En algún momento del año pasado, todos nos hemos unido a una reunión de Zoom solo para apagar nuestra cámara y silenciar nuestro micrófono. Estamos presentes en la reunión, pero solo un poco.
La hermana Michelle D. Craig, primera consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, escribió sobre esta experiencia en su página de Facebook.
La analogía espiritual que sacó de ella puede hacernos reconsiderar nuestra decisión de mantenernos un poco ausentes y en silencio.
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La primera consejera compartió:
“Me he preguntado: ‘¿Cuál es el equivalente espiritual de apagar la cámara y el micrófono?’.Quizá ustedes sean mejor en esto que yo, pero cuando mi cámara no está encendida y mi micrófono está silenciado, me resulta muy fácil distraerme”.
Ella continuó:
“Cuando nos encontramos en lugares santos, ya sea en las reuniones dominicales, en el templo, en la mesa a la hora del almuerzo o incluso con otras personas, si estamos constantemente revisando las redes sociales, enviando mensajes de texto y tuiteando, si nuestras mentes se encuentran en otro lugar, entonces estamos reduciendo, tal vez incluso deteniendo, la capacidad del Espíritu Santo para comunicarse con nosotros”.
La hermana Craig, expreso que incluso hasta podíamos quejarnos de no haber aprendido o sacado algo de esas reuniones, cuando en realidad fuimos nosotros los que nos perdimos de esa oportunidad.
Para esto, ella comparte el consejo que escuchó una vez de una amiga: “Cuando se encuentren en lugares santos, permanezcan plenamente en ellos”. Podemos procurar ser verdaderos Santos de los Últimos Días.
“¡Comprometámonos a permanecer en lugares santos estando presentes de una manera que permita que el Espíritu nos instruya de manera plena!”.
Fuente: ldsliving.com