Pregunta
Sé que muchas personas han perdido la fe en la Iglesia de Jesucristo o han sentido que su fe se ha debilitado porque algunas partes de su bendición patriarcal son muy similares a otras. ¿Existe una razón por la que algunas bendiciones patriarcales son similares entre sí?
Respuesta
Es cierto que muchas preguntas que recibo buscan comprender lo que contiene su bendición patriarcal.
Las partes de la bendición patriarcal que se incluyen en estas preguntas suelen ser lo suficientemente comunes como para publicarlas a fin de que otros lectores que tienen una bendición similar y preguntas parecidas puedan recibir una respuesta.
Dicho esto, no me sorprende que las personas que comparen su bendición patriarcal con otra encuentren ciertas similitudes.
Adicionalmente, debo resaltar que las revelaciones que siguen un patrón determinado preceden a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En junio de 1829, antes de que se organizara la Iglesia, David, John y Peter Whitmer, hijo, querían que el Señor les dijera cuál era el deber que tenía cada uno.
En respuesta, se les dieron revelaciones individuales que detallaban el comienzo de su servicio en la Restauración.
Al compartir la revelación de John Whitmer (dada a través de José Smith), destaco los aspectos personales de la misma:
“Da oído, mi siervo John, y escucha las palabras de Jesucristo, tu Señor y Redentor.
Pues he aquí, te hablo con claridad y con poder, porque mi brazo cubre toda la tierra.
Y te declararé lo que ningún hombre sabe, sino tú y yo únicamente, porque muchas veces has deseado saber de mí lo que para ti sería de mayor valor.
He aquí, bendito eres por esto, y por haber declarado mis palabras que, de conformidad con mis mandamientos, yo te he comunicado.
Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será declarar el arrepentimiento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi Padre. Amén”. —Doctrina y Convenios 15
El Señor, conociendo personalmente a John Whitmer, le informó que es consciente de sus muchas oraciones concernientes a su deber y, en consecuencia, se le llama a declarar el arrepentimiento.
A Peter Whitmer, hijo, también se le informa que Dios lo conoce personalmente y esta fue la respuesta que recibió:
“Da oído, mi siervo Peter, y escucha las palabras de Jesucristo, tu Señor y Redentor.
Pues he aquí, te hablo con claridad y con poder, porque mi brazo cubre toda la tierra.
Y te declararé lo que ningún hombre sabe, sino tú y yo únicamente, porque muchas veces has deseado saber de mí lo que para ti sería de mayor valor.
He aquí, bendito eres por esto, y por haber declarado mis palabras que, de conformidad con mis mandamientos, yo te he comunicado.
Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será declarar el arrepentimiento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi Padre. Amén”. —Doctrina y Convenios 16.
El Señor, conociendo personalmente a Peter Whitmer, hijo, le informó que es consciente de sus muchas oraciones concernientes a su deber y, en consecuencia, se le llama a declarar el arrepentimiento.
El mensaje es similar, sin embargo, sigue siendo personal y sincero. Dios está comenzando Su obra maravillosa y necesita ministros y misioneros. Y así, el Señor llama y capacita a Sus siervos de manera individual.
Lo mismo sucede en la actualidad, con los misioneros que son llamados y asignados por revelación, pero que reciben dicha revelación como una carta que sigue un patrón determinado.
La diferencia aquí, sin embargo, es que los misioneros son llamados a través de la revelación para cada joven individualmente, mostrando cosas que solo el Señor y el receptor conocen.
Y eso sigue siendo cierto. Puede que Peter y John sepan que el otro está preocupado por su deber, pero la magnitud del mismo, las “muchas veces” que oraron, sólo la conoce el Señor.
Las declaraciones en sí mismas son lo suficientemente verdaderas a nivel individual, pero ¿por qué usaría el Señor las mismas palabras en las dos revelaciones?
Seguramente, después de orar tres veces al día para que nuestras comidas sean bendecidas y nos “fortalezcan y nutran” (en ocasiones repitiendo algunas frases), podemos mostrar cierta misericordia cuando los siervos del Señor repiten las mismas frases o temas al extender una bendición.
De hecho, cada Santo de los Últimos Días hace un convenio personal mediante el bautismo y la Santa Cena usando las mismas oraciones; sin embargo, no tenemos ningún problema con estas bendiciones que se pronuncian sobre nosotros.
No es diferente con la bendición patriarcal. Es una revelación personal dada a través de una persona que tiene la autoridad para ejercer dicho llamamiento.
Algunos temas que puedes encontrar en una bendición patriarcal son comunes:
- Se declara la descendencia del receptor a fin de que pueda estudiar las bendiciones adicionales prometidas
- Se declaran promesas de exaltación condicionadas a la fidelidad (a veces se utiliza la frase “mañana de la primera resurrección” para capturar este sentimiento).
- Se declaran promesas y responsabilidades de Doctrina y Convenios 76 y 132
- Comúnmente, se mencionan hitos importantes en la vida de la persona, como la misión, el matrimonio y la familia.
Estas bendiciones se pronuncian sobre cada persona y no se pueden negar, independientemente de quién más haya recibido las mismas bendiciones.
Además, aunque muchos de estos elementos comunes se han compartido públicamente, se convierten en mandamientos personales cuando así se administran.
Finalmente, vemos las mismas palabras repetidas para estos temas al comparar una bendición patriarcal porque a menudo provienen del mismo revelador que, habiendo encontrado una forma clara de transmitir una bendición puede optar por hacerlo de la misma manera cuando el mensaje es el mismo.
Después de todo, la repetición de las mismas tres palabras (“Te amo”) para nuestros seres queridos de ninguna manera minimiza la verdad de la declaración que realizamos.
Fuente: Askgramps