Busca casarte por las razones correctas, no para satisfacer una conveniencia personal, tampoco por presión ni por temor. Hazlo por amor.
“¿Por qué todos los demás salen en citas y son felices?”
“¿Por qué aún no estoy casado?”
“¿Qué pasa conmigo?”
¡La mayoría de los jóvenes adultos solteros probablemente se hayan hecho estas preguntas al menos una vez!
El desafío de buscar una compañera o compañero eterno puede afectar la fe y la esperanza de incluso los Santos de los Últimos Días más fieles.
Y sí, también en mi caso, salir en citas ha sido particularmente difícil.
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El matrimonio siempre me ha parecido una gran aventura y lo he esperado con ansias desde que era joven. Pero me desanimé cuando no salí en buenas citas durante mis años en la universidad.
Aunque tuve muchas citas, tuve varias relaciones serias y conocí mujeres exitosas e interesantes, sin embargo no pude casarme. Y para mí, esas relaciones fallidas se sintieron como una muestra de mi valía y mi falta de atractivo.
Mis sentimientos hacia mi soltería solo empeoraron después de algunas rupturas más cuando empecé a trabajar. Fue fácil cuestionar que había algo mal en mí, pero qué estaba bien en las demás personas que se estaban casando.
Mi bendición patriarcal, junto con varias bendiciones del sacerdocio, me habían hecho saber que me sellaría en la vida terrenal a una mujer recta.
Entonces, ¿por qué todavía no había sucedido?
Empecé a preguntarme: “¿He hecho algo para retrasar el plan de Dios en mi vida?”
Finalmente, después de batallar durante años a través de la oración, el estudio de las Escrituras y la asistencia al templo, recibí revelación sobre mi situación a través de mi amigo y consejero, Brad.
Durante una de nuestras sesiones de asesoramiento, me dijo: “Tu felicidad depende de ti, no de otra persona. Cuando eres feliz estando soltero, puedes ser feliz en cualquier circunstancia”.
Del mismo modo, el presidente Russell M. Nelson enseñó:
“El gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene mucho que ver con el enfoque de nuestra vida”. -“El gozo y la supervivencia espiritual”
Mi perspectiva cambió cuando el Espíritu penetró esas palabras en lo más profundo de mi alma. Me di cuenta de que siempre había salido en citas para satisfacer una necesidad, en mi caso, la necesidad de casarme para no estar solo.
¡Definitivamente esta no era una forma de pensar que me llevaría a tener una amorosa compañera eterna!
A través de Brad, el Señor me enseñó que Su plan para Sus hijos e hijas no es que se casen por necesidad, por presión o por temor.
El matrimonio se basa en el amor cristiano. También me enseñó que el ser soltero podía seguir enseñándome a vivir mi vida, a buscar casarme basándome en el amor y no por una conveniencia. Buscar casarme por las razones correctas.
A través de esta experiencia, he aprendido tres verdades a las que recurro cada vez que me siento desanimado al salir en citas:
Tu valor no depende de tu estado civil
Isaías enseñó que los “pensamientos [de Dios] no son [nuestros] pensamientos” (Isaías 55: 8).
Pensé que estar soltero era un reflejo de mi falta de valor individual, sin embargo, Dios me ayudó a ver que estar soltero me está preparando para un matrimonio mejor del que podría haber tenido si me hubiera casado en mi propio tiempo.
No tenía nada que ver con mi valor individual.
La preparación disipa la ansiedad y la preocupación
El Señor nos dice que “si [estamos] preparados, no [temeremos]” (Doctrina y Convenios 38:30).
Buscar y luego seguir la voluntad de Dios me ha ayudado a dejar de lado los miedos y frustraciones anteriores a causa de mi estado civil.
También me ha ayudado a concentrarme en prepararme para lo que se me presente en el futuro.
Hay gozo en estar soltero
Estar soltero me ha bendecido con emocionantes oportunidades de viaje, desarrollo profesional y diferentes formas de servir en la Iglesia.
Aunque todavía deseo profundamente casarme y tener hijos, Dios me ha ayudado a apreciar lo mucho que hay que hacer en Su reino en este momento, ya sea que tenga una compañera a mi lado o no.
Un futuro brillante
¡Todavía no me he casado!
Mi esposa no ha aparecido por arte de magia ahora que he tenido un cambio de perspectiva con respecto a las citas y el matrimonio.
Y sé que en ocasiones todavía me sentiré frustrado con las citas en el futuro, pero gran parte del miedo y la ansiedad que tenía por ello ha desaparecido.
Ahora sé que está bien estar soltero siempre que el Señor y yo trabajemos juntos para cumplir las promesas y bendiciones eternas que Él tiene preparadas para mí, tanto en la vida terrenal como en la eternidad.
Fuente: churchofjesuschrist.org