“Definitivamente eres mi ángel, no existe duda al respecto. Ahora, eres mi hermano. Ahora, eres parte de mí”, dijo Mitchell Salas sobre el desconocido que le donó su riñón.
Para Matthew Thompson, que tiene 32 años y es padre de 3 niños, donar su riñón a un desconocido fue lo mismo que ayudar a un vecino a cargar sus compras del mercado.
“¿Por qué sería egoísta y lo mantendría cuando alguien más lo necesitaba tanto?”, dijo.
Mitchell Salas, de 30 años de edad, ha sufrido de problemas renales desde que era un niño. Ha pasado por diálisis durante los últimos 3 años y aunque muchas personas en su vida se ofrecieron donarle su riñón, todo salió mal. En cierto momento, su padre, Willie Salas, iba a donarle su riñón, pero fue eliminado durante el proceso de selección.
“No tenía a nadie y decía: ‘No sé qué hacer’”, dijo Salas.
Todo cambió cuando recibió un llamada telefónica hace 3 semanas y los médicos le dijeron que recibiría un riñón de un buen samaritano, alguien que decidió donarle un órgano a un completo desconocido.
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Salas rompió en llanto y dijo que sabía que esta era la respuesta a sus oraciones.
El último viernes, los dos hombres se vieron por primera vez en Intermountain Medical Center, rodeados por la familia de Salas, solo dos días después de la cirugía de trasplante.
La familia de Salas fue la primera en llegar a la reunión. Cuando llegó Thompson, Willie Salas lo abrazó y le agradeció entre lágrimas, “de todo corazón gracias por devolverle la vida a mi hijo”.
Cuando Mitchell Salas entró a la habitación poco después, se impresionó de inmediato cuando vio a Thompson. Lo abrazó y le dijo entre lágrimas, “No sé cómo podré pagártelo, siempre estaré en deuda contigo”.
“Solo saber que ayudé a alguien es suficiente para mí”, le dijo Thompson a Salas.
Los dos se sentaron y se tomaron de las manos mientras compartieron sus historias.
La idea de donar un órgano vino a Thompson hace 5 años, cuando la añadió a su lista de deseos después de escuchar un mensaje de John Bytheway, un conocido autor y orador Santo de los Últimos Días.
“Eres el héroe de esta historia”, le dijo Mitchell Salas a Thompson.
Sin embargo, Thompson dijo que nunca pensó que fuera un héroe. Solo sabía que deseaba ayudar a alguien.
“Los donantes hacen algo maravilloso para salvar la vida de los demás. Cada vez que se produce una donación de riñón, cuando alguien recibe un riñón, la vida de ese receptor se duplica”, dijo Srini Srinivas, director médico del programa de trasplante de riñón/páncreas de Intermountain.
“No hay muchos casos en la medicina en los que podamos duplicar la vida de alguien a través de la bondad de otra persona”.
Thompson, que vive en Stansbury Park, dijo que una vez que las personas se enteraron de que quería donar un órgano, algunos amigos se le acercaron y le hablaron sobre las personas que sabían que lo necesitaban. Sin embargo, ser compatible con las personas puede ser difícil.
Thompson sabía que la lista de donación de órganos era larga y que podía ser un proceso riguroso, con personas que a veces esperan años por obtener órganos.
“Solo necesito sacar a la siguiente persona de la lista”, recordó Thompson.
Todavía siente un poco de dolor, pero imaginaba que sería peor. Pero, dijo que no se trata de su dolor.
“El dolor es nada comparado con saber que ayudé a alguien”, dijo.
Al principio, la esposa y el padre de Thompson sintieron que estaba actuando de manera egoísta como padre y esposo al entregarle una parte de él a un desconocido. Pero, desde que vieron la diferencia que hizo, fueron comprensivos.
Su padre está orgulloso, pero le dijo a su hijo “no lo hagas otra vez”, dijo Thompson con una sonrisa. Sin embargo, dijo que si pudiera, volvería a donar un órgano.
Los médicos les dijeron a ambos hombres que el riñón estaba funcionando de maravilla y Nancy Salas comentó que la coloración de su hijo era la mejor que había visto en años.
“Es mi guerrero… ha pasado por mucho”, dijo.
Ambos hombres son miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y dijeron que sienten que esta fue una experiencia espiritual y fue parte del plan de Dios.
Los dos hombres también descubrieron que son fanáticos de los Denver Broncos y Mitchell Salas dijo que ambos deberían ir a un juego de los Broncos.
Existen riesgos para los donantes de órganos, incluido el riesgo de perder del 25% al 35% del funcionamiento renal. Además, 3 de 10, 000 donantes mueren en plena cirugía, según United Network for Organ Sharing.
En los últimos 3 años, los equipos de Intermountain han realizado 80 cirugías de donación de riñón en vida, 7 de las cuales fueron de buenos samaritanos.
Si bien Salas deseaba desesperadamente un riñón para vivir, se sentía egoísta y confundido por la situación.
“No quería que nadie tuviera que morir para que yo viviera”, dijo. Además, a pesar de que se sintió aliviado y agradecido por recibir la donación de un buen samaritano, se preocupó por la salud de Thompson.
Dijo que él y su familia oraron y ayunaron antes de la operación por la seguridad de Thompson durante el procedimiento.
“Esperamos mucho tiempo por esto y ver por lo que tuvo que pasar, el proceso de esto ha sido muy emotivo. Me siento feliz de que haya terminado”, dijo Kayelin Salas, la esposa de Mitchell Salas.
Mitchell Salas tiene que someterse a diálisis los lunes, los miércoles y los viernes, por lo que es casi imposible viajar. La pareja quiere tomarse unas vacaciones una vez que se recupere de la operación.
“Este hombre, este ángel, lo ha logrado”, dijo Mitchell Salas sobre Thompson. “Definitivamente eres mi ángel, no existe duda al respecto. Ahora, eres mi hermano. Ahora, eres parte de mí”.
Este artículo fue escrito originalmente por Deseret News y fue publicado por ldsliving.com con el título “You Are Definitely My Angel: Latter-day Saint Donates Kidney to Stranger”.