En el mundo moderno de hoy, cada vez más Santos de los Últimos Días buscan avanzar en sus carreras como profesionales, especialmente los jóvenes adultos solteros.
Con tantas personas compitiendo por puestos u ofertas laborales, ¿cómo es posible tener éxito en un puesto laboral?
Puede parecer sorprendente, pero las Escrituras nos ofrecen algunos grandes ejemplos sobre cómo ser empleados dedicados y efectivos. Uno de los más destacados es la historia de Ammón y su tiempo sirviendo al rey Lamoni y a su pueblo.
Él era el mayor entre los hijos de Mosíah, 4 hermanos que se rebelaron contra Dios y luego pasaron sus vidas predicando el evangelio después de un encuentro milagroso con un ángel.
Antes de que los hermanos “se separaron unos de otros” y emprendieran sus viajes por la tierra de los lamanitas, Ammón “les [ministró]” y “después de haberlos bendecido según sus varias circunstancias, habiéndoles comunicado la palabra de Dios,”.
Está claro que Ammón era el líder, después de ministrar a sus hermanos, viajó a la tierra de Ismael, donde los lamanitas lo ataron y lo llevaron ante el rey Lamoni.
A medida que seguimos la historia de Ammón y sus encuentros con lo que eventualmente se convertiría en un pueblo amado, podemos aprender cómo ser los mejores empleados, sin importar nuestra posición.
Dispuesto a comprometerse – Alma 17:23
Al conocer al rey Lamoni por primera vez, Ammón expresó su disposición a quedarse entre su pueblo “por algún tiempo; sí, y quizá hasta el día que muera”. Esto impresionó al rey Lamoni, quien rápidamente liberó a Ammón de sus cadenas y le ofreció una de sus hijas en matrimonio.
Si bien hay momentos en los que necesitamos cambiar de trabajo o posición, las empresas siempre aprecian la lealtad y el compromiso.
Capacitar a alguien para cualquier puesto requiere mucho tiempo y recursos, ningún empleador quiere una alta rotación de personal. Busca un trabajo o camino profesional con el que sientas que puedes comprometerte.
Se preocupa genuinamente por sus compañeros de trabajo – Alma 17:29-30
Ammón rechazó la oferta del rey Lamoni de casarse con una de sus hijas y, en su lugar, pidió ser su siervo.
Fue puesto a trabajar cuidando los rebaños, llevándolos a las aguas de Sebús para que pudieran beber. Inmediatamente, Ammón comenzó a referirse a los otros siervos como “consiervos” y “aquellos a quienes él llamaba sus hermanos”.
La contienda en el trabajo es una fuerza destructiva, no importa cuán hábil o calificado seas, causar problemas o no poder trabajar como parte de un equipo es una forma segura de encontrarte en una mala situación.
Adopta una actitud de humildad, sin importar tu posición, busca mejorar tu empresa trabajando con otros y esforzándote por sacar lo mejor de todos a tu alrededor, magnifica tus propias fortalezas y las fortalezas de los demás.
Tomó la iniciativa para lograr algo difícil – Alma 17:36-37
Uno de los detalles más conocidos de la historia de Ammón es el encuentro que tiene con un grupo de lamanitas que dispersaban los rebaños del rey. Cuando se le enfrentaron, Ammón les cortó los brazos y los ahuyentó.
Ahora, nunca tendremos que cortar los brazos de una multitud enojada, pero se nos pedirá que hagamos cosas difíciles, desde tareas tediosas y agotadoras hasta desafíos y curvas de aprendizaje, los mejores trabajos a menudo requerirán que salgamos de nuestra zona de confort y nos esforcemos.
En lugar de rehuir estas responsabilidades, podemos ser como Ammón y tomar la iniciativa, haciendo nuestro mejor esfuerzo y dejando el resto en manos de Dios.
Dios pudo darle poder a Ammón porque él estaba dispuesto a actuar, se nos dará el poder para actuar en cualquier capacidad que necesitemos para vivir nuestras vidas si confiamos en Dios.
Siempre dispuesto a trabajar – Alma 18:9
Los siervos llevaron los brazos desmembrados al rey y le contaron lo sucedido. El rey Lamoni estaba asombrado. Imaginaba que Ammón era el Gran Espíritu del que hablaban sus padres.
“¿En dónde está este hombre que tiene tanto poder?”, preguntó el rey Lamoni, está alimentando a los caballos y preparando los carros, responden los siervos.
Ante esto, el rey Lamoni expresó:
“Ciertamente no ha habido entre todos mis siervos ninguno que haya sido tan fiel como este hombre”.
Ammón siguió trabajando, fue diligente y caminó la milla extra, incluso después de una tarea extremadamente difícil.
Sus responsabilidades laborales no eran glamorosas ni divertidas, pero las hizo con diligencia.
Busca formas en las que puedas magnificar tu posición e innovar, esté dispuesto a hacer el trabajo duro y difícil que nadie más quiere hacer.
Prudente, pero sin malicia – Alma 18:22
Cuando Ammón finalmente se reúne con el rey Lamoni, las Escrituras lo describen como “prudente, pero sin malicia”. Él entabla una conversación con el rey Lamoni que eventualmente lo lleva a su poderosa conversión y, finalmente, a la de todo un pueblo.
Después de alcanzar una posición de habilidad y conocimiento o de liderazgo, es fácil querer usarlo para obtener ventajas sobre otros.
En su lugar, usa toda la sabiduría que has adquirido para enseñar a otros, deseando genuinamente ayudarles a avanzar también, evita caer en los tratos perversos de los hombres modernos y mantén tu integridad en todas las cosas.
Llevó consigo espíritu y convicción – Alma 18:35
Como parte de su testimonio al rey Lamoni, Ammón habló del Espíritu Santo y cómo “[le] ha llamado para enseñar estas cosas a los de este pueblo”. Ammón se adentró en una situación peligrosa y angustiante, con fe en Dios y el deseo de hacer el bien.
Se preocupa por nuestro sustento y nuestra capacidad de proveer para nosotros mismos y para los demás.
Si ponemos en práctica nuestras propias convicciones, pasiones y fe en cualquier tarea, encontraremos la ayuda de Dios.
El éxito puede que no siempre llegue como lo deseamos, pero podemos estar seguros de tener la paz de Dios.
Lleno de amor – Alma 20:26
Mucho más adelante, en la historia de Ammón, el rey Lamoni y Ammón viajan a Middoni para ayudar a salvar a sus empobrecidos hermanos y enseñar el evangelio al padre del rey Lamoni.
Cuando el padre del rey Lamoni y Ammón se enfrentan, es el “gran amor [que Ammón] tenía por su hijo” lo que hace que detenga la pelea y se llene de humildad ante Ammón y su hijo.
Al final del día, encontrar un trabajo o puesto en el que estés realmente involucrado te permitirá comprometerte de manera poderosa y notable.
No siempre es posible encontrar el “trabajo soñado” o estar completamente enamorado de lo que haces todos los días. Sin embargo, busca una trayectoria profesional que sientas que pueda satisfacer tus intereses y ayudarte a encontrar alegría en tu camino.
Fuente: LDS Daily
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