Russell M. Nelson, presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, compartió un poderoso mensaje el sábado 1 de junio en sus redes sociales, invitando a los miembros de la Iglesia y a todas las personas de buena voluntad a unirse a él en una iniciativa especial.
A unos cuantos meses de cumplir 100 años, el presidente Nelson ha propuesto que, en lugar de regalos materiales, las personas se enfoquen en realizar una ofrenda espiritual: tender la mano a aquellos que se sienten perdidos o solos.
Tender una mano a quien lo necesita. Imagen: Canva
“Pronto cumpliré 100 años. Uno de los lugares donde el Salvador utilizó el número 100 en las Escrituras fue en la parábola de la oveja perdida. Aunque noventa y nueve de su rebaño estaban a salvo a su lado, el pastor fue en busca de una, la que se había perdido.
A los 99 años, no tengo necesidad de regalos físicos. Pero una ofrenda espiritual que alegraría mi vida es que cada uno de nosotros tendiera la mano a “cada persona en particular” en nuestra vida que tal vez se sienta perdida o sola”.
¿Cómo podemos participar en esta iniciativa?
Presidente Russell M. Nelson. Créditos: Jeffrey D. Allred, Deseret News
El presidente Nelson nos invita a reflexionar durante los próximos meses, con espíritu de oración, sobre las siguientes preguntas:
- ¿A quién conocen que pueda estar desanimado?
- ¿Con quién podrían tener que reconciliarse, o a quién pedir perdón?
- ¿Ha estado algún nombre en sus pensamientos últimamente, aunque no hayan sabido muy bien por qué?
El presidente Nelson expresó que al llevar estas preguntas al Señor, Él nos inspirará para saber de qué manera podemos tender una mano y elevar a alguien que necesite ayuda.
El mejor regalo de cumpleaños. Imagen: Masfe.org
Para esto, debemos recordar que no se necesitan grandes acciones para marcar una diferencia en la vida de alguien. Un simple gesto de amabilidad, una palabra de aliento o un acto de servicio pueden tener un impacto profundo en la vida de alguien.
Finalmente, el presidente Nelson concluyó:
“¡Qué hermoso ejemplo nos ha dado el Salvador: que al ministrar, cada uno de nosotros a tan solo una persona que esté a nuestro alcance, podemos esparcir el amor de Jesucristo por todo el mundo!”
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
