Cuando Andrew Gentry terminó la secundaria, sabía lo que quería para su futuro y todo parecía estar en conformidad con ello.
Recibió 21 ofertas de universidades para jugar fútbol americano, pero tomó la decisión de completar primero su servicio misional de dos años.
Él sabía que debía servir una misión por lo que envió sus papeles y esperó ansiosamente su llamamiento misional. Cuando lo hizo, supo que su servicio sería en Argentina.
Andrew también pensó que al terminar podría jugar más adelante para la Universidad de Virginia.
Sin embargo, Dios tuvo otros planes para él.
Créidtos: EJ Holland/On3
El año 2020 lo cambiaría todo.
Actualmente, Andrew Gentry terminará su misión en mayo de este año, pero él nunca sirvió en Argentina y tampoco asistirá a la Universidad de Virginia.
Debido a la pandemia de COVID-19, Gentry fue reasignado a servir en la misión Orem, Utah donde rápidamente aprendió a apreciar la situación inesperada en la que se encontró.
“[Sé] que si sirvo y doy todo de mí, el Señor me bendecirá cuando regrese a casa”, expresó.
Cuando el élder Gentry tuvo la oportunidad de terminar su misión en Argentina, él eligió seguir la impresión que recibió del Señor.
Créidtos: EJ Holland/On3
Él compartió para On3, un medio digital sobre deportes universitarios, lo siguiente:
“Definitivamente fue una sorpresa. Pero unos nueve meses después, recibí la impresión de que el Señor me necesitaba aquí, para enseñarle y conocer a las personas de esta misión.
Fue un sentimiento inesperado, algo a lo que llamamos impresión. Supe que venía directamente del Señor. En ese momento dije: ‘Me quedaré aquí porque siento que necesito estar aquí’”
Andrew compartió que fue la mejor decisión que tomó.
Durante estos dos años, el élder Gentry cambió, pero también lo hicieron las personas alrededor suyo.
El entrenador con el que deseaba trabajar en el futuro en la Universidad de Virginia renunció y ahora tendría que buscar otra universidad.
Créidtos: EJ Holland/On3
Con el apoyo de su presidente de misión, el élder Gentry consideró cuál sería el camino correcto para él.
Después de muchas oraciones y conversaciones con sus padres, Andrew Gentry supo que deseaba asistir a la Universidad de Michigan.
Se hicieron los arreglos necesarios con el entrenador principal, Jim Harbaugh, del equipo de futbol americano de esa universidad y luego de una entrevista de 45 minutos, a Gentry se le dio la oportunidad de tomar otra decisión importante.
Él se comprometió para jugar para Michigan.
El élder Gentry finalmente expresó:
“Ha sido increíble poder ver la mano del Señor en todo esto. Ha significado mucho para mí. Creo firmemente que todo es parte de un proceso de cambios. Siento que he madurado y crecido espiritualmente”.
Fuente: Ldsliving
