En enero de 1844, José Smith, el primer profeta y presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se lanzó como candidato a la presidencia de los Estados Unidos.
Esta decisión surgió no como una ambición política personal, sino como una respuesta a la persecución constante que enfrentaban los primeros miembros de la Iglesia tanto en Misuri como en Illinois.
José quería asegurarse de que el próximo mandatario de su nación pudiera proteger los derechos civiles y religiosos de los Santos y promover un futuro más justo y equitativo.
Él se dirigió a los cinco principales candidatos a la presidencia, sin embargo, no encontró el apoyo que buscaba.

Ante tal suceso, el Cuórum de los Doce Apóstoles nominó a José Smith como candidato. Él aceptó, aunque no era que había esperado. Al hablar sobre los motivos por los que decidió empezar su campaña política declaró:
“No habría dejado que mis amigos usasen mi nombre en modo alguno para ser presidente de los Estados Unidos o candidato a ese cargo si ellos y yo tuviésemos el privilegio de disfrutar de nuestros derechos civiles y religiosos como ciudadanos estadounidenses”. – Diario de Wilford Woodruff, 8 de febrero de 1844, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.
La campaña presidencial

La campaña de José Smith comenzó en Nauvoo, Illinois, en febrero de 1844, y rápidamente se difundió por los estados vecinos.
En ese momento, Smith era alcalde de Nauvoo, una ciudad en rápido crecimiento que superaba a muchas ciudades de los Estados Unidos, incluida Chicago. También se desempeñaba como teniente general de la Legión de Nauvoo, una fuerza de más de 3,000 hombres, la segunda más grande después del Ejército de los Estados Unidos.
En su folleto para la campaña, “Opiniones del general Smith sobre el poder y la política del Gobierno”, resumía todo lo que José quería lograr.

Presentó varias propuestas progresistas que reflejaban su deseo de mejorar la condición de todas las personas, independientemente de su raza o condición social. José argumentaba que todos los seres humanos, sin importar el color de su piel, merecían igualdad de derechos.
Su visión de una sociedad más justa e igualitaria se alineaba con los principios fundamentales de la Declaración de Independencia, y su llamado a la abolición de la esclavitud lo posicionaba como un líder moral de su tiempo.
Entre otras de sus ideas destacaban:
- Otorgar poder al gobierno federal para proteger los derechos de las minorías religiosas.
- La clausura del creciente sistema nacional de prisiones.
- Reducir el tamaño de la Cámara de Representantes.
- Regular un nuevo banco nacional.
- Promover la expansión del país previa aprobación de los indígenas estadounidenses.
- Acabar con la esclavitud en los Estados Unidos para el año 1850.

Para asegurar que la campaña se propagara, los líderes de la Iglesia utilizaron los medios de comunicación de la época e imprimieron y distribuyeron miles de copias de este folleto.
Asimismo, se fundó el periódico llamado “Prophet” (“profeta”, en español) a fin de cubrir la candidatura de José y el contraste que tenía sobre los otros candidatos.
Además de imprimir los mensajes de la campaña, se estima que más de 300 miembros de la Iglesia sirvieron en misiones electorales por todo el país a favor de José Smith.
Un trágico final

Lamentablemente, la campaña de José Smith se vio truncada de manera trágica el 27 de junio de 1844, cuando fue asesinado en la Cárcel de Carthage, solo cuatro meses después de iniciar su campaña presidencial.
A pesar de su muerte, su postura en favor de los derechos civiles y su compromiso con los principios de igualdad dejaron una huella en la historia política de los Estados Unidos.
La participación de José Smith en la política, aunque breve, muestra su convicción de que los principios morales y religiosos pueden guiar un gobierno. Su candidatura presidencial demostró que:
- La fe y la acción cívica no están mutuamente excluyentes.
- Los líderes religiosos pueden ser agentes de cambio social positivo.
- La lucha por la justicia es una causa universal.

