Hace 218 años, el 23 de diciembre de 1805, “nació un bebé con la responsabilidad de restaurar la plenitud del evangelio sempiterno en la Tierra”, José Smith. Al verlo, sus padres nunca imaginaron el profundo impacto que ese niño produciría en el mundo.
El profeta José Smith fue un granjero, con poca instrucción académica y ciertas limitaciones físicas, pero con una gran fe.
Su gran deseo de saber cuál era la iglesia verdadera de Dios, lo llevó a verlo personalmente a Él y Su Hijo, Jesucristo, y restaurar Su evangelio a pesar de la persecución. Él nos mostró que no necesitamos ser perfectos para recibir revelación y acercarnos a Dios.
Hoy conmemoramos su nacimiento con los siguientes datos interesantes sobre su vida:
Lo consideraron una persona “influyente”
A mediados del siglo XIX, el alcalde de Boston, EE.UU., escritor y publicista de renombre nacional, Josiah Quincy, escribió:
“En algún momento en el futuro, se puede plantear la pregunta: ¿Qué estadounidense ha hecho más para forjar las mentes y el destino de sus compatriotas que cualquier otro hombre en este continente? Por absurdo que pueda parecer para algunos, no es poco probable que la respuesta a esta pregunta sea: ¡José Smith, el profeta mormón!”
Su familia era pobre y recibió poca instrucción académica
José Smith nació el 23 de diciembre de 1805 en Sharon, Vermont, Estados Unidos. Fue hijo de Joseph y Lucy Mack Smith, unos granjeros con pocos recursos económicos. Fue el quinto de 11 hijos.
Como su familia no podía permitirse el lujo de una educación pública, José recibió solo tres años de educación formal. Junto con sus hermanos y hermanas, fue educado principalmente en casa a partir de la Biblia de su familia.
Era una persona alegre y activa
Su amigo, Parley Pratt, lo describió y dijo que media poco más de 1,83m., era “fornido y activo; de tez clara, cabello claro, ojos azules [y] muy poca barba”.
Por su parte, un Santo de los Últimos Días que visitó a José en Kirtland, Ohio, dijo:
“No tenía exactamente el aspecto que esperaba ver de un profeta de Dios. Sin embargo… Me pareció un hombre amable, alegre, simpático, agradable. No pude evitar que me cayera bien”.
Casi le amputan una pierna
Cuando tenía 7 años, contrajo fiebre tifoidea durante una epidemia local. Aunque se recuperó en dos semanas, una dolorosa infección se desarrolló en el hueso de su pierna.
El médico insistió en amputarle la pierna, pero su madre lo convenció para que lo operara una vez más. El doctor extrajo el hueso infectado sin anestesia ni las instalaciones médicas adecuadas.
José, que se negó a estar atado a la cama o beber licor para aliviar el dolor, entonces soportó la operación en brazos de su padre. Aunque caminó con muletas durante tres años y sufrió una leve cojera durante el resto de su vida, José se recuperó.
Se casó con Emma Hale y tuvieron 11 hijos
El 18 de enero de 1827, se casó con Emma Hale. Durante su matrimonio de 17 años, tuvieron 11 hijos, dos de los cuales fueron adoptados.
Sus primeros tres hijos murieron pocas horas después de su nacimiento. En 1831, adoptaron gemelos y uno de ellos, el niño, falleció antes de cumplir un año.
Durante los siguientes 12 años, Emma dio a luz a seis hijos más, cuatro de los cuales sobrevivieron a la infancia; el menor nació cinco meses después de la muerte de José.
Pudo ver a Dios y Jesucristo personalmente
En 1820, en Nueva York, cuando tenía 14 años, José Smith leyó un pasaje del Nuevo Testamento y se dirigió al bosque a orar. José Smith registró:
“Vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí”.
Dentro de esa luz, vio a dos personajes, uno de los cuales pronunció el nombre de José, señaló al otro y dijo: “Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!”
Los miembros de la Iglesia se refieren a esta experiencia como la “Primera Visión”.
Esta experiencia cambió la vida de José Smith para siempre y se convirtió en un principio central de la fe de los Santos de los Últimos Días. Esta visión dio inicio a la obra de restauración de la Iglesia de Jesucristo en la Tierra.
Tradujo el Libro de Mormón
José Smith tradujo “El Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo”.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo creen que un ángel conocido como Moroni le entregó el registro del Libro de Mormón a José en una colina cerca de Palmira, Nueva York.
El registro, grabado en planchas de oro, contaba la historia de un pueblo que vivió en el continente americano durante la época de Cristo.
José tradujo las planchas en aproximadamente tres meses y el Libro de Mormón fue publicado por primera vez en Nueva York por E. B. Grandin en 1830.
Restauró la Iglesia de Dios y dirigió la construcción de templos
Aunque nació como granjero, José trabajó como editor, empresario y hombre de negocios.
En los años en que dirigió la incipiente Iglesia, José organizó un programa misional internacional y fundó, lo que hoy se considera, una de las más grandes organizaciones de mujeres en el mundo.
Supervisó la construcción de tres ciudades y dirigió la construcción de dos templos, mientras enfrentaba una intensa persecución por parte de las turbas locales, que finalmente expulsaron a los miembros de la Iglesia de las tres ciudades donde José se estableció.
Postuló a la presidencia de EE.UU. y fue asesinado
En enero de 1844, se anunció la candidatura de José Smith a la presidencia de los Estados Unidos. Su plataforma política pedía la intervención del gobierno en nombre de los derechos civiles y religiosos de los Santos frente a la persecución.
Irónicamente, José y su hermano fueron asesinados por una turba en junio de ese mismo año, lo que interrumpió la candidatura de José a un cargo político.
Lo enterraron en secreto
El 27 de junio de 1844, José y su hermano mayor Hyrum fueron asesinados a disparos por una turba de 150 a 200 hombres.
Fueron llevados a una cárcel de Illinois bajo cargos falsos de disturbios y traición después de entregarse a la ley. José tenía 38 años y Hyrum, 44 años.
El 28 de junio, se prepararon los cuerpos de José y Hyrum para que los vieran las aproximadamente 10,000 personas que los querían. Al día siguiente, fueron enterrados en secreto para evitar nuevos ataques o profanación por parte de las turbas.
Una Iglesia con millones de miembros
La Iglesia que José Smith organizó oficialmente en Fayette, Nueva York, el 6 de abril de 1830, junto a 5 personas y que presidió hasta el 27 de junio de 1844, que aumentó de 6 a 26,000 miembros durante su liderazgo, hoy cuenta con más de 17 millones de Santos.
Lo que en la actualidad se conoce como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia verdadera de Jesucristo y no la Iglesia de José Smith, es la obra de Dios y José Smith fue un instrumento de Dios para llevar a cabo Su obra.
Los Santos de los Últimos Días reconocemos a José Smith como un profeta y sentimos gratitud porque por él, podemos gozar hoy del evangelio restaurado de Jesucristo.
Fuente: churchofjesuschrist.org