Como Santos de los Últimos Días, somos capaces de ayudar a traer esperanza a la vida de quienes viven sin Dios en el mundo. Podemos compartir nuestro testimonio de la verdad sobre nuestra existencia: la muerte no es el fin.
Además, podemos responder muchas preguntas sobre la vida después de la muerte. Es posible hacer esto gracias a las verdades claras y preciosas del evangelio restaurado que han sido reveladas.
A continuación, compartiré breves respuestas a algunas de las preguntas más comunes sobre la muerte.
¿Qué nos sucede inmediatamente después de morir?
¿Qué dice la Iglesia de Jesucristo sobre la muerte? Imagen: Canva
Al morir, nuestro espíritu se separa de nuestro cuerpo y luego, entra al mundo de los espíritus (Santiago 2:26; Alma 40:11).
¿Cómo es nuestro espíritu?
Nuestro cuerpo espiritual tiene el mismo aspecto que poseía en la vida preterrenal: un cuerpo humano en una forma adulta perfecta (Éter 3:16; Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith [1998], págs. 131–32).
Después de la muerte, nuestro espíritu tendrá las mismas actitudes, apetitos y deseos que teníamos en el momento de nuestra muerte física en la Tierra (véase Alma 34:34).
¿Qué es el espíritu?
El espíritu es una clase de materia, solo que “más refinado o puro” (D. y C. 131:7).
¿Cómo es el mundo de los espíritus?
Mundo de los espíritus. Ilustración por G. Bjorn Thorkelson.
Hay dos estados o divisiones principales entre los espíritus en el mundo de los espíritus: el paraíso y la prisión espiritual.
Los espíritus justos van al paraíso, que es “un estado de descanso, un estado de paz, donde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena” (Alma 40:12).
Se dice que los espíritus de las personas que aún no han recibido el evangelio de Jesucristo se encuentran en la cárcel espiritual (1 Pedro 3:18–20). Sin embargo, todavía pueden elegir el bien o el mal y aceptar o rechazar el evangelio.
Los espíritus que están en el paraíso pueden predicarles el evangelio (D. y C. 138).
Aquellos cuyo espíritu y cuerpo están separados durante mucho tiempo consideran esta separación como “un cautiverio” (D. y C. 45:17; 138:50).
¿Qué es el cielo?
Generalmente, se entiende que el cielo es el lugar que Dios habita y donde los justos eventualmente pueden morar. En este sentido, es diferente del paraíso del mundo de los espíritus.
¿Qué es el infierno?
¿Cómo es el infierno? Imagen: Shutterstock
En las Escrituras, el infierno puede referirse a una de dos cosas: (1) “la morada temporaria en el mundo de los espíritus de quienes fueron desobedientes en esta vida mortal” o (2) “la morada permanente de aquellos que no son redimidos por la expiación de Jesucristo” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Infierno”).
En sentido general, es la condición espiritual que sufren quienes han rechazado el evangelio. José Smith enseñó:
“La gran miseria que se apodera de los espíritus de los que han muerto… consiste en darse cuenta de que no han alcanzado la gloria que otros disfrutan, la cual ellos mismos pudieron haber logrado; y son sus propios acusadores”. (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith [2007], 224)
¿Qué es la resurrección?
La resurrección es la reunión del espíritu y el cuerpo en un estado inmortal y perfecto (Alma 11:43).
¿Quién resucitará?
Todas las personas que han vivido en la Tierra resucitarán (1 Corintios 15:22 ; Alma 11:44).
¿Cuándo resucitaremos?
Jesucristo resucitado. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Las personas resucitarán en diferentes momentos. La resurrección de Jesucristo marcó el inicio de la primera resurrección, o la resurrección de los justos. Algunas personas justas ya han resucitado desde entonces.
Después de la Segunda Venida de Jesucristo, muchas más personas justas resucitarán.
Durante el Milenio, otras personas buenas resucitarán. Después del Milenio, los malvados resucitarán (D. y C. 76:32–112 ; 88:97–101).
¿Cómo son los cuerpos resucitados?
Los cuerpos resucitados son de carne y hueso (Lucas 24:39 ), inmortales (Alma 11:45 ), perfectos (Alma 11:43 ), gloriosos y hermosos.
“No hay nada más bello que un hombre o una mujer resucitados” (Presidente Lorenzo Snow, The Teachings of Lorenzo Snow).
¿Qué sucede después de que resucitamos?
Después de que todas las personas hayan resucitado y el Milenio haya terminado, seremos llevados a la presencia de Dios para ser juzgados de acuerdo con nuestras palabras, hechos, pensamientos y deseos (Apocalipsis 20:12 ; Alma 12:14 ; D. y C. 137: 9 ). Jesucristo será nuestro Juez (Juan 5:22, 27–29 ; Romanos 14:10).
¿Qué pasará después del juicio final?
Los que obtengan la vida eterna serán recibidos en el hogar del Padre Celestial. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de Los Últimos Días
Después del juicio final, recibiremos una de las siguientes recompensas eternas:
- Reino celestial: el hogar del Padre Celestial, Jesucristo y de todos aquellos que han calificado para la vida eterna al hacer y guardar todos los convenios del evangelio (véase D. y C. 76:50–70).
- Reino terrestre: el hogar de aquellas buenas personas que no aceptaron el evangelio de Jesucristo, pero lo recibieron en el mundo de los espíritus o que no fueron valientes en el testimonio de Jesucristo en vida (véase D. y C. 76:71–80).
- Reino telestial: el hogar de aquellos que fueron inicuos y no aceptaron el evangelio de Jesucristo, quienes no resucitaron hasta después del Milenio (véase D. y C. 76:81–89).
- Castigo sin fin: el estado final de los hijos de perdición, así como del enemigo y sus ángeles (véase D. y C. 76:31–49).
¿Qué harán las personas en el reino celestial?
¿Qué haremos en el reino de gloria que nos corresponda? Imagen: Getty Images
Aquellos que hereden el grado más alto del reino celestial serán exaltados, lo que significa que tendrán vida eterna, serán como nuestro Padre Celestial y recibirán todo lo que Él posee.
Llegar a ser como el Padre Celestial significa adquirir Sus atributos de perfección, incluidos el amor y el servicio.
Asimismo, significa participar de Su obra y gloria, que es “llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39).
La exaltación incluye ser sellado en matrimonio por la eternidad, vivir en familias eternas y tener descendencia espiritual eterna (D. y C. 76:59, 62; 130:2; 132:19–23).
¿Qué harán las personas en los otros reinos?
Aquellos en otros reinos serán ángeles, que “son siervos ministrantes para ministrar a aquellos que son dignos de un peso de gloria mucho mayor, y predominante, y eterno” (D. y C. 132:16).
No se casarán ni tendrán descendencia espiritual (D. y C. 131:1–4; 132:16–17).
Fuente: ChurchOfJesusChrist.org
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