Hace poco, estuve conversando con una buena amiga y ella mencionó que Lamán y Nefi recibieron una respuesta sobre el significado del sueño de Lehi, su padre.
El sueño de Lehi por Steven Lloyd Neal.
Nefi recibió su respuesta de Dios y Lamán, de Nefi. Eso marcó una gran diferencia.
Joseph F. Smith dijo:
“Al hablarle al espíritu del hombre, el Espíritu de Dios tiene el poder de impartir la verdad con mayor efecto y entendimiento que cuando se imparte la verdad mediante contacto personal, incluso con seres celestiales.
Por medio del Espíritu Santo la verdad se entrelaza con la fibra y nervios mismos del cuerpo, de manera que no puede olvidarse”.
Todos deseamos tener y que nuestros seres queridos tengan experiencias personales con el Señor, tal como Nefi, pero no podemos HACER que eso suceda.
Nefi, Lamán y Lemuel discuten sobre la construcción de un barco. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Sin embargo, mientras reflexionaba sobre las primeras experiencias espirituales de Nefi, noté un patrón.
La experiencia de Nefi, cuando el Señor lo visitó (1 Nefi 2:16), se produjo porque clamó a Él con el deseo de entender las cosas que su padre vio en una visión acerca de la necesidad de dejar Jerusalén.
“Y sucedió que yo, Nefi, siendo muy joven todavía, aunque grande de estatura, y teniendo grandes deseos de conocer los misterios de Dios, clamé por tanto al Señor; y he aquí que él me visitó y enterneció mi corazón, de modo que creí todas las palabras que mi padre había hablado; así que no me rebelé en contra de él como lo habían hecho mis hermanos”.
La experiencia de Nefi al ver un ángel y ser guiado por el Espíritu para obtener las planchas, se produjo después de que Lehi recibió la revelación del Señor para obtener las planchas de bronce.
Y, la visión de Nefi en 1 Nefi 11, se produjo porque deseaba saber las cosas que su padre vio en su sueño del árbol de la vida.
Nefi, Lamán, Lemuel y Sam. Foto: David Guerrero, Church News
Aparentemente, las primeras experiencias espirituales de Nefi, se produjeron debido a que su padre tuvo y compartió sus propias experiencias espirituales.
Eso realmente me impactó.
Tener experiencias constantes con Dios y compartirlas con nuestros seres queridos, en especial con nuestros hijos, podría conducirlos a tener sus propias experiencias divinas.
No podemos forzarlas, pero podemos inspirarlas, así como sucedió con Nefi y Sam:
“Y le hablé a Sam, declarándole las cosas que el Señor me había manifestado por medio de su Santo Espíritu. Y aconteció que él creyó en mis palabras” (1 Nefi 2:17).
Nefi orando. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
No todos aceptarán el llamado espiritual, pero algunos sí lo harán y luego, podremos seguir el ejemplo de Nefi:
“Mas he aquí, Lamán y Lemuel no quisieron escuchar mis palabras; por lo que, afligido por la dureza de sus corazones, rogué al Señor por ellos” (1 Nefi 2: 18).
Como dijo Tyler Griffen: “Satanás arrastra, pero Dios guía”.
Fuente: Come Follow Me Daily
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