El juicio y la misericordia del Señor: Lo que no sabías sobre el suicidio

suicidio

En la actualidad, la muerte por suicidio ha ido en aumento, sobre todo en los jóvenes. 

Como era de esperarse, amigos y familiares sufren esta pérdida y tienden a preguntarse qué podrían hacer hecho para ayudar o cambiar dicha decisión.

Lamentablemente, en muchos de estos casos los problemas de salud mental están muy relacionados con el suicidio.

El presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, abordó esta realidad en un artículo de Ensign de 1987. 

presidente Ballard

Presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Compartió que asistió al funeral de un hombre que se quitó la vida. 

Su salud se había deteriorado y su esposa había fallecido, aquel hombre ya no tenía muchas razones para vivir y se le hizo más atractiva la idea de morir. 

Dejó de asistir a la Iglesia y se alejó de sus amigos, se hundió en los pensamientos negativos y en la depresión.

“Este buen hermano sintió que su vida en la Tierra ya no tenía valor y quiso unirse a su amada esposa en el mundo de los espíritus. Cuanto más pensaba en la muerte, más atractiva le resultaba. 

Fue un miembro fiel de la Iglesia durante toda su vida. Sirvió en dos misiones y había sido diligente en los varios llamamientos de liderazgo que tuvo en diferentes momentos de su vida.

Sin embargo, al pensar en la libertad que encontraría a través de la muerte, su mente se confundió. Imprudentemente llegó a la conclusión de que quitarse la vida resolvería sus problemas”.

La verdad sobre el suicidio

hombre triste

¿Cuál es la verdad sobre el suicidio? Imagen: Canva

Perder a un ser querido por el suicidio es verdaderamente una tragedia porque este único acto deja muchas víctimas; a la persona que fallece, familiares y amigos que se quedan atrás con un gran dolor y confusión.

Además de los sentimientos de tristeza, ira, culpa y rechazo que sienten las víctimas de esta familia, los Santos de los Últimos Días llevan una carga adicional. Saben que el propósito de la vida en la Tierra es prepararnos para eventualmente vivir en el reino celestial. 

Algunos pensarían que alguien que se suicida pierde su derecho a todo esto, destinándose al reino telestial. Pero, si no es así, ¿cuál es la verdad sobre el suicidio?

El presidente Ballard compartió que los profetas nos han enseñado algunos principios importantes sobre el suicidio que es posible se hayan entendido mal.

hombre en un lago

El hombre no tiene el derecho de destruir lo que no tuvo el poder para crear. Imagen: Canva

El presidente George Q. Cannon, de la Primera Presidencia, expresó claramente la gravedad del suicidio:

El hombre no se creó a sí mismo. No proporcionó un hogar humano para su espíritu, fue Dios quien creó al hombre, tanto su cuerpo como su espíritu. 

El hombre no tiene el derecho, por lo tanto, de destruir lo que no tuvo el poder para crear. Es cierto que aquellos que lo hagan son culpables de asesinato y autoasesinato, pero no tienen más justificación por quitarse la vida que aquellos que le quitan la vida de otros. 

No sé cuál es la diferencia de castigo para ambos crímenes, pero está claro que nadie puede destruir un don tan preciado como el de la vida sin incurrir en un severo castigo”. (Gospel Truth, 2 vols., Salt Lake City: Zion’s Book Store, 1957, 1:30)

El presidente Spencer W. Kimball hizo una declaración igualmente fuerte en 1976:

“Es un acto criminal terrible que una persona acorte su vida cometiendo suicidio”. (Enseñanzas de Spencer W. Kimball, ed. Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, p. 187)

mujer sentada en el sofá

El Señor conoce los pensamientos, intenciones y habilidades de los hombres. Imagen: Canva

Estas declaraciones por sí solas parecen no dar espacio para la esperanza, sin embargo, aunque destacan la gravedad del suicidio, los testimonios no mencionan el destino de aquellos que se quitan la vida.

El élder Bruce R. McConkie, que sirvió en el Cuórum de los Doce, expresó lo que muchos líderes de la Iglesia han enseñado:

“El suicidio consiste en quitar voluntaria e intencionalmente la propia vida, especialmente cuando la persona involucrada es responsable y tiene una mente sana… 

Las personas sujetas a grandes tensiones pueden perder el control de sí mismas y volverse mentalmente confusas hasta el punto de ya no ser responsables de sus actos. Tales personas no deben ser condenadas por quitarse la vida. 

También debe recordarse que el juicio pertenece al Señor. Él conoce los pensamientos, intenciones y habilidades de los hombres; y Él, en Su infinita sabiduría, arreglará todas las cosas en el momento adecuado”. (Mormon Doctrine, Salt Lake City: Bookcraft, 1966, p. 771).

