Pregunta
Mi hija, quien es misionera de tiempo completo, le está enseñando a un joven investigador de 20 años.
Él está muy interesado en la Iglesia y está orando para saber si debe bautizarse o no. Pero, lamentablemente, está enfrentando la falta de apoyo de sus familiares y amigos.
Ellos no son solidarios con el joven y además no están de acuerdo con lo que la Iglesia enseña. Este joven investigador tiene miedo a perder sus amistades o quebrantar la relación que tiene con su familia y eso le impide aceptar el evangelio.
Pensé en una escritura que puede ayudarlo, Mateo 10:34-39, pero definitivamente creo que es más difícil de lo que parece. ¿Me puedes dar algún consejo sobre lo que podría decirle?
Respuesta
A veces el Señor nos aleja de lo bueno porque tiene preparado algo mejor para nosotros, incluso cuando no lo podemos ver.
Por ejemplo, Lehi y su familia fueron alejados de sus riquezas, amigos e incluso personas con las que habían trabajado.
Primero, se dirigieron al desierto y tuvieron que pasar desafíos y, en ocasiones, sufrimiento. Se enfrentaron al peligro y a lo desconocido.
Incluso para Lehi y Nefi fue difícil creer que existía una tierra prometida, sin embargo, llegaron a una tierra rica en todo lo que cualquiera podría desear (comida, animales, recursos y más). A medida que hacían lo que el Señor les pedía, eran bendecidos y protegidos.
Algo parecido sucedió con los hijos de Israel que salieron de Egipto (como eran más personas, había más diversidad y complejidad).
Puede que fueran “esclavos”, pero, aparentemente, aquello no era tan malo porque con frecuencia deseaban regresar en lugar de comer el maná que Dios proveyó para ellos.
Anhelaban lo conocido y la aparente seguridad de la tiranía. Dudaban de las promesas del Señor, promesas de protección, guía y una tierra prometida de abundancia.
Comprendo al joven investigador, es una decisión que incluye el riesgo de perder a sus amigos, familiares o, incluso, una buena posición de trabajo.
Dicho esto, debe ser el mismo investigador quien elija entre su familia o las promesas que Dios tiene para él. Deber ser él quien confíe en que Su Padre proveerá lo necesario para él.
Mi testimonio es que, incluso cuando tenemos que primero pasar a través del desierto (conocer nuevos amigos, obtener un nuevo empleo y mejorar nuestros vínculos familiares), el Señor siempre nos dará lo mejor, si confiamos en Él.
Asimismo, el mejor resultado de que su decisión es una elección positiva se dará en base a su ejemplo. El joven investigador será el fruto de su propia elección.
Fuente: Ask Gramps