En una ocasión, el élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, destacó que José apoyaba la participación en el proceso democrático, incluso de aquellos que pudieran votar en su contra.
“José apoyó la participación de aquellos que podrían votar en contra de lo que él hubiera querido en el proceso democrático.
Él adoptó una posición de principios [que] cualquier persona que califique, según la ley, a participar debe ser alentada a hacerlo, especialmente las minorías, ya sean religiosas o de otro tipo”.
Su campaña representó una lucha por los derechos de las minorías y la igualdad en una nación donde estos principios aún eran desafiados.
El legado de José Smith, tanto como un líder eclesiástico, en su candidatura y como su fallecimiento, resaltan la necesidad de una protección vigorosa de los derechos de cada persona, nación y pueblo.




HOLA: soy el Hermano Chávez, Miembro Converso desde el mes de julio de 1990, originario de la Ciudad de Acatlán de Osorio, en el Estado de Puebla México, a la fecha, casi han transcurrido 35 años desde esa fecha y quiero asentar por medio de este TESTIMONIO, que para esa fecha (1990), estaba por cumplir 40 años de edad, pues nací el día 15 de noviembre de 1950, me gradué como Profesor de Educación Primaria, en la Escuela Normal de Tenería, ubicada en el Municipio de Tenancingo en el Estado de México y ya para esa fecha, contaba con la edad de 24 maños de edad, misma que, por haber nacido en el seno de una familia, en donde mi madre era completamente ANALFABETA y mi amado padre, con una escolaridad de apenas unos 2 meses de duración durante su edad infantil, a duras penas si aprendió a deletrear la escritura de algunos libros; pero a medida que el tiempo fue pasando, se empeñó en ir ejercitando la lectura en cualquier medio impreso con el que se topaba y dentro de estos materiales bibliográficos con que se encontró, fue LA BIBLIA y con ello, a pesar de que en su época, era un arriesgue leer este LIBRO, lo hizo y eso permitió que descubriera que la RELIGIÓN CATÓLICA, enseñaba una DOCTRINA UN TANTO FALSA y por esta razón, y porque vivíamos muy alejados de la ciudad en donde existía una IGLESIA CATÓLICA, nunca nos inculcaron la creencia en esta Religión, en cambio, mi padre nos leía pasajes de la BIBLIA y complementado con lo que aprendíamos por medio de la educación recibida en la Escuela Primaria, comencé a indagar por mi cuanta muchas de las falsedades que se enseñaban por medio esta religión Católica, tuve acceso a la Historia de la Conquista, realizada por la CORONA Española y los impuesto por «LA SANTA INQUISICIÓN», en donde se narraba la forma DIABÓLICA en que fue impuesta esta religión a nuestros padres de esa época,
derivado de estas experiencias y a medida que iba creciendo y experimentando la necesidad de encontrar alguna explicación me reunía o leía cualquier material bibliográfico, con la esperanza de encontrar algo que me convenciera de que mi existencia aquí en la tierra, ni era producto de la casualidad y mucho menos estuviera ausente de algún propósito después de vivir y morir, de ahí que, comencé a buscar y buscar; pero me daba cuenta de que todas la religiones que conocí en esa época, estaban igual o pero que los católicos exactamente, en esos días, al término del Ciclo Escolar, me dirigí a mi pueblo natal, a la casa is padres y justo ahí, me encontré con LOS MISIONEROS DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS y debo asentar que para nada de que en esos días anduviera buscando algo de conocimiento, andaba más ocupada en divertirme, dado que terminaba el trabajo de la escuela; pero, todo estaba P R EN P A NR A D O,
