La historia de la hermana Tracy Y. Browning, segunda consejera de la Presidencia General de la Primaria, es muy distinta a la que podemos imaginar de cualquier autoridad general.
Porque no solo fue la primera mujer de raza negra llamada a servir como lideresa mundial en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Sino también por las experiencias que precedieron su conversión.
La hermana Browning es un ejemplo en todo el mundo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Aunque nació en Estados Unidos, es hija de migrantes y vivió gran parte de su infancia en Jamaica. Y la separación de sus padres la obligó a vivir en 2 estados diferentes a lo largo de su adolescencia.
“Los milagros existen. El Señor sabe quién eres. Él quiere mostrarte Su mano y los milagros se pueden encontrar en todas partes y en abundancia si ejerces tu fe en nuestro Señor y Salvador, Jesucristo”.
Esas palabras compartió el pasado martes en el Centro de Capacitación Misional (CCM) de Provo. Rodeada de cientos de jóvenes misioneros, recordó el momento en el que ella, una adolescente de apenas 16 años que se sentía sola en la inmensidad de Nueva York, hallaría su valor cuando conoció a los élderes que le enseñaron el evangelio:
“[M]e sentía perdida en un mar de mucha gente. De repente, comencé a sentirme muy vista en un lugar donde había millones de personas; sentí que Dios me conocía”.
Sabía que el Padre Celestial estaba extendiendo Su mano hacia ella para rescatarla. Y aceptó su invitación al decidir bautizarse en la Iglesia de Jesucristo. Un momento que no solo impactaría en su vida de aquel entonces y más allá, sino también en su matrimonio, sus hijos y futuros descendientes, y sus antepasados.
El valor de los ‘pequeños’ milagros
La hermana Browning compartió inspiradas palabras. Créditos: Adam Fondren, Deseret News
Esta influencia la vería en su propio hijo, quien a pesar de tomar la decisión de servir una misión, no sería durante su estadía en el CCM cuando sintió la confirmación absoluta del amor que Dios derrama por todos Sus hijos.
Un simple, pero significativo relato que cambió su perspectiva antes de ir al campo misional. Todo a partir de un retenedor dental perdido, que si bien puede carecer de valor para la mayoría, era un objeto de suma utilidad para el hijo de la hermana Browning.
Por lo cual, cuando él le compartió la gran sensación de consuelo y seguridad que le embargó al recuperar aquel aparato dental; ella, inicialmente, sintió que era una historia rutinaria y poco impresionante.
Sin embargo, al encontrarse rodeada de jóvenes misioneros como lo fue su hijo en aquel entonces y tras horas de reflexión, finalmente reconoció el milagro que vivió su hijo con aquella experiencia:
“Dios decidió un lunes que le iba a hacer saber a un muchacho de 18 años que había perdido su retenedor que lo conocía, lo veía, estaba de su lado y lo iba a ayudar, y quería que supiera que era Él quien causaba que esto fuera así.
Los milagros pueden ser tan pequeños y tan específicos que solo puedes saber que es Dios quien te está ayudando; de lo contrario, eso no sonaría impresionante para otras personas”.
El dulce y eterno reencuentro
La hermana Browning también habló del plan de Salvación. Créditos: Adam Fondren, Deseret News
Finalmente, la hermana Browning también mostró un video producido por la Iglesia: “Milagros ocultos: la vida después de la tragedia de Sandy Hook”.
Se trata de la historia de 2 padres que intentar afrontar la desgarradora pérdida de su hija de 6 años en el tiroteo de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut. Un dolor que parecía injusto, inacabable e irrecuperable para toda la familia.
Pero que, a medida que comprendieron la doctrina del plan de Salvación y la certeza de que, gracias a Jesucristo, podremos ver a nuestros seres queridos después de la muerte, la familia cuenta que les embargaron sentimientos de paz, consuelo y seguridad.
Aunque la vida en la Tierra parece larga y frustrante, lo que nos espera tras esta experiencia terrenal no solo es eterno, sino también de felicidad sinfín para los que confían en Dios y Jesucristo.
Fue así como la hermana Browning inspiró a los misioneros a compartir a todos en su camino esta bella y única verdad:
“Ustedes serán un conducto por el cual las personas podrán experimentar milagros. Permitirán que otros comprendan y lleguen a saber que Dios sigue siendo un Dios de milagros”, culminó.
Recuerda que si deseas saber más sobre la vida después de la muerte y el plan de felicidad que Dios tiene para ti, puedes ponerte en contacto con nosotros en los comentarios del artículo o en nuestras redes sociales.
Fuente: Church News
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