Sabemos por las Escrituras que hubo personas que no “probaron la muerte” o que “fueron arrebatadas por el Espíritu”.
Pero, ¿qué significa realmente ser trasladado?
Según la revista Liahona de octubre de 1973, wl profeta José Smith habló sobre la doctrina de la traslación, un poder mediante el cual los hombres son preservados con un cuerpo físico y tangible con las siguientes palabras:
“Muchos han supuesto que la doctrina de la traslación era una doctrina mediante la cual los hombres eran llevados inmediatamente a la presencia de Dios y a una plenitud eterna, pero ésta es una idea errónea.
El lugar donde moran es según el orden terrestre, un lugar preparado para aquellos que ha reservados para ser ángeles ministrantes en muchos planetas y que todavía no han alcanzado una plenitud tan grande como los que han resucitado de entre los muertos”. (Documentary History of the Church, tomo IV, pág. 210).
A continuación, mencionaremos 8 veces en que personas o grupos de personas fueron trasladadas en las Escrituras.
1. El pueblo de Enoc
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“Y Enoc y todo su pueblo anduvieron con Dios, y él moró en medio de Sion; y aconteció que Sion no fue más, porque Dios la llevó a su propio seno, y desde entonces se extendió el dicho: Sion ha huido.” (Moisés 7: 69).
2. Los justos desde Enoc hasta Noé
Durante un periodo de 700 años entre la traslación de Sion y el gran diluvio, “el Espíritu Santo cayó sobre muchos, y fueron arrebatados hasta Sion por los poderes del cielo”. (Moisés 7: 27).
3. El pueblo de Melquisedec
“Y los hombres que tenían esta fe, habiendo llegado hasta este orden de Dios, fueron trasladados y llevados al cielo. Ahora, pues, Melquisedec era sacerdote de este orden; por tanto, alcanzó la paz en Salem y fue llamado el Príncipe de paz. Y su pueblo hizo justicia, y alcanzó el cielo y buscó la ciudad de Enoc, la cual Dios previamente había llevado”. (TJS, Génesis 14: 32-34).
4. Moisés
“Las Escrituras dicen que el Señor tomó a Moisés para sí”. (Alma 45:19).
5. Elías el Profeta
“He aquí, un carro de fuego con caballos de fuego… y Elías subió al cielo en un torbellino”. (2 Reyes 2: 11).
Moisés y Elías el Profeta fueron trasladados con el fin de que pudieran comparecer ante Jesús en la carne y entregarle las llaves del sacerdocio. Esto sucedió en el Monte de la Transfiguración cerca del final de su ministerio (Mateo 17: 1 – 6).
6. Alma
“He aquí, esto sí sabemos, que [Alma] fue un hombre justo; y se afirmó en la iglesia que fue arrebatado por el Espíritu, o sepultado por la mano del Señor, así como lo fue Moisés. Mas he aquí, las Escrituras dicen que el Señor tomó a Moisés para sí; y suponemos que también ha recibido a Alma para sí en el espíritu”. (Alma 45: 19).
7. Juan el Amado
“El Señor me dijo: Juan, mi amado, ¿qué deseas?… Y yo le dije: Señor, dame poder sobre la muerte, para que viva y traiga almas a ti. Y el Señor me dijo: De cierto, de cierto te digo, que porque deseas esto, permanecerás hasta que yo venga en mi gloria”. (Doctrina y Convenios 7: 1 – 3).
8. Los Tres Nefitas
“Y [Jesús] les dijo: He aquí, conozco vuestros pensamientos, y habéis deseado lo que de mí deseó Juan, mi amado… Por tanto, más benditos sois vosotros, porque nunca probaréis la muerte; sino que viviréis para ver todos los hechos del Padre para con los hijos de los hombres, aun hasta… cuando yo venga en mi gloria”. (3 Nefi 28: 6 – 7).
Este mismo pasaje de las Escrituras nos brinda una valiosa perspectiva del estado de aquellos que son trasladados:
- No sufren dolor ni pena (excepto por los pecados del mundo)
- Satanás no tiene poder para tentarlos
- Son personas santas y “los poderes de la tierra” no pueden detenerlas
- No probarán la muerte, pero serán transformados cuando el Señor venga en Su gloria.
Fuente: LdsLiving