En 1957, mientras estaba embarazada de su hijo, Milton, Nair Belmira da Rocha Camargo tomó la decisión de seguir el ejemplo de su esposo y ser bautizada en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Helio da Rocha Camargo, un ex ministro metodista en Brasil, quien más tarde fue llamado como la primera Autoridad General de la Iglesia de Brasil en 1985, había tardado casi un año en decidir bautizarse. Pero las decisiones combinadas de los Camargos han bendecido a sus futuras generaciones, dijo el hermano Milton da Rocha Camargo.
Nacido el 10 de marzo de 1958 en Taubate, en el estado brasileño de Sao Paulo, el Hermano Camargo dijo que tuvo la suerte de crecer en una familia donde el evangelio restaurado de Jesucristo era una parte integral de la vida.
Aprender a orar
“Fue con mi madre que realmente aprendí a orar”, dijo el hermano Camargo, quien fue sostenido el 6 de abril como primer consejero de la presidencia general de la Escuela Dominical.
“Todavía recuerdo cuando tenía alrededor de 8 años y mi madre decidió orar, sola conmigo, todas las noches. Nos arrodillamos junto a mi cama. Al prinicipio ella oraba, así lo hizo durante muchos días, hasta que sintió que yo había aprendido y continuaría esa práctica yo solo”, dijo, recordando las experiencias de su juventud que sirvieron para dar forma a su testimonio.
“Estaré eternamente agradecido a mi madre por eso, porque aprendí a hablar con mi Padre Celestial de una manera muy personal y significativa”.
La forma en la que el espíritu se comunica con nosotros
Más tarde, mientras servía como misionero en la Misión Portugal Lisboa, el Hermano Camargo llegó a un claro entendimiento y reconocimiento de cómo el Espíritu Santo se comunica con él.
Aunque recibió muchas indicaciones antes de su misión, dijo que fue solo como misionero que se dio cuenta de las impresiones que sintió en sus años más jóvenes eran provenientes del Espíritu Santo.
“Considero que este descubrimiento es una experiencia muy sagrada para mí”, dijo.
El inicio de una relación eterna
Después de concluir su misión en 1979, el hermano Camargo regresó a Río de Janeiro, donde sus padres se desempeñaban como presidente y compañera de misión. Allí se reconectó con la joven que se convertiría en su esposa.
Patricia Monteiro de Brito fue bautizada desde muy temprana edad con sus padres y su hermano menor. La familia Brito, la primera en ser bautizada en la ciudad de Sao Goncalo en el estado de Río de Janeiro, fue una familia pionera de la Iglesia en la zona.
El Hermano Camargo había conocido a Patricia antes de su propia misión, cuando sus padres fueron llamados a presidir la Misión de Río de Janeiro, pero no fue hasta después de que regresó de Portugal que su relación floreció.
A la edad de 19 años, Patricia había estado pensando en las cualidades que quería para un futuro esposo, estableciendo dos rasgos importantes. Quería a alguien que pudiera hablar inglés y tocar el piano.
“Ella los consiguió conmigo”, dijo el hermano Camargo con una risa, recordando cómo trató de impresionar a su futura esposa tocando el piano y hablando en inglés para ella solo unas pocas noches después de regresar a casa de su misión. Y aunque bromean sobre cómo se impresionaron mutuamente, fue su amor compartido por el Señor y el trabajo misionero lo que realmente los unió.
La joven pareja se casó apenas un año después, el 4 de enero de 1980, y se selló al día siguiente en el Templo de Sao Paulo, Brasil.
Mientras vivían en Río de Janeiro durante los primeros años de su matrimonio, el Hermano Camargo completó una licenciatura en ingeniería civil del Instituto Militar De Engenharia en 1982 y recibió un MBA de la Universidad Brigham Young en 1991.
De 1997 a 2000, el hermano y la hermana Camargo se desempeñaron como presidente y acompañante de la misión en Brasil Porto Alegre South Mission.
El servicio constante
“Servir juntos profundizó nuestro amor mutuo. También experimentamos el amor de Cristo al desarrollar un amor profundo y duradero por nuestros 522 misioneros”, dijo el hermano Camargo.
Agregó que en sus otros llamamientos, incluso como Setenta de Área tanto en Brasil como en España desde 2005 hasta 2013, ayudó a que su testimonio creciera al ver cómo el reino de Dios se expandía de maneras maravillosas.
“Podía ver algunas de las revelaciones del Libro de Mormón convertirse en realidad delante de mis ojos, y una vez más pude sentir la influencia del Espíritu en ese llamado sagrado”, dijo.
El hermano Camargo ha trabajado en diferentes industrias en varios países a lo largo de los años, pero en la última década ha dedicado su tiempo y energía a la educación de los demás.
Como empleado del grupo Laureate Education, trabajó como presidente de tres universidades en Brasil y una en México – Universidade Potiguar en la ciudad de Natal, Centro Universitario Uninorte en la ciudad de Manaus, Universidad en línea Laureate Brazil en la ciudad de Sao Paulo, y la Universidad Tecnológica de México en la Ciudad de México.
Más recientemente, el hermano Camargo se unió a BYU-Pathway Worldwide como vicepresidente de currículo.
En sus casi 40 años de matrimonio, el hermano y la hermana Camargo se han mudado 24 veces, pero cada vez que toman decisiones que cambian la vida, buscan la guía del Espíritu.
La dirección del Señor en cada paso
“Puedo ver al Señor dirigiéndonos en cada paso de nuestras vidas, y eso ha sido una bendición”, dijo el Hermano Camargo.
Para la hermana Camargo, buscar las Escrituras siempre ha sido una parte clave en la búsqueda de la guía del Señor en su vida.
“El Señor ha respondido muchas de mis preguntas y me dirigió en decisiones clave a través de las Escrituras, el ayuno y las oraciones”, dijo.
Como el trabajo del hermano Camargo lo ha llevado a él y su familia a muchos lugares inesperados en todo el mundo, dijo que no importa dónde hayan vivido y trabajado, desde Brasil, España, México y los Estados Unidos, para los Camargos, la familia y el evangelio siempre es lo primero.
“Nuestro pasatiempo es estar juntos”
“Nuestro pasatiempo es estar juntos”, dijo el hermano Camargo sobre su esposa, tres hijos y 13 nietos. Pasan mucho tiempo compartiendo música juntos, tocando violín y piano para shows de talentos familiares.
Y a pesar de sentirse sorprendido por su nuevo llamamiento en la presidencia general de la Escuela Dominical, dijo que su testimonio se ha fortalecido una vez más desde que fue llamado en abril. A través de su nuevo llamamiento, ha tenido la oportunidad de interactuar con los miembros y las familias y ha sido una bendición presenciar cómo sus vidas son bendecidas por las continuas revelaciones de la Iglesia.
“‘Ven, sígueme’ es una bendición para todas las personas y familias”, dijo. “A medida que las familias estudian juntas durante la semana y comparten lo que han aprendido en las reuniones dominicales, sus testimonios se hacen más fuertes, más profundos y duraderos”.
En este llamamiento, como en todos los que ha tenido antes, el hermano Camargo dijo que seguirá los patrones que él y su esposa han establecido para crecer juntos en el evangelio, escuchando al Espíritu y haciendo lo que el Señor les ordena.
“El Señor nos conoce individualmente”, dijo el hermano Camargo. “Sus planes para cada uno de nosotros son más grandes de lo que podemos imaginar, siempre y cuando estemos dispuestos a hacer su voluntad”.
Fuente: thechurchnews.com