Pregunta y respuesta: ¿Los Santos de los Últimos Días creen en el infierno?

Como Santos de los Últimos Días creemos en las Escrituras, por lo tanto, sí, creemos en el infierno, solo que de una manera diferente.

No creemos que todas las personas que han cometido más errores que actos buenos en su vida tendrán como castigo un tormento y sufrimiento eterno. No creemos en ese tipo de infierno.

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Los miembros de la Iglesia de Jesucristo no creemos que Dios tenga un infierno lleno de fuego para sus hijos desobedientes. Para nosotros Dios no es un Dios de castigos, sino que es un Dios de amor tal como enseñó el apóstol Juan y por eso Él no castiga a Sus hijos, sino que les da recompensas basadas en su grado de obediencia. Hasta el hijo más desobediente de Dios tiene una recompensa eterna que será mucho mejor de lo que pueda experimentar en esta vida, pero para los más obedientes hay una recompensa mucho mayor. A esas recompensas se les conoce como los grados de Gloria. #cielo #infierno #biblia #cristianos #cieloeinfierno #gradosdegloria #eternidad #diadeljuicio #paraiso #recompensa #justos #justicia #jesus #diosesamor

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La mayoría sitúa el cielo y el infierno como el destino final de las personas que han sido buenas o malas, pero para los Santos de los Últimos Días es algo más que eso.

Hay tres lugares que se pueden relacionar con lo que muchos consideran que es el infierno.

1. La prisión espiritual

Imagen: Canva

La prisión espiritual es otro nombre por el que se conoce al infierno. Es un lugar temporal en el mundo posterrenal para aquellos que murieron sin conocimiento de la verdad o para los que fueron desobedientes en esta vida.

Después de la muerte, a cada uno de nosotros les será asignado un lugar temporal para nuestro espíritu antes de la resurrección. Para aquellos de nosotros que aún no hemos recibido a Jesucristo y las ordenanzas que nos sellan a él (Mosíah 5: 15), seremos asignados temporalmente a un lugar llamado prisión espiritual.

La Iglesia de Jesucristo enseña:

“La prisión espiritual es un estado provisional en el que se enseñará el Evangelio a los espíritus y así tendrán la oportunidad de arrepentirse y aceptar las ordenanzas de salvación que se efectúen por ellos en los templos”.

La prisión espiritual nunca tuvo la intención de ser un lugar permanente. Y tampoco es realmente un lugar destinado al tormento de nuestras almas. Es un lugar destinado a la enseñanza y formación necesaria para llevar a las almas a Cristo.

Es una “prisión” porque no se le permite a nuestra alma avanzar hasta que ésta haya aceptado a Cristo como su Redentor. Estaremos atrapados aquí hasta que la puerta de la prisión se abra con la llave de nuestra fe en Jesucristo.

Doctrina y Convenios 138: 35 lo dice de esta manera:

Experiencias Cercanas a la Muerte

Imagen: Shutterstock

“De modo que se dio a conocer entre los muertos, pequeños así como grandes, tanto a los inicuos como a los fieles, que se había efectuado la redención por medio del sacrificio del Hijo de Dios sobre la cruz”.

Cuando los “prisioneros” hayan aceptado a Jesucristo y Su evangelio, entonces podrán morar en el paraíso hasta la resurrección.

Esto coincide con el pasaje que encontramos en Juan 5: 25:

“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán”.

Este primer “infierno”, por lo tanto, es diferente a la idea tradicional que tienen muchos. Nos brinda otra oportunidad para arrepentirnos y volver al Señor.

Si no hemos aceptado el Evangelio por ignorancia, prejuicio o terquedad durante la vida terrenal, todavía tenemos otra oportunidad, desde el momento de la muerte hasta el momento de la resurrección.

Cuando estemos listos para aceptarlo, Él nos recibirá. Al igual que Su senda, Su “mano está [siempre] extendida” (2 Nefi 19: 17).

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Hay pasajes en las Escrituras en los que se hace referencia a este infierno como sin fin o eterno. Esto no quiere decir que este estado continuará eternamente. Más bien, las frases “sin fin” o “eterno” son descripciones del origen de este “castigo”.

“Sin embargo, no está escrito que no tendrá fin este tormento, sino que está escrito tormento sin fin.

Porque, he aquí, yo soy sin fin, y el castigo que por mi mano se da es castigo sin fin, porque Sin Fin es mi nombre.

