Gracias al ciberespacio y las redes sociales, el mundo cada vez está más conectado. Es más sencillo formar amistades de diferentes países y también acceder a mercados y culturas distintas.
Uno de esos mercados es el del modelaje, siendo últimamente muy requerido. Es debido a esta facilidad de conexión mundial que muchos jóvenes son encontrados como “promesas” para el modelaje gracias al aspecto físico “atractivo” que poseen para este mercado.
Entre muchos de esos jóvenes también hay Santos de los Últimos Días, y no es de extrañar que muchos de ellos sean sumamente famosos en las redes sociales y en el mundo del modelaje.
Ahora, después de todos los estereotipos y prejuicios, ¿está bien entrar al mundo de la moda?, ¿es un pecado modelar?, ¿estoy faltando el respeto a mi cuerpo y a Dios por ello? Veamos lo que las Escrituras y la Iglesia nos enseña.
Recomendación para el templo
Nuestro comportamiento debe ser moralmente limpio. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Probablemente, las preguntas más completas y atinadas para saber si uno está yendo en el camino correcto son las de la entrevista para la recomendación para el templo.
Estas preguntas incluyen temas como el testimonio, la dignidad, el apoyo a los líderes y la pureza.
Citemos directamente la pregunta de este último punto:
“El Señor ha dicho que se deben hacer “todas las cosas con pureza ante Él” (Doctrina y Convenios 42:41). ¿Se esfuerza para que sus pensamientos y su comportamiento sean moralmente limpios?, ¿Cumple con la ley de castidad?”
¿Me estoy esforzando para que mis pensamientos y mi comportamiento sea moralmente limpio? Imagen: Canva
Resaltemos esta pregunta y repitámosla en voz alta dentro de nuestra mente: ¿Me estoy esforzando para que mis pensamientos y mi comportamiento sea moralmente limpio?
Esta pregunta es directa y autoanalizadora. El criterio lo pone el Señor y la respuesta la da uno mismo. Cuando una persona entre al mundo del modelaje, debe preguntarse si sus comportamientos son moralmente limpios.
Recordemos que el modelaje, la mayor parte del tiempo, expone las partes del cuerpo que el gárment cubre, y también que no todas las prendas que se modelan son adecuadas para una hija de Dios.
Entonces, ¿se puede modelar y ser moralmente limpio? Sí, pero no en todas las circunstancias.
Para la Fortaleza de la Juventud
Seamos modelos o no, debemos honrar nuestro cuerpo como el don sagrado de Dios que es. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Veamos lo que este hermoso manual nos enseña en la sección titulada “Tu cuerpo es sagrado”:
“Tu cuerpo es un asombroso don de tu Padre Celestial… Eso marca una gran diferencia en tus decisiones en cuanto a qué hacer con tu cuerpo y cómo cuidarlo”.
Una de las invitaciones que el manual nos da es la de tratar nuestro cuerpo con respeto:
“Al tomar decisiones en cuanto a tu ropa, peinado y apariencia, pregúntate: “¿Estoy honrando mi cuerpo como un don sagrado de Dios?”
La pregunta y la respuesta es sencilla; seamos modelos o no, debemos honrar nuestro cuerpo como el don sagrado de Dios que es.
Ahora, una cita que probablemente sea la más directa que el manual comparte es:
“Evita los estilos que destaquen o llamen la atención de una forma inapropiada hacia tu cuerpo físico en lugar de lo que eres como hijo o hija de Dios, con un futuro eterno. Deja que la pureza moral y el amor por Dios guíen tus decisiones”.
Las cosas están sumamente claras.
Modela, pero evita estilos que traten de forma inapropiada tu cuerpo físico.
Modelos Santo de los Últimos Días
Spencer Burhoe
Por lo general, la gente te admirará por tu voluntad de ser fiel a tus estándares. Imagen: KSL.com
Spencer Burhoe es un modelo profesional Santo de los Últimos Días originario de Utah, EE.UU., que triunfa en el mundo de la moda.
Rechazó un contrato con Prada para servir una misión. Luego de retornar, continuó trabajando como modelo guardando siempre sus principios.
“No tienes que bajar tus estándares para tener éxito o encajar. Puedes estar en el mundo o donde sea que estés y no hacer lo mismo que todos los demás. Por lo general, la gente te admirará por tu voluntad de ser fiel a tus estándares. Voy a trabajar, cumplo con mis responsabilidades y sigo viviendo mis estándares, tanto dentro como fuera del set”.
Hannah Neeleman
Las distintas oportunidades nos sirven como herramienta para inspirar a otros a tener una vida más elevada. Créditos: @ballerinafarm
Hannah Neeleman es una modelo Santo de los Últimos Días y vive en el campo con su esposo y sus 7 hijos. Postuló a un concurso de belleza y consiguió alcanzar la más deseada corona el pasado 25 de agosto: la Mrs. American.
Su conmovedor testimonio, que dio durante el concurso, fue en favor de la vida:
“He vivido ese sentimiento siete veces, cada vez que he traído al mundo estas siete sagradas almas, cada vez que he tenido en mis brazos a mis bebés recién nacidos. El sentimiento de la maternidad y de traerlos al mundo es el sentimiento más empoderado que jamás he vivido”.
En conclusión, el mundo del modelaje no solo está totalmente permitido mientras se mantengan los principios del evangelio de Jesucristo, sino que también sirve como herramienta para inspirar a otros a tener una vida más elevada.
Esta es una buena nueva.
*Imagen de portada por Billionaire
