Los “misioneros de oro” y 4 cosas que no sabías de los inicios de la obra misional

El siguiente es un extracto del volumen 2 de “Santos” que cubre temas desde la edificación de los templos, el crecimiento de la obra misional, los desafíos con la poligamia, los detalles de los terribles eventos de Mountain Meadows y un vistazo a la vida de los miembros de Europa hasta las islas.

A continuación, compartiré 5 datos sobre los inicios de la obra misional que se mencionan en el nuevo volumen de Santos. ¡Veamos!

1. Se llamó con vacilación a “misioneros de oro” durante la fiebre del oro en California

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“La Primera Presidencia… analizó la posibilidad de enviar misioneros a buscar oro en California.

Brigham aún se sentía indeciso en cuanto a esta opción. Él creía que las ansias de tener oro corrompían y distraían a las buenas personas de la causa de Sion. Sin embargo, el oro podría servir a un sagrado propósito si ayudaba a financiar a la Iglesia y la emigración.

Si él llamaba a misioneros a los yacimientos de oro de California, probablemente ellos podrían reunir los fondos que eran tan necesarios para la obra de Dios.

Pero, estos misioneros tendrían que ser hombres buenos y rectos, a los que el oro les importara tan poco como el polvo debajo de sus pies”.

Lee más sobre el propósito de estos misioneros y quién fue llamado a servir en el capítulo 9.

2. La conexión entre el don de lenguas y la obra misional se estableció al principio de la Iglesia

Libro de Mormón

“Gradualmente, George comenzó a sentirse más cómodo con ese idioma. Una noche en que él y sus compañeros estaban en casa conversando con sus vecinos, George se dio cuenta de repente de que podía entender la mayor parte de lo que ellos decían.

De un salto se puso de pie y poniendo las manos a los lados de la cabeza exclamó que había recibido el don de interpretación de lenguas”.

Lee más sobre la obra misional de George Q. Cannon en Hawái en el capítulo 9.

3. Los misioneros ya eran enviados a lugares como China y Jamaica en 1852

“La conferencia comenzó el 28 de agosto de 1852. Ese día, la Primera Presidencia llamó a 107 hombres a misiones en India, Siam, China, Sudáfrica, Australia, Jamaica, Barbados y otros lugares del mundo.

‘Los llamamientos a misiones que vamos a hacer durante esta conferencia no van a ser muy largos, por lo general’, dijo George A. Smith a modo de broma.

‘Probablemente sea entre tres y siete años el tiempo que un hombre tendrá que ausentarse de su familia’”.

Aprende más sobre los inicios de la obra misional en el capítulo 10.

4. El periódico Deseret News solía imprimir cartas de los misioneros de todo el mundo

“Ocho meses después de la partida de Jacob, Ann Eliza se sentía más conforme con su ausencia.

El periódico Deseret News a menudo imprimía cartas de los élderes de todo el mundo, que brindaban información a los Santos acerca de la obra misional en lugares tan remotos como Australia, Suecia, Italia e India.

A veces, esas cartas informaban de una intensa oposición a los misioneros.

De hecho, dos días antes de recibir las cartas de Jacob, Ann Eliza había leído en Deseret News acerca de los esfuerzos que hacía el gobierno por expulsar a un misionero de Hamburgo”.

Lee más sobre la obra misional mundial en la Iglesia primitiva en el capítulo 12.

5. Uno de los primeros idiomas al que se tradujo el Libro de Mormón fue el español

libro de mormon

“Una vez que llegó a Salt Lake City, Melitón conoció a un hombre de habla hispana que le presentó a Brigham Young y a otros líderes de la Iglesia.

Brigham había solicitado recientemente a dos hombres, Daniel Jones y Henry Brizzee, que se prepararan para ir a una misión a México.

Brigham creía que algunos de los descendientes de los pueblos del Libro de Mormón vivían allí y ansiaba hacerles llegar el Evangelio. No obstante, también sabía que Parley Pratt había intentado llevar el Evangelio a Latinoamérica en 1851 y que la tarea había sido infructuosa, en parte, porque el Libro de Mormón no se hallaba disponible en español.

Como parte de la preparación de Daniel y Henry, Brigham les había pedido que estudiaran el idioma y que, con el tiempo, tradujeran el libro de Mormón.

Ambos sabían algo de español, pero la idea de traducir un libro de Escrituras era intimidante y ninguno de ellos creía tener experiencia suficiente con el idioma. Necesitaban un hispanohablante de lengua materna que pudiese ayudarlos”.

Lea más sobre los milagros detrás de esta traducción en el capítulo 28.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Jannalee Sandau y fue publicado en ldsliving.com con el título “Gold missionaries and 4 other things you might not have known about early missionary work”.

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