Recientemente una “ex mormona” se volvió tendencia en TikTok, la red social de moda, al “revelar” que los jóvenes Santos de los Últimos Días están realizando la práctica soaking y de esta manera “no quebrar la ley de castidad”.
Para los Santos de los Últimos Días, cumplir con la ley de castidad es no mantener relaciones sexuales antes y fuera del matrimonio.
Entonces, ¿qué es soaking?
Pues para algunos jóvenes “soaking” es ni más ni menos, cuando el hombre penetra a la mujer con su pene y luego, en vez de moverse o empujar, lo deja reposar. De esa forma no se incumplen los preceptos dados por la Iglesia en cuanto a la castidad.
¿Hecha la ley, hecha la trampa?
¿Hecha la ley, hecha la trampa? Imagen vía Canva.
Supuestamente esta práctica es popular entre los jóvenes de la Universidad Brigham Young y es la respuesta de los “jóvenes mormones” para sostener la castidad impuesta por la Iglesia.
¿Realmente los jóvenes Santos de los Últimos Días realizan esta practica?
Aunque no podemos desmentir las declaraciones de esta joven norteamericana y declarar que nadie comete esta práctica sexual, es necesario aclarar lo que dice la Iglesia de Jesucristo con respecto a la castidad.
Según el portal oficial de la Iglesia: “La ley de castidad se aplica tanto al hombre como a la mujer; incluye estricta abstinencia de relaciones sexuales antes del matrimonio y completa fidelidad y lealtad a su cónyuge después del matrimonio”.
Pero, aquí viene la respuesta también al “soaking” o cualquier otra práctica que intente encontrar el vacío a la ley: “Además de reservar la intimidad sexual para el matrimonio, obedecemos la ley de castidad al controlar nuestros pensamientos, nuestras palabras y acciones”.
Jóvenes y castidad. Imagen vía Canva.
La ley de castidad abarca más que la relación sexual propiamente dicha. La Primera Presidencia advirtió a la juventud acerca de otros pecados sexuales: “Antes del matrimonio, no hagas nada para despertar las poderosas emociones que únicamente se deben expresar en el matrimonio. No participes de los besos apasionados, no te acuestes encima de otra persona ni toques las partes privadas y sagradas del cuerpo de otra persona, con ropa o sin ella. No permitas que nadie haga eso contigo. No despiertes esas emociones en tu propio cuerpo” (Para la fortaleza de la juventud, folleto, 2001, pág. 27).
Con todo lo expuesto, si hay algún joven o jovencita que considere que no ha quebrantado la ley de castidad al practicar soaking, solo ha estado engañándose a sí mismo o misma. Sin embargo, existe el arrepentimiento y la forma de ser perdonado y seguir adelante.
Quienes hayan quebrantado la ley de castidad pueden encontrar la paz. El Señor nos dice: “Pero el malvado, si se aparta de todos los pecados que cometió, y guarda todos mis estatutos… Ninguna de las transgresiones que cometió le será recordada” (Ezequiel 18:21–22). La paz sólo se puede lograr por medio del perdón.
