12 maneras de cuidarte mientras cuidas a alguien que padece de una enfermedad mental

depresión

Si alguien que amas lucha contra alguna enfermedad mental – ya sea depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, adicción u otro problema de salud mental – la vida puede ser difícil para esta persona. Pero, también puede ser desafiante para ti y los otros que aman a esa persona.

Una vez leí que cuando un familiar padece de una enfermedad mental, puede ser como si toda la familia padeciera una enfermedad mental porque establecer un equilibrio emocional para todos puede ser difícil. Dicho esto, es importante tener en cuenta que no hay dos situaciones iguales.

Por ejemplo, en algunos casos, la persona que padece de una enfermedad mental tiene gran conocimiento de su situación, lo que puede ser muy útil. Sin embargo, en otras situaciones, la persona que está luchando puede conocer poco o nada de su enfermedad.

Independientemente de cuál pueda ser el caso, cuando alguien que amas sufre de una enfermedad mental, puede ser fácil descuidar tu propio bienestar, intensificando aún más una situación ya desafiante. Si tu ser querido está luchando, date un regalo a ti mismo y a él al cuidarte bien. Este cuidado personal hará que la vida sea menos estresante y te ayudará a satisfacer sus necesidades.

A continuación, compartiré 12 sugerencias para ayudarte a comenzar:

1. Aprovecha el poder de la oración

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Pocas cosas hacen que una persona se sienta menos sola en sus pruebas que una conexión profunda y continua con el Padre Celestial. Haz de tus oraciones personales una prioridad.

Arrodíllate a primera hora de cada mañana. Conéctate con quien estará para ti sin importar qué suceda.  Abre tu corazón: tus preocupaciones, tus miedos y tus inquietudes con respecto a ayudar a tu ser querido.

Podemos recibir el enorme poder y consuelo del Espíritu al orar sincera y constantemente. Asimismo, podemos recibir un poder adicional al detenernos a orar cuando sea necesario.

2. Busca alimento espiritual

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Amar y apoyar a alguien que sufre de una enfermedad mental puede ser sumamente agotador, así que comprométete a alimentarte espiritualmente. Te beneficiarás, pero también lo harán aquellos que te rodean. Especialmente, tu ser querido.

Un estudio centrado en los discursos de la Conferencia General y los pasajes de las Escrituras puede ser particularmente útil en tu situación. El discurso de la Conferencia General de octubre de 2013 del Élder Jeffrey R. Holland, “Como una vasija quebrada”, es un excelente lugar para comenzar.

3. Infórmate

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Aprende todo lo que puedas acerca de la enfermedad mental de tu ser querido. Lee un libro, toma un curso, habla con un médico experto y usa recursos confiables en línea como el Instituto Nacional de Salud. Aprende cómo hablar con tu ser querido, cómo establecer límites cuando sea necesario y cómo animarlo a obtener el cuidado médico que necesite.

Cuanto más sepas y entiendas sobre los desafíos de tu ser querido, más ayuda podrás brindarle. Eso es bueno para ambos.

4. Encuentra un lugar seguro para hablar

hablar de Religión

Cuando alguien que amas está pasando por desafíos, ayuda tener a otra persona con la que puedas hablar. Elige a alguien en quien puedas confiar: alguien que se preocupe por lo mejor para ti y tu ser querido, ya sea un amigo, un obispo o un familiar. O, quizás, sea un terapeuta que pueda escucharte y haga comentarios útiles.

También podría ser de gran ayuda encontrar un grupo de apoyo, en tu área, para personas cuyos seres queridos enfrentan dificultades similares. Asimismo, puedes considerar usar un diario como uno de tus lugares seguros.

5. Establece vínculos y crea recuerdos positivos

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Cuando los tiempos se vuelvan particularmente difíciles, las partes más agradables de tu relación se pueden descuidar o, incluso, olvidar fácilmente. Insiste en relacionarte con tu ser querido de maneras simples y positivas siempre que sea posible.

Los actos sencillos de amor son buenos para tu ser querido y para ti porque le dan un sentido necesario de normalidad a la relación. Es posible que no siempre sepas cuándo llegará el próximo periodo difícil, pero ambos se beneficiarán – en los buenos y malos momentos –  de aprovechar todas las oportunidades de compartir la luz del sol.

6. Date un descanso

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Cuando las cosas son difíciles, es fácil entrar en modo de supervivencia, hacer lo que sea que puedas para ayudar a tu ser querido mientras te mantienes a flote.  Si quieres evitar el agotamiento, o recuperarte de él, date un descanso para recargar. Tus tiempos de descanso pueden ser tan simples como leer un buen libro, ver una película o almorzar con un amigo.

