“Llegaste a los 30 y todavía no te has casado. ¿Por qué no lo has hecho?”
Tal vez este pensamiento haya cruzado tu mente un par de veces, sobre todo cuando recuerdas que eres parte de una Iglesia centrada en el matrimonio y la familia.
Sientes la presión, te llenas de preocupación e, incluso, tal vez sientas algo de temor. ¿Por qué aún no has encontrado el amor?
Las preguntas parecen no parar, pero antes de que caigas en ese espiral que te lleva al desánimo, hay algunas cosas que debes considerar..
Cumplir 30 y estar soltero no te hace menos digno de las bendiciones de Dios. Imagen: Canva
Aunque la familia es un pilar fundamental en muchas congregaciones religiosas, es esencial recordar que la soltería no es un estado de inferioridad o un signo de fracaso.
Sí, la Iglesia está fuertemente enfocada en la familia, lo cual es hermoso, pero hay algo que nadie te dice con suficiente claridad: cumplir 30 y estar soltero no te hace menos digno de las bendiciones de Dios, ni significa que has fallado de alguna manera.
Es una experiencia diferente a la de la mayoría, pero igualmente llena de esperanza y propósito.
La soltería no es un estado de inferioridad o un signo de fracaso. Imagen: Masfe.org
La idea de que a los 30 años todos debemos estar casados y tener hijos es un mito cultural. Cada persona tiene su propio tiempo y sus propias circunstancias.
El matrimonio y la familia son bendiciones maravillosas, pero no definen nuestro valor como hijos de Dios. Al igual que las estaciones del año, cada etapa de la vida tiene su belleza y sus desafíos únicos.
No es una “espera pasiva”
No son una medida de tu valor ni de tu potencial. Imagen: Masfe.org
Una de las realidades más difíciles de cumplir 30 en la Iglesia siendo soltero es la presión social y los comentarios, muchas veces bien intencionados, que sugieren que algo está “mal” o “faltante” en tu vida.
Comentarios como “no te preocupes, ya llegará”, “solo necesitas tener más fe” o “a lo mejor deberías probar en otras actividades” pueden crear un sentimiento de incomodidad o tristeza.
Es importante recordar que, aunque estas palabras puedan no ser muy útiles, no son una medida de tu valor ni de tu potencial para recibir las bendiciones que Dios tiene reservadas para ti.
Puedes concentrarte en lo que ya estás logrando. Imagen: Canva
Las Escrituras nos enseñan que las bendiciones llegan de diferentes maneras y en diferentes tiempos.
En lugar de preocuparte por lo que no ha llegado aún, puedes concentrarte en lo que ya estás logrando.
Uno de los mitos más grandes que existen sobre la soltería en la Iglesia es creer que es una fase de “espera”, como si la vida de una persona de alguna manera está en “pausa” hasta que por fin se casa.
La soltería no es una espera pasiva. A pesar de lo descabellado que parezca, la soltería puede verse como un regalo invaluable pues brinda una oportunidad para actuar, crecer y progresar.
Puedes utilizar este tiempo para explorar tus talentos, involucrarte en la obra misional y fortalecer tu relación con Dios de una manera más personal.
Aprovecha al máximo el presente. Imagen: Canva
No se trata de simplemente esperar a que llegue “algo mejor”, sino de aprovechar al máximo el presente a medida que encuentras a la persona con la que deseas unir tu vida.
Para ello, puedes considerar lo siguiente:
Tu crecimiento personal: Conócete mejor. Descubre cuáles son tus metas y pasiones, qué es lo que deseas en una relación que busca el matrimonio eterno. Fortalece tus relaciones con amigos y familiares.
Tu llamado al servicio: Dedica más tiempo a servir a otros ya sea dentro como fuera de la Iglesia. Desarrolla tu caridad y capacidad para ayudar a los demás.
Fortalécete espiritualmente: Acércate más a Dios y fortalece tu fe. No dejes que las dudas y la incertidumbre te quiten el testimonio que tienes del evangelio.
Tu valor no se mide por tu estado civil
La dignidad ante Dios no está vinculada a si estás casado o no. Imagen: Masfe.org
El hecho de estar soltero a los 30 no disminuye tu valor ni tu dignidad. Dios no te juzgará por no haber tenido la oportunidad de casarte, sino por la pureza de tu corazón y tus esfuerzos por seguirlo a Él.
El matrimonio es una bendición maravillosa, pero no es la única bendición significativa. Tus esfuerzos por ser una persona íntegra, amorosa y fiel son valiosos por sí mismos.
La dignidad ante Dios no está vinculada a si estás casado o no. Todos los miembros tienen el mismo acceso a las bendiciones del evangelio y la oportunidad de participar en la obra de salvación.
Dios tiene un plan para ti, y si confías en Él y lo sigues, te guiará en cada etapa de la vida, brindándote paz y propósito, ya sea como soltero o en pareja.
La esperanza en el futuro
Ten la certeza de que Él te guiará y te dará todo lo que necesitas. Imagen: Canva
Finalmente, si estás cumpliendo 30 años y estás soltero, recuerda que tu vida está llena de posibilidades.
Dios tiene un plan maravilloso para ti. Ten la certeza de que Él te guiará y te dará todo lo que necesitas.
Tal vez tu soltería puede ser una parte importante de ese plan o quizá, en el debido tiempo, tendrás a alguien con quien compartir tu vida.
Hasta ese momento, recuerda que estar soltero no es un obstáculo para tu felicidad ni para una vida plena, es un tiempo valioso que puedes aprovechar al máximo.
