Pregunta
Hace poco, un alumno de Institutos me preguntó si era un pecado convivir con alguien más. No he encontrado una respuesta y no sé como ayudarlo. Agradecería que me ayuden con eso, por favor.
Respuesta
Convivir significa “vivir juntos” tanto en el diccionario como en la vida diaria. Fuera de la Iglesia, esto implica que ambos tendrán una vida sexual activa sin estar casados.
Para los miembros de la Iglesia, quiere decir que en algún momento se verían muy tentados a romper la ley de castidad (o cometer adulterio si están casados) lo cual sí es un pecado.
Dentro de la sección 38.6.5 “La castidad y la fidelidad” en el Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días puedes encontrar información sobre esto.
Asumo que tú y aquel alumno saben lo que es el pecado y que no.
Por una parte, si se refiere a tener un compañero de cuarto del mismo sexo, entonces, obviamente, no es un pecado. Sin embargo, si siente atracción hacia personas del mismo sexo, entonces deberás tomar en consideración lo que expondré más adelante.
Otra posibilidad es que el alumno esté preguntando si dos personas que no son del mismo sexo y no están involucrados románticamente pueden convivir sin cometer algún pecado.
La última posibilidad que tengo es que el alumno esté preguntando si es pecado que dos personas que sientan atracción entre ellos mismos (o ya estén saliendo) puedan vivir juntos sin tener relaciones sexuales u otros comportamientos contrarios a la ley de castidad.
Esto puede ser un poco peligroso.
Ambos saben cuál es la respuesta, pero no saben cómo “se respalda”, así que puedes compartir estos principios y permitir que el Espíritu Santo hable por ti y tu alumno.
En Mateo 5:28, se lee:
“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”.
Este es un principio que va más allá de lo literal, uno que se encuentra en todo el capítulo, el cual nos explica que no es solo evitar pecados que involucren acciones, sino que también se trata de los pensamientos o actitudes que lleven a acciones pecaminosas.
En Doctrina y Convenios 59:6 encontramos un principio parecido a este:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hurtarás; no cometerás adulterio; no matarás, ni harás ninguna cosa semejante”.
En efecto, el Señor nos está recomendando que seamos más conscientes de nuestras acciones y reconocer que una cosa puede llevar a la otra.
Es preferible evitar toda cosa que nos lleve al camino del pecado.
Uno puede pensar, “bueno, puedo vivir con esa persona sin desearla”, pero yo digo “no es verdad”. Vivir juntos e incluso como compañeros de cuarto (roommates) y en habitaciones separadas ya es algo íntimo.
Está garantizado que las tentaciones terminan volviéndose en pecados. En Mateo 6:14 (TJS), el Señor enseña a sus discípulos a cómo orar de la siguiente manera:
“Y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal”.
Por ejemplo:
Cuando visitas una página pornográfica en tu celular, ¿es ahí donde le pides a Dios que te ayude a evitarla? Cuando estás a punto de fumar un cigarro, ¿le pides a Dios que ayude a no convertirte en un adicto?
El Señor nos insta a que oremos para que no nos deje caer en tentación, podemos hacer esto si no nos encontramos en el camino a la tentación.
En la visión del árbol de la vida, el ángel le dice a Nefi (1 Nefi 12:17):
“Y los vapores de tinieblas son las tentaciones del diablo que ciegan los ojos y endurecen el corazón de los hijos de los hombres, y los conducen hacia caminos anchos, de modo que perecen y se pierden”.
Convivir con alguien del sexo opuesto es como invitar a las tinieblas a cegar nuestros ojos.
Esto nos lleva a la pregunta de lo que debe ser considerado o no como un pecado. La pregunta de tu alumno está más orientada a lo que es y no es aceptable y si no se encuentra en esa lista, entonces es libre y puro.
A pesar de que esa es la creencia más común entre los jóvenes, aquello no es el verdadero enfoque. Como lo enseñó el rey Benjamín:
“Y por último, no puedo deciros todas las cosas mediante las cuales podéis cometer pecado; porque hay varios modos y medios, tantos que no puedo enumerarlos”.
Uno debe de enfocarse en la pregunta y buscar los principios de esta. En el libro “Approaching Zion” (Capítulo 3 “Zeal Without Knowledge”), Hugh Nibley explica lo que significa el pecado de una manera extraordinaria:
“El pecado es malgastar tu tiempo. Haces una cosa en lugar de realizar otra que es para tu beneficio y tus capacidades como persona. Puede que haya uno que otro pensamiento que no sea inocente o fuera de lugar. Es por eso que muchas personas justas deben arrepentirse, constante y progresivamente, ya que todos pueden caer y estar por debajo de su capacidad”.
Doctrina y convenios 88:21-22 lo dice de una manera distinta, pero es la misma idea:
“Y aquellos que no son santificados por la ley que os he dado, a saber, la ley de Cristo, deberán heredar otro reino, ya sea un reino terrestre o un reino telestial.
Porque el que no es capaz de obedecer la ley de un reino celestial, no puede soportar una gloria celestial”.
El pecado es cualquier cosa menos que vivir la ley de los cielos. Entonces, ¿es posible que los solteros del sexo opuesto convivan en el reino celestial? Yo creo que no. O son sellados como una familia eterna o permanecen solteros (Doctrina y Convenios 131:1-4 y Doctrina y Convenios 132:15-17).
Espero que esto te pueda ayudar y a tu alumno a encontrar las respuestas que necesita.
Fuente: Ask Gramps