¿Por qué los judíos tenían las Escrituras grabadas en sus prendas, muebles y casas?

Escrituras judías

El pueblo judío siempre se ha destacado por ser un pueblo riguroso, resiliente y aferrado a su creador, el Dios de Abraham, el mismo Dios que adoramos los Santos de los Últimos Días. 

Además, se caracterizan por ser muy acérrimos al Torá, el cuerpo dogmático que utilizan como enseñanzas divinas y, como en algún momento habrás visto o escuchado, ellos las escriben en sus prendas y en la antigüedad lo hacían en sus hogares y muebles.

Ahora, ¿te has preguntado por qué lo hacían? Veamos lo que nos dice la historia.

judíos en el muro de los lamentos

El pueblo judío es muy devoto al Dios de Israel. Imagen: Canva

El Libro de Deuteronomio, que significa “Segunda Ley”, “Segunda declaración de la Ley” o “Repetición de la Ley”, se escribió porque los israelitas ya habían tenido una experiencia viviendo bajo la “Ley” de Moisés.  

Sin embargo, durante ese tiempo, habían surgido muchas preguntas sobre la aplicación práctica de la ley. Así que, para resumir todas las respuestas a las preguntas, se dio el Deuteronomio como referencia para las aclaraciones y sus soluciones.

Una preocupación que tenían los israelitas era que se les había ordenado leer dicha Ley, pero no tenían en dónde leerla.  

Moisés

Después de huir de Egipto, muchos israelitas no tenían como acceder a las enseñanzas de las Escrituras. Arte: “Moses Parting the Red Sea” por Robert T. Barrett

Se les había ordenado que enseñaran la Ley a sus hijos, pero muchos de los israelitas no tenían los medios para tener los registros escritos y el papiro solo se podía obtener en Egipto, de donde habían huido, por lo que fue muy complicado obedecer la “Ley” y sus mandamientos.

“Por tanto, pondréis estas, mis palabras, en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano y serán como frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas estando en tu casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes; y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas, para que sean aumentados vuestros días, y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que juró Jehová a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra”. (Deuteronomio 11:18-21)

Tefilín

El Tefilín es una pequeña envoltura o cajita de cuero donde se encuentran o guardan pasajes de distintos pasajes del Torá. Imagen: Shutterstock

Ante esta problemática, la solución fue escribir partes de la “Ley” en cualquier lugar que pudieran leerla. 

La tejían en su ropa, la tallaban en sus muebles, la escribían en el interior y exterior de sus casas. De esta manera también le enseñaban a sus hijos e hijas a leer y escribir. 

El resultado fue que los judíos se convirtieron en una de las culturas más alfabetizadas del planeta. 

Niño judío colocándose el tefilín

Niño judío colocándose el tefilín. Imagen: torah.org

Muchos decían que, entre los judíos, el pescador era capaz de sostener un debate religioso con un sacerdote.  

Aunque los registros históricos suelen indicar un bajo nivel de alfabetización, en general hablan de personas capaces de leer y escribir en griego o latín, que eran las lenguas regionales e imperiales, respectivamente, y no la que los judíos solían utilizar. 

Como ejemplo, hasta el día de hoy el judaísmo practica la filacteria, que consiste en el uso de pequeñas envolturas o cajitas de cuero (Tefilín) donde se encuentran o guardan diferentes pasajes del Torá. 

Un anciano judío leyendo el Torá con el tefilín colocado

Un anciano judío leyendo el Torá con el tefilín colocado. Créditos: Ivan Petrovic Raoult

Esta costumbre judía es un gran ejemplo para todos los Santos de los Últimos Días en la actualidad. No solo para la memorización, sino también para la instrucción y la perfección:

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra”. (2 Timoteo 3:16–17)

Como miembros de la Iglesia de Jesucristo sabemos que es la palabra de Dios lo que nos conducirá al árbol de la vida, al amor del Padre (1 Nefi 15:23–25) y que de Su palabra viviremos (Doctrina y Convenios 84:44–45).

Al igual que Nefi, podemos deleitarnos en las Escrituras (2 Nefi 4:15–16) y aplicar sus enseñanzas a nuestra vida para nuestro provecho e instrucción (1 Nefi 19:23).

personas leyendo las escrituras

Todo Santo de los Últimos Días debería admirar esta práctica y costumbre judía tan edificante de aferrarse a la palabra de Dios, no literalmente, pero sí en propósito y significado. Imagen: Canva

Es normal que haya una explicación geográfica, cultural y económica para muchas prácticas religiosas, pero esto no quita el hecho de que sean inspiradas, pues Dios también es un Dios de ciencia.

Él lo sabe todo, por lo que no estaría de más decir que utilizaría todos los medios para preservar Su palabra cuando lo crea necesario y conveniente.

En definitiva, seguimos la admonición de Pablo:

“Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos”. (Artículo de Fe N°13)

Todo Santo de los Últimos Días debería admirar esta práctica y costumbre judía tan edificante de aferrarse a la palabra de Dios, no literalmente, pero sí en propósito y significado.

Fuente: Ask Gramps

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