Si tu ser querido está pasando por un momento especialmente difícil, asegúrate de que alguien esté disponible para ayudarlo cuando sea necesario, para que puedas tomarte un descanso sin demasiada preocupación o culpa.

Puede ser difícil permitirte tomar ese tiempo, pero tómalo regularmente si es posible ya que regresarás renovado y más listo para apoyar a tu ser querido.

7. Escoge la gratitud

impresión del espíritu

Cuando las cosas son difíciles y no sabes qué depara el futuro, es fácil desanimarse. Si bien eso es natural, no permitas que la desesperación te atrape. Invita a la luz al reflexionar sobre las bendiciones en tu vida.

Esto puede ser tan simple como tomar un par de minutos adicionales en tus oraciones para agradecer, sin apresurarte, por las cosas que están yendo bien; escribir por lo que estás agradecido en tu diario, o tal vez escribir una nota de agradecimiento.

8. Come para obtener equilibrio emocional

Una dieta pesada en calorías vacías te prepara para una montaña rusa de emociones, que es lo último que necesitas. Mejorar nuestras dietas puede ayudar a cambiar nuestra perspectiva emocional para mejor.

En lugar de modificar tu dieta de golpe, considera hacer un solo cambio por semana. Pronto, verás que cambiaste tu dieta drásticamente para mejor.

9. Ejercítate para estresarte menos

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Las investigaciones demuestran que salir a caminar o trotar puede hacer una gran diferencia en el nivel de estrés de una persona. Si no tienes ese tipo de tiempo, incluso 10 minutos pueden tener un impacto positivo. El ejercicio reduce los niveles de la hormona del estrés del cuerpo y estimula la producción de endorfinas, que producen una sensación de relajación y optimismo. ¿Quién no necesita un poco de eso, especialmente en circunstancias estresantes?

Si no estás haciendo ejercicios regularmente, haz un plan sobre cómo hacerle un espacio en tu horario a esta actividad. Se creativo. Por ejemplo, pon un poco de música que te active y realiza un baile familiar improvisado. Toda la familia se sentirá mejor después de un poco de diversión que les dé energías.

10. Ignora las críticas de los demás

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Cuando una persona no ha experimentado problemas de salud mental por sí misma o con un ser querido, a veces carece de compasión o es hiriente sin querer.

En un barrio, la hija de una hermana estaba pasando por dificultades. Cuando un pequeño grupo de mujeres del barrio comenzó a murmurar al respecto, la hermana tomó sus críticas de manera muy personal, hasta que un día se dio cuenta de que esas mujeres no la conocían a ella ni a su hija ni sabían con lo que estaban lidiando. Pero, Dios sí. Él vio a una madre que hacía todo lo que podía por amar y apoyar a una hija que estaba luchando muchísimo.

No permitas ni un minuto que las críticas de los demás determinen quién eres o quién es tu ser querido. Dios sabe quién eres. Él sabe quién es tu ser querido. Confía en Su amor, guía y consuelo mientras sigues esforzándote por hacer lo mejor que puedes.

11. Ayuda a quitar el estigma de las enfermedades mentales

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Desafortunadamente, las enfermedades mentales siguen llevando un estigma sumamente aislado. Elyn Saks, profesora de la Facultad de Derecho de USC, que luchó contra la esquizofrenia durante más de 30 años, dice, “La gente puede culpar a la persona [que sufre de alguna enfermedad mental], sin darse cuenta de que una enfermedad mental es una enfermedad del cerebro que no se irá simplemente”.

Siempre que sea posible, defiende a las personas que luchan contra las enfermedades mentales y enséñales a los demás sobre la naturaleza de dichas enfermedades. Cuanto más entiendan las personas sobre las enfermedades mentales, más personas podrán ser compasivas.

12. Crea y utiliza un juego de herramientas del Evangelio

Élder Kevin W. Pearson

La oración y el estudio de las Escrituras son herramientas esenciales para navegar en tiempos difíciles, pero no te detengas ahí. Haz una lista de todas las herramientas posibles del Evangelio que puedas utilizar en tus circunstancias y utilízalas con frecuencia.

Asegúrate de incluir el perdón, incluso perdonar a tu ser querido y a ti mismo cuando cometan errores. Asimismo, incluye el ayuno por la perspectiva e inspiración que puede traer a tu vida.

Incluye la participación centrada y reflexiva de la Santa Cena como una forma poderosa de permanecer en tierra semana tras semana. Agrega esperanza y fe. Además, asegúrate de incluir el amor, ya que nunca te puedes equivocar cuando eliges actuar con amor.

Es posible que no siempre recibas el amor de la forma en que esperabas, pero sabrás que eres amado de maneras que te sostendrán cada día.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Debra Sansing Woods y fue publicado en ldsliving.com con el título “12 Ways to Care for Yourself While Caring for Someone with Mental Illness”.

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