Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, optamos por hacer cosas que les podrían parecer “peculiares” a los demás: Realizamos bautismos por los muertos.
No, no vamos a los cementerios y arrastramos a nuestros muertos a una pila bautismal. Puede que suene raro, pero no es así.
Toda religión tiene costumbres que podrían ser consideradas fuera de lo común.
Por ejemplo, para un católico, en la comunión, no es novedoso arrodillarse hacia una estatua de Cristo crucificado para recibir la hostia y el vino.
Para otros, eso puede ser considerado raro si no conocen el trasfondo y significado de los convenios que se realizan.
¿No resulta sorprendente cómo definimos lo que es normal y aceptable según nuestro punto de vista y experiencia?
¿Por qué hacemos bautismos por los muertos?
Pila Bautismal dentro de los templos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
La mayoría de personas, sabe que, como miembros de la Iglesia nos interesa mucho la historia familiar, pero al mismo tiempo no sabe el porqué de nuestro interés.
La razón es simple y se puede resumir en algunos versículos de la Biblia.
En el Nuevo Testamento, a Jesucristo se le pregunta algo muy importante: ¿Qué tenemos que hacer para llegar al cielo?
El da unos requisitos simples:
- Tener fe en Su nombre
- Arrepentirnos
- Bautizarnos
Sencillo, ¿verdad?
En realidad, no.
Existen miles de millones de personas que nunca han tenido o nunca tendrán la oportunidad de escuchar Su nombre, arrepentirse y bautizarse.
La mayoría de los cristianos consideran que la Biblia ha catalogado a esas almas como desdichadas para siempre y las ha condenado a vivir en el infierno toda la eternidad.
Infierno. Imagen: Canva
Sin embargo, este pensamiento ha cambiado a través de la historia. Es ahí donde entra el bautismo por los muertos.
Lo hacemos porque tenemos el deseo de ayudar a las personas que nunca tuvieron la oportunidad de conocer a Cristo y bautizarse. No es un invento, ni menos algo exclusivo de la Iglesia.
En la antigüedad, las basílicas católicas tenían murales en las paredes del sótano con las palabras “baptismo de morte”.
Basílicas católicas. Imagen: Canva
Es probable que, los primeros padres cristianos, que fueron instruidos por apóstoles, hayan recibido estas lecciones.
Pedro declaró que se enseñaría el evangelio a los muertos (1 Pedro 4:6) y que el mismo Cristo dirigiría ese esfuerzo en el mundo de los espíritus (1 Pedro 3:19)
Visitar el templo es más que ayudar a nuestros antepasados
Visitar el templo es más que ayudar a nuestros antepasados. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Cuando vamos al templo servimos a nuestros antepasados y hacemos algo que ellos no pudieron llevar a cabo por sí mismos.
Hacemos la obra “vicaria” para nuestros familiares y amigos que han fallecido. El templo es donde nuestro corazón se vuelve hacia nuestros antepasados.
El Antiguo Testamento termina con la promesa de que Cristo vendría para asegurarse de que la salvación se efectuara de manera justa y equitativa a través de Elías.
Eso tiene mucho sentido para mí.
Cuando vamos a los templos, podemos ayudar a nuestros familiares a conocer el evangelio. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
A pesar de que las personas del mundo piensen que esto una “pérdida de tiempo”, considero que no es así.
Ir al templo es algo que nos une como familia, algo que hacemos para servir a los demás y enseñar a nuestros hijos a utilizar su tiempo libre para servir de forma desinteresada.
Estamos haciendo algo bueno en la tierra y al otro lado del velo.
Fuente: Greg Trimble
