Pregunta
Sabemos que antes de la Segunda Venida, las tribus perdidas de Israel serán reunidas y los judíos aceptarán a Jesús como el Cristo, regresarán a la Tierra de su herencia y reconstruirán el templo de Jerusalén.
Esta es una parte crucial del recogimiento de Israel; sin embargo, actualmente parece que relativamente pocos judíos se unen a la Iglesia, y la Iglesia no enfatiza la predicación hacia ellos.
Por otro lado, los judíos ya han regresado a Israel, pero sin aceptar a Cristo. Entonces, ¿cómo se cumplirán las profecías?
Respuesta
Gracias por tu pregunta. Analicemos cada aspecto por separado.
1. Las Tribus Perdidas
En la antigüedad, tras el reinado de David y Salomón, las tribus de Israel se dividieron en dos reinos: Israel, al norte, y Judá, al sur.
El reino del sur, Judá, incluía Jerusalén y estaba habitado principalmente por las tribus de Judá, Benjamín (la más pequeña) y Leví.
Los levitas no tenían herencia de tierra porque oficiaban los asuntos religiosos y estaban dispersos por todo Israel, concentrándose cerca del templo.
El reino del norte estaba formado por las tribus restantes, entre ellas, los descendientes de José mediante Efraín y Manasés.
En el año 721 a.C., Asiria invadió y conquistó el reino del norte, matando y llevando cautivos a muchos israelitas. En su lugar, Asiria colocó personas leales a ellos. Los samaritanos son descendientes de estos colonos mezclados con los israelitas que permanecieron en esas tierras.
En el camino hacia Asiria, algunos israelitas se arrepintieron y clamaron a Dios, quien los llevó a un lugar secreto y los mantuvo ocultos como un pueblo único.
Este relato se encuentra en el libro apócrifo de Esdras:
“Pero ellos tomaron este consejo entre sí, que dejarían la multitud de los gentiles, e irían a una tierra más lejana, donde el hombre nunca la ha habitado, para que allí pudieran guardar sus estatutos, los cuales nunca habían guardado en su propia tierra.
Y entraron en el Éufrates por los pasos estrechos del río, porque el Altísimo entonces les mostró señales, y detuvo el flujo de las aguas hasta que pasaron. Porque a través de esa tierra había un gran camino por recorrer, aproximadamente un año y medio; y esa misma región se llama Arsareth. Entonces, allí moraron hasta el fin del tiempo”. 2 Esdras 13:41–46; King James Version
Los descendientes de esas tribus israelitas que continuaron su viaje hasta Asiria se encuentran ahora por todo el mundo. Están siendo reunidos espiritualmente por la obra misional de la Iglesia.
El grupo que fue llevado cautivo y que aún sigue escondido regresará milagrosamente como un grupo con sus propios registros para añadir a lo que ya tenemos.
Estos son aquellos a quienes Cristo visitó después de estar con el pueblo del Libro de Mormón (Doctrina y Convenios 110:11; 133: 26-34; 1 Nefi 21:12; Jeremías 3:18; 16: 14-16).
2. El reino de Judá (Judea) y los Judíos
A los habitantes de Judea se les conocía como “judíos” sin importar de qué tribu procedieran.
Su iniquidad aumentó y fueron conquistados por los babilonios alrededor del 600 a.C., luego por Alejandro Magno alrededor del 330 a.C., más adelante por sus generales orientales alrededor del 170 a.C., y finalmente por los romanos, quienes destruyeron Jerusalén y el templo en el año 70 d.C., dispersando por completo a los judíos alrededor del año 150 d.C.
Tienes razón en que la Iglesia no realiza proselitismo activo entre los judíos en este momento; no obstante, muchos siguen encontrando a Cristo.
Entre los judíos estadounidenses, solo un 16% asiste regularmente a la sinagoga. Muchos son leales a su identidad judía, historia y tradiciones, pero no son activamente religiosos.
Muchos están en matrimonios de fe mixta. Muchos se han convertido en “judíos mesiánicos”, habiendo aceptado a Jesús como su Mesías. Esto es cierto en los Estados Unidos así como en otros países donde se encuentran.
Como cumplimiento de la profecía, se están congregando físicamente en Tierra Santa y han establecido un estado próspero. En el Libro de Mormón leemos:
“Y acontecerá que los judíos que estén dispersos empezarán también a creer en Cristo; y comenzarán a congregarse sobre la faz de la tierra; y cuantos crean en Cristo también llegarán a ser una gente deleitable”. (2 Nefi 30:7)
La conversión final y la reconstrucción del templo
Finalmente, será Cristo mismo quien convierta a los judíos al rescatarlos de la destrucción durante la batalla de Armagedón (Apocalipsis 16).
Habrá un espacio de tiempo entre esta aparición y la Segunda Venida, durante el cual los judíos podrán testificar y buscar seguir a Cristo.
“[La] próxima aparición [de Cristo] —después de venir a su templo— será entre los hijos de Judá que entonces se encontrarán afligidos y casi vencidos.
En el momento más crítico, cuando las tropas hostiles de varias naciones estén devastando la ciudad y cuando todos los horrores de la guerra estén aplastando al pueblo de Jerusalén, Él pondrá su pie sobre el Monte de los Olivos, el cual se partirá en dos.
Acompañado por una hueste celestial, Él rechazará y destruirá a los ejércitos de los gentiles y aparecerá ante los judíos que lo adorarán como el poderoso Libertador y Conquistador por tanto tiempo esperado por su gente; y mientras el amor, la gratitud, la sorpresa y la admiración llenan sus pechos, el Libertador les mostrará las señales de su crucifixión y se mostrará como Jesús de Nazaret al cual ellos habían despreciado y a quien sus padres dieron muerte.
Entonces su incredulidad se apartará de sus almas y la ceguera parcial que cayó sobre Israel será quitada”. -“The Second Advent”, Millenial Star, 10 de septiembre de 1859, págs. 582-83.)”
En cuanto al templo, nadie sabe cuándo se construirá el templo en Jerusalén.
Fuente: Askgramps
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