La importancia de Dios en la vida de las personas famosas

Sí, sé que te preguntarás por qué Más Fé decidió hablar de este tema cuando se supone que comparta contenido que se relacione más con el Evangelio y la Iglesia. Pero, toma un respiro, el objetivo de este artículo es que comprendas que, así como nosotros, los famosos necesitan creer en alguien, sentir que alguien los escucha.

Los famosos, al igual que nosotros, tampoco son perfectos y necesitan de la ayuda de nuestro Padre Celestial. Es por eso que hoy compartimos este artículo.

Gran parte del mundo conoce quién es Justin Bieber y sabe de su vida, ya sea porque es un believer o porque por casualidad se topó con alguna noticia sobre él o porque alguien le contó sobre él.

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Recientemente, en Los Ángeles, el cantante se puso un poco sentimental mientras hablaba de su próximo álbum, ya que recordó a su fuente de inspiración y fuerza para retomar su carrera musical, Dios.

Declaró para la revista Variety que Dios lo rescató de un “lugar muy oscuro”.

“Ni siquiera pensé que debía estar vivo y seguir adelante. Pero, siento que Dios me sacó de un lugar muy oscuro. Hay poder en la debilidad. El álbum es un reflejo de eso… gracias por estar para mí en mis peores momentos”.

Según informó el cantante, su álbum se centrará en temas de amor y matrimonio, ya que recientemente se casó con Hailey Bieber.

La moraleja aquí es que a pesar de todos los errores que podamos haber cometido, nuestro Padre Celestial no nos abandonará. Aún podremos sentir Su espíritu en nuestros momentos más oscuros y recurrir a Él.

No importa cuántas veces hayamos pasado por este mismo proceso, Él siempre nos esperará con los brazos abiertos.

“Testifico que el Salvador jamás se alejará de nosotros cuando lo buscamos con humildad para arrepentirnos; Él nunca nos considerará una causa perdida, ni nunca dirá: ‘Ay, no, ¡otra vez tú!’… Él lo entiende todo perfectamente, incluso el sentimiento de pesar, de vergüenza y de frustración que es, inevitablemente, consecuencia del pecado”. – Allen D. Haynie (“Recordemos en quién hemos confiado”, Conferencia General de octubre de 2010)

Fuente: Deseret News

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