Lo que no vemos, pero el Señor sí

mujer preocupada

Solo el Señor conoce todos los hechos. Imagen: Canva

Cualquier persona racional sabe que el suicidio es un acto terrible, sin embargo, podemos llegar a tener cuando reconocemos que solo el Señor puede administrar un juicio justo.

Solo Él conoce todos los hechos y solo Él conoce la intención del corazón de aquellas personas. El juicio por el pecado que se cometió no siempre está bien definido como solemos pensar. 

Por ejemplo, el Señor dijo: “No matarás”. ¿Eso significa que toda persona que mate será condenada, independientemente de las circunstancias?

mujer deprimida

Él quien juzgará nuestras acciones aquí en la Tierra. Imagen: Canva

A esto, el presidente Ballard expresó:

“Pienso que el Señor también reconoce la diferencia entre la intención y las circunstancias. 

¿La persona que se quitó la vida estaba mentalmente enferma? ¿Estaba tan profundamente deprimida o desequilibrada o se perturbó emocionalmente? ¿Fue el suicidio un trágico grito de ayuda que lamentable se pasó desapercibido durante mucho tiempo o progresó más rápido de lo que la víctima pretendía? ¿Acaso no entendió, de alguna manera, la gravedad del acto? ¿Estaba sufriendo un desequilibrio químico que la llevó a la desesperación y la pérdida de autocontrol?

Obviamente, no conocemos todas las circunstancias que rodean cada suicidio. Solo el Señor conoce todos los detalles, y es Él quien juzgará nuestras acciones aquí en la Tierra.

Cuando Él nos juzgue, siento que tendrá en cuenta todas las cosas: nuestra composición genética y química, nuestro estado mental, nuestra capacidad intelectual, las enseñanzas que recibimos, las tradiciones de nuestros padres, nuestra salud y así sucesivamente”.

El juicio y la misericordia del Señor

Señor, te necesito.

El Señor examinará las circunstancias de esa persona. Arte: K. Karyukova.

El profeta José Smith enseñó una doctrina esclarecedora:

“Mientras una parte de la raza humana juzga y condena a la otra sin compasión, el Gran Padre del universo vela por todo el género humano con cuidado y consideración paternal… Él es un Legislador sabio y juzgará a todos los hombres, no de acuerdo con las estrechas y limitadas nociones de los hombres, sino ‘las obras que se hayan hecho en el cuerpo mortal, ya sean buenas o malas’”. (Enseñanzas del profeta José Smith, ed. Joseph Fielding Smith, Salt Lake City: Deseret Book Co., 1938, p. 218).

A este el presidente Ballard agregó:

“Sí, el suicidio es un pecado, un pecado muy grave, pero el Señor no juzgará a la persona que comete este pecado estrictamente por el acto en sí…

El Señor examinará las circunstancias de esa persona y el grado de su responsabilidad en el momento del acto. 

Por supuesto, esto no nos da una razón para excusarnos por cometer pecados, porque el Señor no nos excusará. Debemos esforzarnos constantemente por hacer lo mejor posible para imitar al Salvador en todos los aspectos de nuestra vida”.

Todavía hay esperanza

jesus toma tu mano

Los muertos que se arrepientan serán redimidos. Imagen: Canva

El presidente Joseph F. Smith aprendió este importante principio al final de su larga vida de servicio a la Iglesia. En una visión, vio la obra de salvación ocurriendo entre los muertos y escribió:

“Vi que los fieles élderes de esta dispensación, cuando salen de la vida terrenal, continúan sus obras en la predicación del evangelio de arrepentimiento y redención, mediante el sacrificio del Unigénito Hijo de Dios, entre aquellos que están en tinieblas y bajo la servidumbre del pecado en el gran mundo de los espíritus de los muertos.

Los muertos que se arrepientan serán redimidos, mediante su obediencia a las ordenanzas de la casa de Dios, y después que hayan padecido el castigo por sus transgresiones, y sean lavados y purificados, recibirán una recompensa según sus obras, porque son herederos de salvación”. (D&C 138:57–59)

Jesus sereno

“Jesús, El Cristo” por John Zamudio

Estoy agradecido por el gran plan de salvación que nuestro Padre Celestial nos ha proporcionado. Es un plan de gran justicia y un plan de gran amor.

Finalmente, el presidente Ballard declaró:

“Al pensar en la preocupación y la agonía de aquellos cuyos seres queridos tomaron sus propias vidas, encuentro un profundo consuelo y fe en la promesa y la bendición del Señor para aquellos de nosotros que permanecemos en la mortalidad: “Os dejo mi paz, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Juan 14:27)”.

Fuente: ChurchOfJesusChrist.org

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