De ahí que: Castigo eterno es castigo de Dios. Castigo sin fin es castigo de Dios”. -Doctrina y Convenios 19: 6, 10-12

Esto significa que es de un origen infinito o divino por lo que el arrepentimiento también se ofrece como un don intencional del Señor para darnos la oportunidad de volver a Él.

2. El Reino Telestial

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Otra definición del infierno es el reino más bajo de gloria: el Reino Telestial.

Este no es un lugar temporal, sino un hogar permanente para aquellos de nosotros que, a pesar de que se nos enseñó el Evangelio durante nuestro tiempo en la prisión espiritual, no quisimos aceptar a Jesucristo y Su Evangelio.

“Estos son los que no recibieron el evangelio de Cristo ni el testimonio de Jesús. Son los que no niegan al Santo Espíritu. Son aquellos que son arrojados al infierno”. -Doctrina y Convenios 76: 82-84

Este es el lugar apartado para los “mentirosos y los hechiceros, los adúlteros y los fornicarios, y quienquiera que ama y obra mentira” (Doctrina y Convenios 76: 103).

También se incluyen aquellos que profesan seguir a Jesucristo “mas no recibieron el evangelio, ni el testimonio de Jesús, ni a los profetas, ni el convenio sempiterno” (Doctrina y Convenios 76: 101).

Aún así, el Reino Telestial no es un tormento sin fin, lejos de eso, es un reino de gloria. José Smith y Sidney Rigdon tuvieron una visión en la que vieron “la gloria del telestial, que sobrepuja a toda comprensión” (Doctrina y Convenios 76: 89).

En la infinita misericordia de Dios, incluso la morada permanente más baja para Sus hijos más desobedientes es un lugar que posee una gloria que sobrepasa todo nuestro entendimiento.

3. Las tinieblas de afuera

mundo de los espíritus

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Hay un infierno final que se adecúa un poco más con el estándar del infierno que tiene la mayoría en el mundo cristiano.

“He aquí, hay un lugar preparado para ellos desde el principio, el cual es el infierno”. -Doctrina y Convenios 29: 38

Este es un lugar que no tiene gloria porque no es digno de ella (Doctrina y Convenios 88: 24).

Este lugar es conocido como las tinieblas de afuera. Un artículo de la Iglesia de Jesucristo compartió que está poblado de aquellos que:

“Han aprendido a aborrecer la verdad con odio eterno y a amar la iniquidad. Llegan a una condición de la que no pueden arrepentirse.

El espíritu de asesinato llena sus corazones y, si tuvieran el poder, crucificarían de nuevo a nuestro Señor, lo que prácticamente hacen al luchar en contra de Su obra y al tratar de destruirla y a sus profetas…

Antes de que un hombre pueda hundirse en esta amargura del alma, primero debe conocer y comprender la verdad con una claridad que no de lugar a ninguna duda.

Este cambio de corazón no llega de repente, sino viene a causa de un tipo de transgresión que continúa acechando en el alma que no tiene arrepentimiento, hasta el punto que el Espíritu Santo se retira, y es entonces que ese hombre queda en la oscuridad espiritual.

El pecado engendra pecado; la oscuridad crece hasta que el amor a la verdad se convierte en odio, y el amor de Dios es vencido por el perverso deseo de destruir todo lo que es justo y verdadero. De esta manera, Cristo es expuesto a la vergüenza y la blasfemia es exaltada”.

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Para los pocos que reciben las tinieblas de afuera como su hogar eterno, no recibirán paz ni un grado de gloria.

Ubicarlos en un hogar con la luz gloriosa de Dios sería, a su manera, un infierno. Por lo tanto, este lugar de oscuridad, desprovisto de la luz y la verdad de Dios, es un hogar misericordioso para ellos.

¿Los Santos de los Últimos Días creen en el Infierno? Sí. No como muchos se lo imaginan, pero sí.

Creemos que Cristo nos da todas las oportunidades para arrepentirnos y volver a Él.

Creemos que viviremos para siempre en el lugar al que nos corresponde porque es el lugar de nuestra elección.

Creemos que muy pocos elegirán las tinieblas de afuera porque han rechazado las muchas oportunidades de seguir a Cristo y Su gloria.

Creemos que hay diferentes tipos de infiernos para muchos hasta que estén listos para recibir la verdad y progresar, pero el infierno sin fin, sin la luz de Cristo, es solo para aquellos pocos que, para entonces, querrán estar lo más lejos posible de Su luz y verdad.

Fuente: LdsDaily

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