El pasado fin de semana, BBC News Brasil publicó un artículo sobre el profeta José Smith y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que contiene información distorsionada sobre la Iglesia y su doctrina.
Nos gustaría aclarar algunos puntos, con declaraciones que provienen de la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles, los recursos oficiales y los manuales de la Iglesia.
También queremos enfatizar el nombre correcto de la Iglesia: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
No es apropiado referirse a la Iglesia o a sus miembros utilizando términos como “mormones” o “mormonismo” o “Iglesia SUD”. Jesucristo es el centro de nuestra religión y, por lo tanto, Su nombre está en Su Iglesia.
La prensa y otros medios de comunicación deben seguir la Guía de Estilo Oficial cuando tenga que referirse a la Iglesia o a sus miembros.
Cada punto destacado en este artículo es un fragmento de la publicación de BBC.
“¿Cómo pudo [José Smith] haber creado una nueva denominación cristiana en los Estados Unidos del siglo XIX?”
José Smith no es el creador de una nueva denominación cristiana. De hecho, la visión presentada en este artículo de la BBC distorsiona completamente lo que creemos.
Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, creemos y aprendemos a través de las Escrituras que:
“Cuando Jesucristo se encontraba en la tierra, estableció Su Iglesia entre Sus seguidores. Después de Su crucifixión y de la muerte de Sus apóstoles, la plenitud del Evangelio fue quitada de la tierra debido a que había una apostasía generalizada.
Por medio del profeta José Smith, nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo restauraron la plenitud del Evangelio, y la Iglesia verdadera de Jesucristo se encuentra nuevamente sobre la tierra. Gracias a la Restauración, las enseñanzas y ordenanzas necesarias para la salvación están disponibles para todas las personas”.
“Se dio en un momento en el que surgieron diversos grupos religiosos, ahora calificados como sectas”.
En realidad, el inicio del siglo XIX se caracterizó por el gran aumento en la cantidad de cristianos en Estados Unidos y otras partes del mundo. Esto también incluyó el surgimiento de diferentes iglesias cristianas con diversas creencias.
Algunos ejemplos de iglesias que surgieron en esa época son la Iglesia Adventista del Séptimo Día y los Testigos de Jehová, así como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Ninguna de estas iglesias es una secta, es decir, ninguna de ellas es un grupo cerrado y todas creen que Cristo es el Salvador y Redentor.
“El mormonismo […] se trata de un tipo de fe compuesta, una religión que abarca las tendencias de muchas otras: cristianismo, judaísmo, islamismo y elementos del paganismo antiguo, una síntesis”.
Las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no se establecieron mediante la fusión de otras religiones. Nuestra fe se compone únicamente de las enseñanzas de Jesucristo y de la revelación dada a Sus profetas.
Somos cristianos, creemos en Dios, creemos en ser buenas personas y en ayudar a nuestro prójimo.
“[El mormonismo] se ha modificado a lo largo del tiempo. Algunas cosas se omitieron y cambiaron porque no eran aceptadas, mientras que otras fueron reinterpretadas”.
Sí, ciertamente muchos aspectos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han cambiado con el tiempo. Sin embargo, esto ha ocurrido y sigue ocurriendo porque vivimos según el principio de la revelación, que es la forma en que Dios se comunica con Sus hijos e hijas en la Tierra.
Creemos que a través de la revelación, podemos ser guiados de acuerdo a nuestras circunstancias y situaciones.
Como seguimos el modelo de la Iglesia establecido por Jesucristo, tenemos profetas y apóstoles vivientes. En la actualidad, se encuentran organizados en la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles, y nos revelan la voluntad del Señor para el momento en que vivimos.
Por lo tanto, si Dios lo considera necesario y lo revela a Sus siervos y representantes en la Tierra, sí habrá cambios.
Uno de los cambios más recientes se dio en el horario para las reuniones dominicales, el cual se redujo a 2 horas en el año 2019.
Finalmente, debemos recordar que incluso en el Nuevo Testamento vemos la revelación en acción cuando Pedro, apóstol de Cristo, recibió la revelación de que el evangelio también debía predicarse a los gentiles, es decir, las personas que no eran judías.
“El Libro de Mormón contiene frases totalmente similares, incluso idénticas, a frases que a veces encontramos en la versión ‘Rey Santiago’ (traducción de la Biblia al inglés)”.
El Libro de Mormón comienza con el relato de la familia de Lehi, que recibe el mandamiento de Dios de abandonar la ciudad de Jerusalén y huir al desierto. Entre las cosas que necesitaban llevar en su viaje estaban las planchas de bronce, que contenían las Escrituras de ese pueblo en ese momento.
