Muchas veces hemos escuchado o incluso, hecho este tipo de preguntas, sin darnos cuenta de que podemos lastimar a esa persona.
Evitemos realizar este tipo de preguntas y seamos más empáticos unos con otros.
Has subido de peso, ¿verdad?
Evitemos hacer comentarios sobre la apariencia de los demás. Imagen: iStockPhoto
Jesucristo dijo sobre el aspecto físico:
“Porque Jehová no mira lo que el hombre mira, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16: 7).
Si para el Señor no es importante la apariencia de los demás y tampoco hizo comentarios al respecto, nosotros tampoco deberíamos hacerlo.
Uno de nuestros propósitos en la vida es llegar a ser como Él y Él vio el corazón de los que le rodeaban antes que cualquier otra cosa.
Esforcémonos por imitar Su empatía y prudencia al hablar.
¿Para cuándo te casas?
Cada quien tiene su propio tiempo. Foto: Christopher Alvarenga, Unsplash
La Primera Presidencia – conformada por Ezra Taft Benson, Gordon B. Hinckley, Thomas S. Monson – aconsejó:
“La decisión de casarse es de tal importancia que debe tomarla la persona solo después de haber orado mucho al respecto y tras haber considerado el casamiento con gran detención y reflexión” (Manual del presidente de misión [31153 002], pág. 30).
El matrimonio es una decisión muy importante, que se debe tomar de forma consciente, cuando uno se sienta preparado espiritual y temporalmente para mantener un hogar.
Evitemos hacer esta pregunta porque genera presión en los solteros y puede causar que den este paso de manera apresurada y se casen con la persona equivocada.
El presidente Holland aconsejó que no tomemos una decisión eternamente significativa con prisa. Imagen: Canva
El presidente Harold B. Lee dijo:
“No es mi intención instar a los varones más jóvenes a que se casen demasiado pronto, ya que, a mi modo de ver, el hacerlo constituye uno de los problemas de la vida contemporánea.
No queremos que un varón joven considere casarse hasta que tenga la capacidad de cuidar de una familia, de establecerse por sí mismo y de ser independiente.
Debe asegurarse de que ha encontrado a la muchacha que prefiere, de que ha salido con ella lo suficiente para que se conozcan bien y de que se conozcan las faltas de cada cual y aun así se quieran” (Ensign, enero de 1974, pág. 100).
¿Cuándo tendrás hijos?
La decisión de cuándo tener un bebé es una decisión de la pareja y Dios. Imagen: Shutterstock
El élder Neil L. Andersen enseñó:
“Cuándo tener un hijo o cuántos hijos tener son decisiones privadas entre el esposo, la esposa y el Señor. Estas son decisiones sagradas, decisiones que se deben tomar en sincera oración y realizarse con gran fe”.
Cada pareja tiene sus propios planes de vida y ellos deciden cuándo traer hijos al mundo. Es un tema personal. Tal vez, por la emoción de ver un matrimonio joven se te pueda escapar esta infidencia.
Pero, debes evitarlo porque esa misma pregunta se la hacen muchas más personas y llega a ser muy incómodo.
El manual de la Iglesia instruye:
“La decisión con respecto a cuántos hijos tener y cuándo tenerlos es extremadamente íntima y privada y debe quedar entre los cónyuges y el Señor. Los miembros de la Iglesia no deben juzgarse unos a otros en este asunto”.
¿Y ese milagro que has venido a la Iglesia?
Hagamos de la Iglesia un lugar acogedor para todos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
De las preguntas anteriores, esta es la más grave porque no pensamos en lo que a esa persona que estuvo inactiva le costó decidir volver. Cuando hacemos esta pregunta, en lugar de edificar, desanimamos y avergonzamos a nuestro prójimo.
El obispo presidente Gérald Caussé nos exhortó:
“Cualquiera que venga a nuestras reuniones debe sentirse como en casa. La responsabilidad de darle la bienvenida a todos tiene cada vez más importancia…”
Así como Jesucristo siempre nos espera con los brazos abiertos, aunque nos hayamos equivocado o alejado de Él, nosotros debemos hacer de la Iglesia un lugar cómodo y acogedor para todos.
Antes de juzgar, amemos como lo hizo Jesucristo. Imagen: “His life”
Jesucristo enseñó:
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:36-39).
Antes de hacer este tipo de comentarios, preguntémonos: “¿Qué podría hacer para asegurarme de que esta persona sienta el amor y la aceptación del Salvador?”
Solo demostrando amor, el mismo que Cristo nos da y nos pide que brindemos a otros, haremos que nuestro prójimo se sienta bienvenido en la Iglesia.
Espero que este artículo te haya ayudado y recuerda, seamos más empáticos y evitemos hacer estas preguntas en la Iglesia.
Fuente: Instagram
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@masfe.org Si estás volviendo a la iglesia o estás pensando en hacerlo, déjame decirte que eres muy valiente. El Padre te está esperando 🥹❤️🩹 #volver #iglesia #volveralaiglesia #jesusteama #cristianostiktok #fypシ #valiente #animo #diosteestaesperando #paz #abrazo ♬ Oceans Lofi (Remix) – Aurel Surya Lie
