Pregunta
Hola, desde hace tiempo tengo estas preguntas: ¿En dónde se encuentra el mundo de los Espíritus? ¿Podemos verlos?
Eso siempre me ha llamado la atención y me gustaría que pudieran ayudarme. ¡Gracias!
Respuesta
Gracias por la pregunta.
Sabemos que las personas van al mundo de los espíritus cuando fallecen, cuando su tiempo en esta Tierra ha llegado a su fin.
Estas personas tienen la misma forma corporal que tenían en vida solo que ahora en un estado perfecto. Asimismo, mantienen las mismas actitudes de devoción o de antagonismo hacia las cosas relacionadas con la Iglesia y el evangelio.
En lo que respecta a la ubicación del mundo de los espíritus, los profetas de los últimos días han compartido que no se encuentra lejos de nosotros.
El presidente Ezra Taft Benson afirmó:
“Algunas veces, el velo entre esta vida y la vida en el más allá es muy delgado. Nuestros seres queridos que han muerto no se encuentran lejos de nosotros”.
El presidente Brigham Young habló de esto cuando enseñó que si el Señor lo permitiese, podríamos ver a los espíritus que se encuentran al otro lado del velo.
Él declaró:
“Cuando un espíritu sale de su cuerpo, a dónde va? Al mundo de los espíritus.
¿Regresa al regazo de Abraham? No, mas al mundo de los espíritus.
¿En dónde se encuentra el mundo de los espíritus? Está justo aquí, en la Tierra.
¿Los justos e inicuos van a ese lugar? Sí.
¿Ambos se encuentran en una misma esfera? Sí.
¿Van hacia el sol? No.
¿Pueden ir más allá de los límites establecidos en esta Tierra? No. Han nacido en esta Tierra con el propósito de habitarla por toda la eternidad…
[Un espíritu] está preparado para ver, oír y entender las cosas espirituales…
¿Puede ver algún espíritu en esta sala? No.
Supongamos que el Señor toque sus ojos para que puedan ver, ¿podrían entonces ver a los espíritus? Sí, y tan simplemente como ahora ven los cuerpos, como pudo verlos el siervo de Eliseo (2 Reyes 6:16–17).
Si el Señor lo permitiese y fuese Su voluntad que deba acontecer, podríamos ver a los espíritus que han salido de este mundo tan claramente como ahora ven los cuerpos con [nuestros] propios ojos naturales”. (Discourses of Brigham Young, pág. 376-377).
Aunque no se nos permite verlos, a menos que el Señor lo permita, sabemos que en el lugar donde se encuentran podrán seguir aprendiendo, desarrollándose y progresando.
Un día, cuando tengamos que dejar esta vida, también iremos a ese lugar y seremos recibidos con mucho gozo.
Por lo tanto, hasta ese momento, lo único que podemos hacer es esforzarnos por seguir al Salvador y guardar los mandamientos que Él nos ha dado.
Fuente: Askgramps