Las planchas de bronce contenían los registros de Moisés y del pueblo de Israel, así como otras escrituras hasta la época del profeta Jeremías. Esto incluye los libros como Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes y los escritos de los profetas Isaías, Oseas, Amós, Miqueas, Nahúm, Habacuc y Sofonías, así como el propio Jeremías.
Dado que las planchas de bronce formaban parte de la vida de la familia de Lehi y siempre recurrían a ellas para aprender sobre Dios y Su reino, es natural que las frases de estos libros también formen parte del registro de esta familia.
Y como estas planchas contenían muchos libros que hoy en día se encuentran en la Santa Biblia, es natural que haya frases similares tanto en la Biblia como en el Libro de Mormón.
“Para [los mormones], el Libro de Mormón es un documento superior a la Biblia… Cuando una creencia mormona choca con la Biblia de los cristianos, argumentarán que la Biblia pasa a un segundo plano. Para ellos, la traducción del Libro de Mormón es más moderna, actualizada y clara”.
A diferencia de lo que se afirma en el artículo, los Santos de los Últimos Días no consideran al Libro de Mormón como un registro superior a la Biblia.
De hecho, ambos son volúmenes de Escrituras sagradas que van de la mano y contienen la palabra de Dios y Sus enseñanzas para nosotros.
La Iglesia de Jesucristo tiene un documento que contiene las creencias fundamentales de nuestra religión: Los 13 Artículos de Fe.
En el Artículo de Fe N.º 8, leemos lo siguiente:
“Creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente; también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios”.
Puede parecer extraño que se diga “hasta donde esté traducida correctamente”, pero creemos que, al ser un libro sagrado y muy antiguo, la Biblia ha pasado por diversas traducciones y es posible que muchas de sus enseñanzas se hayan distorsionado o perdido, sin embargo, esto no invalida este libro sagrado y sus enseñanzas.
Amamos la Biblia y la estudiamos en familia, en la escuela dominical y en los cursos de religión para jóvenes y adultos.
“[José Smith] fue arrestado más de una vez, acusado de promover el desorden. Esto lo obligó a trasladarse a otra ciudad en varias ocasiones”.
José Smith fue arrestado en varias ocasiones a lo largo de su vida bajo acusaciones falsas. En casi todas ellas, fue liberado de inmediato por falta de pruebas. En algunas situaciones, tuvo que permanecer detenido durante un tiempo a causa del proceso de investigación.
Los historiadores de la Iglesia estiman que José Smith enfrentó demandas legales unas 46 veces a pesar de no haber transgredido una ley.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo fueron fuertemente perseguidos en los primeros años de la restauración. Los detractores destruían sus casas, propiedades, cultivos, edificios y todo lo relacionado con los Santos de los Últimos Días.
Además de la destrucción, también los atacaban físicamente. El traslado frecuente a otra ciudad fue necesario debido a dichas persecuciones y se hizo bajo la guía del Señor a través de la revelación.
“[José Smith] estableció una serie de nuevas normas y ritos para los mormones”.
José Smith no estableció normas ni ritos para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Todo lo que se estableció en la Iglesia restaurada de Jesucristo se hizo mediante la revelación.
Por lo tanto, él estaba siguiendo las directrices que recibió del Señor; incluso, los discípulos de Jesucristo en la antigüedad seguían muchas de ellas.
De esta manera, todos los mandamientos y ordenanzas que seguimos y realizamos dentro de la Iglesia nos invitan a orar y buscar la revelación personal a fin de saber si estamos tomando la decisión correcta.
“Hay mucha controversia en lo que respecta a [la fundación de la Iglesia], toda la historia que la rodea [y] el hecho de que nadie pueda ver el libro original”.
No solo José Smith pudo ver el libro original y sostenerlo en sus manos, otras personas también tuvieron esa oportunidad y los testimonios de once de ellas se encuentran en las ediciones actuales del Libro de Mormón.
La diferencia entre los tres primeros testigos y los últimos ocho es que un ángel del Señor le mostró las planchas a los Tres Testigos. Estas personas también escucharon la voz de Dios así como algunas instrucciones para ellos.
“En la doctrina mormona, hay varios puntos que difieren de otras iglesias cristianas, como la idea de que ‘Dios tiene un cuerpo material’ y que ‘Él no es precisamente perfecto, sino alguien que evolucionó con el tiempo’”.
Creemos que Dios tiene un cuerpo de carne y huesos similar al nuestro (ya que todos fuimos creados a Su imagen y semejanza), pero perfecto y glorificado.
Además de tener un cuerpo perfecto, Dios es perfecto en todos los demás aspectos. Posee caridad, amor, verdad, poder, fe, conocimiento y discernimiento perfectos.