No relataré todo lo que sucedió como consecuencia del encuentro con los MISIONEROS, básteme asentar que: desde el comienzo de nuestra larga conversación; pues duró aproximadamente unas 4 horas, ciertamente les costó un tanto el convencerme de que les escuchara; pero cuando acepté, me solicitaron muy amablemente que autorizara o les diera permiso para dirigirse en HUMILDE ORACIÓN A NUESTRO PADRE CELESTIAL, para pedirle que nos bendijera con la presencia de SU ESPÍRITU,, petición que no tuve objeción de q3ue lo hicieran, y CERRANDO LOS OJOS, dieron comienzo a esta hermosa oración, misma que sin darme cuenta, al pronunciar el AMÉN FIANAL, al momento de abrir mis ojos, éstos estaban llenos de LÁGRIMAS, por haber experimentado una SENSACIÓN NUANCA ANTES SENTIDA, DURANTE EL CURSO DE LOS DÍAS DE MMI VIDA, HECHO QUE HASTA LA FECHA, NO PUEDO DEJAR DE EXPERIMENTAR UNA SENSACIÓN TAN AGRADABLE AL DÍA DE HOY,M, al término de esta experiencia MARAVILLOSA, me pidieron que les comentara acercan de lo sabía y/o pensaba DE DIOS, cosa que de inmediato les comenté que sabía muy poco o casi nada, sólo les pude expresar que no me parecía justo que de esta lado del mundo, nuestros padre hubieran vivido, por muchas generaciones, sin saber nada de Jesucristo, sino hasta hacía unos 500 años; por medio de la CONQUISTA que sufrieron nuestros padres y muchas preguntas más que , por el momento omitiré, pues no las considero relevantes; pero lo que no puedo omitir, es la experiencia que sentí cuando me anunciaren que no era verdad de que nuestros padres habían vivido sin el conocimiento de la VIDA Y OBRA DE JESUCRISTO Y ME MOSTRARON EL LIBRO DE MOERMÓN, DE MANERA CLARA Y PRESISA, me llevaron a algunas citas de la BIBLIA y en un abrir y cerrar de ojos , despertaron en mí, UNA INMENSA SENSACIÓN DE LEER ESTE LIBRO, cosa que lo hice en una duración de aproximadamente de 15 horas, ininterrumpidas, y no bien había casi terminado de leer este libro, cuando en mi mente y mi corazón dieron un vuelco de alegría, al enterarme de su amplio contenido, y en ese momento quedó grabado y para siempre de que este libro no era la obra DE UN humano común y corriente, pues la claridad y precisión en todo lo leído, no era posible que un hombre, sin instrucción escolar, sin los medios tecnológicos de su tiempo, hubiera por su propia cuenta, la elaboración DE UNA OBRA DE ESTA NAGNITUD; por lo que sin esperar demasiado tiempo, convine, por medio DEL BAUTISMO,, seguir los pasos del ARREPENTIMIENTO, cosa QUE HASTA EL DÍA DE HOY, NO HE DEJADSO DE HACER.
Sé por mi propia cuenta, que este EVANGELIO RESTARURADO, ES VERDADERO y con todo esto, debo dejar asentado que, por debilidades de la naturaleza humana, durante un período aproximada de unos 6 o 7 años, por FRIVOLIDADES, junto con toda mi familia abandonamos nuestra asistencia a los SERVICIOS DE LA IGLESIA; pero nunca por dudar de la veracidad del EVANGELIO DE JESUCRISTO,, afortunadamente, gracias a la insistencia e invitación continua y constante de los MISIONEROS,, se llegó el bendito día en que nuevamente retornamos nuevamente a la Iglesia y ahora, nos encontramos empeñados en trabajar arduamente en MNLA OBRA DEL SEÑORE.
también, no omito mencionar que, durante todo este tiempo, me he encontrado muchas personas mal intencionadas, duditatibas y con toda clase de opiniones, mismas que, las más de ellas, por ignorancia, SEÑAALAN, CRITICAN, ACUSAN, VITUPERAN Y hacen, por todos medio, de desvirtuar la veracidad de la DOCTRINA RESTAURADA DE JESUCRISTO; he vista cualquier cantidad de conversos y nacidos en el CONVENIO, abandonarla; pero eso no ha logrado, a la fecha, que por ese hecho, pudiera seguir sus pasos.
he sido respetuoso con tales decisiones, porque reconozco que todos poseemos EL ALVEDRÍO; pero eso no los libera de la responsabilidad que esto conlleva.
Lo relatado hasta aquí, es sólo una BREVE reseña de lo que considero lo más relevante; pero existen muchas cosas más que me guardo en esta ocasión, por falta de espacio, que ninguna duda existe en mi corazón; pero lo hago, movido por la ESPERANZA de que a alguien le pueda servir mi HUMILDE RELATO Y TESTIMONIO, de que sé que esta es la IGLESIA VERDADERA SOBRE TODA LA FAZ DE LA TIERRA, QUE JOSÉ SMITH, ES SU PROFETA RESTARUDADOR EN ESTA ÚLTIMA DISPENSACIÓN DEL CUMPLIMIENTO DE LOS TIEMPOAS Y lo comparto en el nombre de JESUCRISTO. AMEN.