Puertas Abiertas del templo fue bastante única. No esperaba que asistiera mucha gente… La gran cantidad de familias y sonrisas me dejaron una impresión duradera…
Entrar por primera vez se sintió un poco como entrar a ‘una dimensión desconocida’ para mí, entrar a un templo que solo está disponible para el público en general por un corto tiempo. Sin embargo, cuanto más lo pensaba y el ejemplo sano que vi ese día, me hizo preguntarme si, en realidad era que yo estaba saliendo de ‘una dimensión desconocida’. Fue una sensación única”.
Durante los siguientes meses, Boice aprovechó todas las oportunidades que pudo para visitar otros templos que abrían sus puertas al público y explorar sus preguntas, como el Templo de Orem, Utah; el Templo de St. George, Utah; y el Templo de Manti, Utah.
Además de estas experiencias, cosas curiosas seguían sucediendo cuando Boice tenía interacciones intencionales con la Iglesia y su doctrina: la aparición de cardenales rojos, una ave con un valor significativo para él.
Boice compartió que una vez, después de una noche de insomnio llena de oraciones pidiendo la guía del Señor, vio un solo cardenal al día siguiente.
Más adelante, observó un segundo cardenal en otro momento crucial de su vida. Luego, durante su primera visita a una reunión sacramental de los Santos de los Últimos Días, vio a su tercera ave.
Casi al mismo tiempo que comenzó a leer el Libro de Mormón, Boice notó otro cardenal más. Empezó a preguntarse si estos avistamientos estaban relacionados con momentos espirituales importantes para él.
Un camino inesperado
Desde su bautismo, Boice ha compartido su testimonio y su historia de conversión en un conmovedor video de YouTube, que ahora tiene más de 184,000 visitas, junto con la siguiente descripción:
“Convertirme NO era algo que estuviera en mi lista cuando comencé la segunda ronda de 52 iglesias en 52 semanas hace dos años. Me sentía bien como protestante, eso era lo que conocía y con lo que estaba familiarizado. Aún así, no era fanático de NINGÚN tipo de membresía en la iglesia. Ya había estado ahí antes. No, gracias.
La [Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días] presentaba algo más profundo: convicción, ejemplo y creencia. ¿Qué era esto? […]
En los últimos dos años, he tenido a 11 misioneros [Santos de los Últimos Días] diferentes participando en lecciones, además de hablar con varios miembros, cientos de mensajes y miles de comentarios.
Mientras que la mayoría de las iglesias tienen escasez de personal y dependen de correos electrónicos, el seguimiento constante de los [Santos de los Últimos Días] fue clave. Después de mucho tiempo, mucha paciencia y mucho estudio, obtuve mi respuesta en una oración. Un testimonio del Espíritu Santo. La paz era algo que iba encontrar…
Tuve que dar un salto de fe. Hundirme o nadar… o mejor aún… caminar. Esa es la belleza de Pedro cuando caminaba sobre las aguas. Tuvo la fe para seguir las palabras de Jesús y actuar, luego, necesitó el brazo de Jesús para ser levantado”.
Hoy en día, Boice expresa que el apoyo y el amor que ha recibido desde que publicó su historia de bautismo han superado sus sueños más descabellados.
“La efusión de apoyo de los miembros de la Iglesia ha sido asombrosa. Ha habido tantos comentarios y mensajes [que] me ha costado responder a todos.
Me dijeron después del bautismo que estaría ganando una familia instantánea, y resultó ser cierto a una escala global mucho más amplia”.
Fuente: LdsLiving