“Para [los mormones], [el nacimiento de Cristo] ocurre a través de la relación sexual entre Elohim [nombre dado por ellos a Dios Padre] y María”.
No existe ninguna revelación aprobada por la Primera Presidencia de la Iglesia sobre cómo exactamente Jesucristo fue concebido. Lo que sabemos se encuentra en Lucas 1:34-37:
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque no conozco varón.
Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.
Y he aquí, tu parienta Elisabet también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que era llamada estéril; porque ninguna cosa es imposible para Dios”.
No sabemos exactamente lo que significa “te cubrirá con su sombra”, pero lo que sabemos es que Jesucristo es el Unigénito del Padre, Aquel que fue elegido para ser nuestro Salvador y Redentor.
“[Los mormones] practican el bautismo por los muertos, porque creen que el bautismo brinda la remisión de los pecados. Por lo tanto, quienes han fallecido también se pueden bautizar”.
El bautismo es una ordenanza salvadora, es decir, algo necesario para nuestra salvación en el Reino de Dios.
Todas las personas necesitan ser bautizadas para la remisión de sus pecados y también deben ser purificadas al recibir el Espíritu Santo. Este es el ejemplo que el mismo Jesucristo brindó durante Su ministerio terrenal (Mateo 3).
Las personas que han fallecido y no tuvieron la oportunidad de ser bautizadas en vida pueden recibir esta ordenanza gracias a los templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Los biógrafos afirman que José Smith llegó a tener casi 40 esposas. Entre los años 1852 y 1890, los Santos de los Últimos Días practicaron abiertamente el matrimonio plural”.
El matrimonio plural ocurrió durante la segunda mitad del siglo XIX entre algunos Santos de los Últimos Días. No todos los hombres recibieron esta autorización y su propósito no era satisfacer deseos carnales.
José Smith y algunos otros líderes de la Iglesia vivieron el matrimonio plural, pero de acuerdo a los relatos históricos, no era un mandamiento fácil de obedecer, tanto para los hombres como para las mujeres.
El matrimonio plural es algo que también ocurrió en otros momentos de la historia, como en los tiempos de Abraham, Isaac, Jacob y otros profetas de la antigüedad. Siempre hubo razones por las cuales Dios instituyó esta práctica entre Sus hijos e hijas.
Oficialmente, esta práctica se abolió en 1904 y aquellos que continuan con el matrimonio plural son retirados de la Iglesia.
“Marido y mujer estarán unidos por la eternidad. La mujer no puede alcanzar el grado más alto de gloria sin el hombre. De acuerdo a esta lógica, es mejor ser una esposa en matrimonio plural que no serlo”.
Una de nuestras creencias fundamentales es que las familias pueden ser eternas.
Sí, creemos que el matrimonio no es solo algo terrenal, sino que las familias son un regalo de Dios para nosotros en esta Tierra y que podemos estar juntos para siempre.
Esta promesa solo se hace posible cuando participamos de una ordenanza que se realiza en el templo llamada “sellamiento”, es decir, el matrimonio por la eternidad.
La promesa de la vida eterna a través del sellamiento es tanto para el hombre como para la mujer. Si un hombre o una mujer elige no casarse, eso no significa que serán condenados. Solo el Señor tiene el poder de juzgar a Sus hijos e hijas.
Y, como se respondió en la pregunta anterior, el matrimonio plural no existe en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la actualidad.
“Condenan el consumo de vino, bebidas fuertes, tabaco y bebidas calientes. Según la interpretación de los mormones, el café estaría incluido en esta definición junto con el té negro. La explicación no está en la cafeína, como muchos creen, ya que se les permite tomar Coca-Cola”.
Una de las leyes que vivimos en la actualidad se llama la Palabra de Sabiduría. Esta es una ley de salud dada por el Señor en los últimos días para nuestro beneficio físico y espiritual.
No consumimos café, té negro, drogas ilícitas, tabaco ni alcohol, puesto que no son saludables para el cuerpo. También aprendemos que debemos consumir vegetales, granos y frutas “con prudencia y acción de gracias” y carne con moderación.
Para aquellos que viven esta ley, el Señor hace la siguiente promesa:
“Y hallarán sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, sí, tesoros escondidos; y correrán sin fatigarse, y andarán sin desmayar.
Y yo, el Señor, les prometo que el ángel destructor pasará de ellos, como de los hijos de Israel, y no los matará. Amén”. (Doctrina y Convenios 89:18–21)
Esperamos haber aclarado todos los puntos mencionados en el artículo. Si tienes preguntas sobre lo que la BBC escribió o cualquier otro aspecto de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comparte tus dudas que con gusto te ayudaremos.
Fuente: Mais Fe