En una encuesta en Estados Unidos, se le preguntó a 1053 cristianos no Santos de los Últimos Días lo que les gustaría que Dios les respondiera si tuvieran la oportunidad de hablar con Él.
La gran mayoría respondió que le preguntarían el por qué hay tantos problemas y también sobre el sentido de la vida.
Esto es algo significativo, pues gran parte de nosotros hemos experimentado pesar en nuestra vida, incluso a veces sin saber el por qué.
Cuando presentamos la idea de una existencia preterrenal a nuestros amigos y conocidos, aunque algunos no lo crean del todo al principio, muchos sentirán y tendrán esperanza en esa visión más amplia.
Eso es exactamente lo que sucedió cuando se les preguntó a estas 1053 personas, pues entre ellos tuvieron que decidir una opción entre:
a) Vivimos con Dios en los cielos antes de venir a la Tierra
b) Nuestra vida comenzó únicamente cuando nacimos
El resultado demostró un gran potencial.
Siete de cada diez personas no piensan en una vida anterior a esta, solamente pueden ver la segunda parte de la vida, cuando esta es conformada por tres: la preexistencia, la vida mortal, y la vida inmortal.
Pero en el lado positivo, el 24% al menos desea creer que en algún momento vivimos con Dios en el cielo antes de nacer en la tierra, lo que significa que 39 millones de cristianos piensan lo mismo que nosotros, pero aún no han encontrado La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El resto está mentalmente estancado pensando que la vida comenzó recién al nacer, pero para ser justos, ¿cómo veríamos la vida si no supiéramos nada de nuestra existencia preterrenal?
Lo hermoso es saber que, a medida que las personas tomen en cuenta esa idea, los problemas se verán bajo una luz más llevadera, pues el recuerdo de la vida preterrenal sigue incrustado en ellos.
Damos consuelo y gozo a una conversación cuando mencionamos que vivimos con Dios en el cielo antes de nacer. Les damos una visión más clara de las cosas.
Nuestra doctrina única de la existencia preterrenal, también conocida como existencia preexistencia, tiene el poder de reorganizar la estructura de creencias de las personas mejor que casi cualquier otra.
Aunque una parroquia local aquí o allá puede acercarse a la idea, ninguna otra religión cristiana importante enseña esta doctrina en una medida sustancial. Tenemos este tesoro para nosotros solos.
Haré un pequeño énfasis en la película de Disney y Pixar llamada “Soul”, que describe un lugar llamado “El Gran Antes” donde las almas de la preexistencia podían obtener sus personalidades antes de ir a la Tierra. Esta es una señal de que este concepto es cada vez más aceptado.
Lo que ocurrió en nuestra existencia preterrenal, especialmente el llamado de Cristo como Hijo Unigénito de Dios y nuestro Redentor, nos aclara más el propósito de la vida y la necesidad de los problemas.
Esta doctrina tiene el poder de persuadir a las personas porque cada acontecimiento en la Tierra puede estar vinculado a un acontecimiento en nuestra existencia preterrenal.
Cuando las personas entiendan esta posibilidad, otras estructuras de creencias se desmoronan y nuestro mensaje de que la misma Iglesia de Cristo está nuevamente sobre la Tierra llegará a cada oído y corazón de la Tierra.
*Imagen de portada: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Fuente: Meridian Magazine
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