¿Por qué un famoso compositor italiano ahora se siente “completo y realizado” gracias al evangelio?
Al terminar una reunión de estaca en Roma en 2009, el obispo Gérald Caussé recibió una pregunta de Nicolas Giusti, que estaba sentado en la primera fila con su esposa y sus dos hijos.
Nicolas se había unido a la Iglesia dos meses antes y le compartió lo siguiente:
“Toda mi vida he tenido muchas interrogantes sobre el Señor, sin embargo, mi pregunta es ¿por qué no tengo más preguntas sobre Jesucristo?”.
Al obispo Caussé le causó curiosidad el humilde comentario que hizo este nuevo y tan perspicaz miembro de la Iglesia, a lo que compartió:
“Al final de [la reunión], me acerqué a él para conocerlo. Los italianos y los franceses son como primos, por lo que nuestra amistad se sintió natural desde el principio. Me enteré de que él era músico, y a mí me encanta la música, así que ese fue el punto de partida de nuestra amistad”.
Y Nicolas Giusti no es un músico cualquiera, él es un aclamado compositor y reconocido director de ópera con más de 40 años de experiencia que ha dirigido en los auditorios de música más excepcionales de Italia, Francia, España, Portugal, Suiza y Alemania.
También ha compuesto música para los grupos de artistas más prestigiosos de toda Europa. Él compartió una experiencia que tuvo con el obispo Caussé:
“Gérald a menudo me llamaba por teléfono, así estuviera dirigiendo óperas o dirigiendo conciertos en cualquier parte del mundo. [Él] me cuidaba, se preocupaba por mí y me escuchaba hablar sobre mi trabajo. Creo que se interesaba bastante por el bienestar de mi alma, como todo verdadero obispo de Dios debería hacer. Nos unimos a través del idioma francés, la música, la fe y mucho más”.
Nicolas también descubrió las habilidades del obispo Caussé como un talentoso pianista.
Cuando Nicolas descubrió el pasatiempo del obispo, se creó la oportunidad de cumplir un sueño que había tenido desde que se unió a la Iglesia en 2008: testificar de Cristo mediante la música.
Él compartió:
“En mi carrera, mi deseo era ser un artista con un trasfondo espiritual. Ya sabes, es difícil ser un artista y seguir a Cristo, [pero] un sutil e inevitable pensamiento comenzó a pasar por mi mente: ‘debemos hacer algo juntos, y ¿qué mejor que dar testimonio de tu fe con el arte musical?’”
El obispo Caussé dice que se sorprendió cuando Nicolas expresó su deseo de grabar un álbum con él, y, honestamente, valoró mucho la oportunidad de trabajar con Nicolas, tanto por sus habilidades como músico como por su amistad. Así, relató:
“Le dije: ‘Eres un experto en la musical, eres un profesional y yo soy solo un simple aficionado, ¿cómo podré hacerlo?’… Pero ha sido una experiencia maravillosa para mí, trabajar con él ha sido una experiencia muy aleccionadora. Me ayudó a apreciar aún más los himnos y la música espiritual a causa de ese amor que le tiene al evangelio”.
Y la experiencia ha sido igual de significativa para Nicholas:
“[Quería] hacer [un] álbum con el obispo Caussé, especialmente [porque] lo que aún me falta trabajar es mi parte espiritual. Soy músico, pero me encantaría ser como él, muy fuerte espiritualmente.
He sido músico desde hace 40 años, hasta el 2008. Después de ese año, el evangelio entró en mi vida y ahora me siento completo [y realizado]. Ahora me es imposible ser solamente un músico, tengo que ser tanto un músico como un ser espiritual, y el obispo Caussé [me ayuda] en esta parte de mi vida”.
Desde esa primera conversación, el dúo ha grabado tres álbumes clásicos juntos: un álbum de himnos llamado “Joyful”, un álbum navideño llamado “Noël”, y el nuevo álbum al que Nicolas llama “nuestro milagro”, una recopilación de canciones de la Primaria.
A lo largo de su carrera profesional al trabajar con algunos de los músicos más talentosos del mundo, las voces de los niños siempre han tocado un acorde especial para Nicolas:
“Cuando los niños cantan, lo hacen de forma natural, sin estrés y sin exigencias profesionales, cantan con el corazón, cantan con amor. Este tipo de canto me ha conmovido más que [casi cualquier] profesional”.
Nicolas le dijo al pódcast “All In” que su vocación favorita en la Iglesia era servir como pianista principal de su barrio:
“Mi relación con las canciones infantiles es muy especial. A lo largo de mi vida, siempre me ha encantado cuando Jesucristo dice: “Dejad a los niños venir a mí”. Las voces de los niños siempre me han acercado a Dios, más que la música misma, y cuando un niño canta, mi alma se limpia y se vuelve ligera. Todo lo que cantan los niños, para mí, tiene un matiz muy espiritual. Me atrevo a decir que puedo escuchar la voz de Cristo en las voces de los niños”.
El nuevo álbum se titula “As a Child” (“Como un niño”, en español) e incluye arreglos clásicos de canciones familiares de la Primaria como “I Feel My Savior ‘s Love” (“Siento el amor de mi Salvador”, en español), “He Sent His Son” (“Mandó a su Hijo”, en español), y “I’m Trying to Be Like Jesus” (“Yo trato de ser como Cristo”, en español).
Los arreglos están inspirados en parte en la composición lúdica y narrativa de Sergei Prokofiev, con pistas que incluyen violonchelo, clarinete, corno francés y orquesta completa.
Mientras reflexionaba sobre los tres álbumes que él y el obispo Caussé han grabado juntos, una canción resaltó en la mente de Nicolas como un claro recordatorio de que todos somos hijos e hijas de Dios.
Él compartió cómo el mensaje en “Conmigo quédate, Señor” ejemplifica mejor su amor y testimonio del Salvador:
“Es uno de los himnos más hermosos que conozco. [En él le] pedimos a Cristo que permanezca cerca de nosotros por la noche, como los niños les piden a sus padres que permanezcan junto a ellos cuando se van a dormir.
Podríamos ampliar esta visión en nuestras vidas: todos los hombres de la Tierra deberían pedir al Señor que permanezca a su lado en el oscurecer de la vida, antes del gran sueño. Lo considero la canción de cuna de la humanidad”.
Fuente: LDS Living