Con el propósito de brindar segundas oportunidades, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó equipos de computación, máquinas de coser, telares y otros recursos a la Prisión Central de Wa, en la Región del Alto Oeste de Ghana.
La iniciativa busca fortalecer los programas de rehabilitación y formación laboral. Su objetivo es que los internos adquieran habilidades que les ayuden a reinsertarse en la sociedad tras cumplir su condena.
La donación se concretó luego de que el Reverendo Frank Baazeng, capellán asistente de la prisión, y James Teye Tetteh, capellán general del Servicio Penitenciario de Ghana, contactaran a la Iglesia con una propuesta de apoyo.
Conscientes de la labor humanitaria que la Iglesia ha realizado en otras cárceles, vieron en esta colaboración una oportunidad para mejorar la reintegración de los reclusos.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Durante la ceremonia de entrega, el presidente Alexander K. Boateng, líder de la Misión Kumasi de Ghana, resaltó que la Iglesia ha estado en Wa por aproximadamente ocho años. Explicó que su propósito es seguir el ejemplo de Jesucristo al servir a los demás. Además, expresó:
“El Salvador convivió con todo tipo de personas, las bendijo y las invitó a venir a Él. Hoy, nosotros buscamos hacer lo mismo”.
El comandante Alhaji D.D.P. Ousmane Tasembedo Esq., director de la prisión, agradeció a la Iglesia por su generoso aporte y destacó la importancia de los recursos entregados.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Explicó que las computadoras permitirán a los internos desarrollar conocimientos digitales esenciales. También señaló que los telares y las máquinas de coser facilitarán la capacitación en oficios que pueden convertirse en su sustento.
“El tiempo en prisión no es solo para cumplir una sentencia, sino una oportunidad para reconstruir la vida y el futuro. Estos equipos ayudarán a los internos a salir con habilidades valiosas que les permitan reinsertarse con éxito en la sociedad”.
Además, hizo un llamado a los reclusos para que aprovechen al máximo estos recursos y se comprometan con su aprendizaje. Les recordó que la educación y la capacitación pueden marcar la diferencia en su reintegración.
La Prisión Central de Wa fue establecida en 1920 por el gobierno local con la ayuda de exmilitares. En sus inicios, contaba con solo tres celdas y dependía de las familias de los internos para su alimentación. En 1934, el gobierno de la Costa del Oro asumió la administración y amplió sus funciones. Actualmente, la prisión alberga a 174 internos en 11 celdas y es dirigida por un equipo de 32 oficiales penitenciarios.
Con este aporte, La Iglesia de Jesucristo reafirma su compromiso con la transformación social y el bienestar de las comunidades en Ghana. Su objetivo es promover la educación y el desarrollo personal como pilares para una reinserción exitosa.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
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