Farmland Partners Inc. vendió 46 granjas en ocho estados a Farmland Reserve, Inc., una entidad auxiliar de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Esta transacción, valorada en 289 millones de dólares, comprende 16, 816 hectáreas de tierras agrícolas distribuidas en Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Misisipi, Arkansas, Luisiana, Oklahoma y Nebraska, según informó Farmland Partners en un comunicado reciente. El acuerdo en efectivo está programado para cerrarse el miércoles 16 de octubre.
Las granjas incluidas en la venta producen maíz, soya, algodón, arroz, guisantes y maní. Farmland Reserve planea alquilar las tierras a agricultores locales, afirmó Doug Rose, CEO de Farmland Reserve, en el comunicado.
“Estamos agradecidos por la oportunidad de trabajar con Farmland Partners para adquirir este portafolio único de tierras agrícolas de alta calidad.
También nos gratifica que nos consideren como el comprador adecuado para estas propiedades y las relaciones con los arrendatarios agricultores.
Como inversionistas con una visión a largo plazo, esperamos arrendar estas productivas tierras a agricultores locales durante muchos años”.
La estrategia agrícola de la Iglesia
Farmland Reserve se dedica a arrendar tierras a agricultores locales y también a desarrolladores de energía solar y eólica, según su sitio web. Además, arrienda tierras a su subsidiaria operativa, AgReserves.
Esta compra es parte de una estrategia más amplia de la Iglesia de Jesucristo, que invierte en tierras agrícolas a través de sus auxiliares de inversión y otras vías, consolidándose como una de las principales fuerzas agrícolas de los Estados Unidos.
Según Landgate, un mercado en línea especializado en recursos de tierras comerciales, se estima que la Iglesia y sus programas auxiliares poseen aproximadamente 1.7 millones de acres de tierras agrícolas en los Estados Unidos, con un valor cercano a los 16 mil millones de dólares.
Esta compra es parte de una estrategia más amplia de la Iglesia de Jesucristo. Imagen: Canva
Aunque Farmland Reserve, una entidad de inversión privada de la Iglesia, no comenta sobre estimaciones de terceros, sí confirmó que las ganancias generadas por Farmland Reserve apoyan la misión de la Iglesia y sus obras religiosas, humanitarias, educativas y de caridad.
Estas tierras no solo generan fondos, sino también productos que se utilizan en iniciativas humanitarias, por ejemplo, el apoyo a bancos de alimentos durante la pandemia de COVID-19.
En agosto, Farmland Reserve anunció una propuesta para anexar 21, 225 hectáreas de su Rancho Deseret, ubicado en el centro de Florida, a la ciudad de Orlando. En septiembre, el consejo municipal de Orlando votó a favor de avanzar con la anexión, con una votación final programada para el 21 de octubre.
El impacto económico y comunitario
En septiembre, el consejo municipal de Orlando votó a favor de avanzar con la anexión, con una votación final programada para el 21 de octubre. Imagen: Canva
Farmland Reserve es una compañía con fines de lucro y, como cualquier otro productor agrícola, paga impuestos sobre bienes inmuebles y bienes personales, según confirmó un portavoz de la entidad el año pasado.
Esta postura subraya el compromiso de la Iglesia de actuar con transparencia y responsabilidad dentro de sus operaciones agrícolas.
Por su parte, Farmland Partners, la compañía vendedora, proyecta una ganancia total de $50 millones con esta venta, lo que representa aproximadamente un 21% por encima del valor contable neto de las granjas.
Luca Fabbri, presidente y CEO de Farmland Partners, explicó que la mitad del dinero se utilizará para reducir deudas, mientras que el resto se destinará a la recompra de acciones, adquisiciones y distribuciones especiales a sus accionistas.
Al vender las tierras a Farmland Reserve, Fabbri comentó que Farmland Partners estaba complacida de transferir las relaciones de arrendatarios a una entidad de inversión institucional de alta calidad que comparte los mismos valores.
“Farmland Reserve es muy respetada en la comunidad agrícola como una propietaria de primera clase que gestiona las granjas de manera experta y trata a los arrendatarios de forma honesta y ética”.
La compra de estas tierras es un reflejo de la visión a largo plazo de la Iglesia para gestionar recursos de manera efectiva y asegurar que sus inversiones apoyen tanto a las comunidades locales como a su misión global.
Fuente: Deseret News
