Elizabeth Bennet y el Sr. Darcy, protagonistas de la obra “Orgullo y prejuicio”, pasan del orgullo, la arrogancia y la incomprensión al amor, el sacrificio y el respeto.
¿Qué permitió esto? Las experiencias que desarrollaron su humildad personal.
Aunque no estuvieron casados durante la mayor parte de la historia, podemos aprender cómo el veneno del orgullo y la sanación que brinda la humildad pueden afectar la relación de una pareja.
Por ello, American Families of Faith entrevistó a 250 matrimonios altamente religiosos y exploraron cómo su fe influye en su vida familiar y se enfocaron en lo que genera la mayoría de los obstáculos matrimoniales, a lo cual muchos respondieron que tenían que ver con el orgullo.
Un gran obstáculo en el matrimonio es el orgullo. Imagen: Canva
Un cónyuge católico respondió que un gran obstáculo es el orgullo. Uno metodista respondió lo mismo y agregó la avaricia y el egoísmo. Luego, un marido evangélico identificó el mismo enemigo:
“Creo que las imperfecciones inherentes que todos tenemos se entrometen en el camino… Probablemente, me dejo llevar más por el orgullo de lo que debería, y eso se interpone en mi camino”.
El orgullo es el “gran destructor” de muchos matrimonios. Imagen: Canva
Un esposo Santo de los Últimos Días expresó que el orgullo fue el “gran destructor” de su matrimonio:
“Cuando estás enfadado, dices cosas que no quieres, pero las dices para lastimar [a la otra persona] porque estás enojado y herido. Por desgracia, soy culpable de eso. La mayoría de las personas no están dispuestas a decir que se equivocaron.
Con mi esposa, cuando discutimos y vemos que la otra parte está dispuesta a pedir perdón, la tensión se alivia y la otra persona comienza a sentir que también se equivocó.
Cuando yo pido perdón, toda la furia de mi esposa desaparece. Su humildad y perdón son la clave”.
La humildad es el mejor antídoto para el orgullo. Imagen: Canva
Por otro lado, de forma espontánea, las parejas señalaron que la humildad era el mejor antídoto para el orgullo, y un marido bautista afrodescendiente dijo que el aprender a pedir perdón rápidamente es una herramienta para vencer el ego y mantener estable el matrimonio.
Los participantes también señalaron que ciertas creencias religiosas sagradas y un sentido de cercanía o relación con Dios influían en su percepción del valor y la importancia de la humildad en sus relaciones.
Una esposa católica hispana compartió que su creencia religiosa de centrarse en “el otro” en el matrimonio les ha ayudado a ella y a su marido Juan a aprender juntos la humildad:
“Aprendimos a ser humildes, a dar y a cuidar del otro. Aunque a veces es muy difícil resolver todo, uno de los mensajes que recuerdo fue el de amar “al otro”. No se trata tanto de tus necesidades, sino que de lo que puedes hacer por los demás. Creo que eso forma parte de nuestra base religiosa”.
La religión no es solo teología y lo que crees de Dios, también es el Sermón de la Montaña. Imagen: Canva
Del mismo modo, una pareja cientista cristiana señalaron que las creencias religiosas puestas en práctica conducen a un matrimonio exitoso:
“La religión no es solo teología y lo que crees de Dios, también es el Sermón de la Montaña. ¿Eres manso? ¿Eres compasivo? ¿Eres amable? Si realmente vives el Sermón de la Montaña, eso es todo lo que necesitas para tener un matrimonio exitoso”.
De forma similar reflexionó un esposo de la Iglesia de Jesucristo:
“Creo que cuando estoy más cerca de Dios, soy más humilde, menos egoísta y mi relación matrimonio mejora”.
Así, el estudio llegó a observar que el comportamiento propio es un permiso para que otros se comporten de una forma similar y a veces una invitación a hacerlo.
En conclusión, la humildad es una característica esencial de las relaciones para el éxito matrimonial. Imagen: Canva
Es por ello que, esto demuestra cómo los ejemplos positivos de humildad, perdón y rechazo al veneno del orgullo de los cónyuges puede inspirar a las parejas a hacer lo mismo.
En conclusión, la humildad es una característica esencial de las relaciones para el éxito en el matrimonio.
Muchas de las parejas entrevistadas afirmaron que la humildad ayudaba a resolver conflictos, fomentaba el respeto mutuo y animaba a ambos cónyuges a intentar mejorar en sus puntos débiles.
Al igual que Elizabeth Bennet y el Sr. Darcy, las parejas demostraron que, a medida que se sustituye el orgullo por la humildad y aumenta la empatía, las relaciones encuentran una mayor conexión y paz.
Fuente: The Public Square Magazine
