¿Cuál era el idioma que se hablaba antes de la Torre de Babel?

Según la revista “Ethnologue”, hay alrededor de 7,097 idiomas distintos en todo el mundo. Hablar cada uno de ellos sería básicamente imposible, pero si nos remontamos varios miles de años atrás en la historia, observaremos que todos estos idiomas no existían.

Es por ello que, según la Biblia, hubo una época donde toda la Tierra tenía “una sola lengua” y unas mismas palabras (Génesis 11:1). Sin embargo, las personas, al intentar edificar una torre que llegase al cielo, fueron confundidos en su idioma por Dios. 

Viendo esto, ¿te imaginas poder hablar el primer idioma del mundo? Por lógica, Adán lo hablaba, y en honor a él, por ser el primer humano de la historia, lo llamaron del “idioma adámico”. 

Veamos entonces algunas características importantes de esta lengua prístina, su origen, y qué personajes relevantes la hablaban. 

Su origen

adán y eva en el jardín de edén

La primera lengua del mundo fue el idioma hablado por Adán y Eva. Arte: “Adán y Eva” por Douglas M. Fryer

Según la tradición abrahámica, la lengua adámica era el idioma hablado por Adán y Eva en el Jardín del Edén. Asimismo, era el lenguaje que utilizaba Dios para comunicarse con ellos dos.

También se cree que es el idioma que utilizó Adán para darle nombre a todas las cosas, tal como se registra en Génesis 2:19. 

No obstante, como se mencionó anteriormente, cuando las civilizaciones decidieron construir la gran torre, que posteriormente se llamó la Torre de Babel, el habla se diseminó y la confusión de lenguas fue realizada por el Gran Creador. 

torre de babel

Al ver la construcción de la torre de Babel, Dios confundió el idioma de todos en la tierra. Imagen: DeAgostini, Getty Images

Según las palabras de Fernando Aedo, estudioso del lenguaje adámico: 

“[El Señor] inició una perturbación neolingüística en las diferentes familias porque deseaba que existiera diversidad a fin de evitar una vez más la sed de los tiranos dictadores de usurpar el orden que había establecido con su Sacerdocio legado sólo para los que seguían sus preceptos”.

Entonces, podríamos concluir que el lenguaje adámico desapareció en dicha “perturbación neolingüística”, pero gracias al Libro de Mormón, tenemos el relato de Jared, su hermano y su familia, quienes no fueron confundidos en esta perturbación.

El hermano de Jared le pidió al Señor que no confundieran su lengua y Él Señor se los concedió. Arte: “The Brother of Jared Sees the Finger of the Lord” by Arnold Friberg

Después que el lenguaje del pueblo fue confundido por el Señor, Jared le pidió a su hermano, quien era altamente favorecido del Señor, que suplicara para que no confunda sus palabras, es decir, su idioma (Éter 1:34).

Es así que, debido a su gran fe, el hermano de Jared, cuyo nombre real es Mahonri Moriáncumer (Éter 2:13), suplicó al Señor y Él se compadeció de Jared, no confundiendo así el lenguaje de ellos. Es entonces, que el idioma adámico prevaleció a lo largo del pueblo jaredita. 

La característica más importante

ciudad de Enoc

Enoc pudo llevar a cabo su obra gracias al poder de su idioma. Arte: “Enoch and His People Are Taken Up to God”, by Del Parson;

El presidente Joseph Fielding Smith, en la obra titulada “The Way to Perfection”, enseñó una característica muy importante de la lengua que los jareditas hablaban: 

“En el libro de Éter se declara que Jared y su hermano le pidieron al Señor que no cambiara su idioma cuando ocurrió la confusión de lenguas en la torre de Babel.

Se les concedió la súplica, y conservaron el lenguaje de sus padres, el idioma adámico, que era potente aún en su forma escrita, de manera que las cosas que Mahonri escribió eran ‘tan potentes… al grado de impulsar al hombre al leerlas’. Tal era el idioma que Adán usaba, y fue el idioma con que Enoc pudo llevar a cabo su gran obra”.

Cielo con nubes

Será una gran dicha escuchar nuevamente las palabras de nuestro Padre Celestial en un idioma que cautiva a todo ser viviente. Imagen: Canva

Es en el versículo N.º 24 del capítulo 12 del libro de Éter que se da este increíble detalle. 

Es maravilloso saber que una lengua tan celestial como la que Adán habló en el principio de los tiempos haya tenido este potencial. 

Sin duda alguna será una gran dicha volver a escuchar de la boca de nuestro amado Dios aquel idioma que cautivará nuestra alma con las buenas nuevas que traerá su gloriosa Segunda Venida. 

*Imagen de Portada: “The Tower of Babel” (1563), Pieter Bruegel the Elder. Kunsthistorisches Museum, Vienna.

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Comentarios
Bien, compartir enseñanza es un don que cualquiera no sabe llegar. Seguid así. felicidades.
Santos Yalcala Vilca Nicolás

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