5 bendiciones que Dios te da cuando sirves como misionero

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De por sí, servir en una misión es una gran bendición.

Durante los 18 o 24 meses de servicio al Señor y tus semejantes, aprendes muchas habilidades que serán de gran ayuda para tu vida.

Adquieres habilidades que podrás utilizar en el trabajo, en tus relaciones interpersonales, en el matrimonio y en los desafíos.

En la misión no solo encuentras la oportunidad de desarrollarte espiritualmente sino también a nivel emocional y mental.

Estas son 5 bendiciones que recibes por servir en una misión:

1. Planificar mejor tu vida

misioneros estudiando predicad mi evangelio desde celular

En la misión aprendes a planificar tus actividades del día con anticipación y a escoger aquello que se alinea con tus propósitos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Esta es una lección que se encuentra en el capítulo 8 de “Predicad Mi Evangelio”, donde aprendes cómo usar tu tiempo sabiamente.

Como misionero o misionera planeas todas tus actividades la noche anterior.

Además, sabes y entiendes que has consagrado tu tiempo al servicio del Señor.

Por lo tanto, aprendes a no enfocarte en actividades que no se alinean con tus propósitos.

Entiendes que la salvación de muchas almas depende de tu capacidad personal para planificar y ejecutar planes.

Este principio que se aprende durante la misión, te ayuda mucho en la vida personal y profesional. Al saber planificar, vas a poder cumplir tus metas en todos los aspectos de tu vida.

2. Relacionarte mejor con los demás

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En la misión, conoces a todo tipo de personas que te ayudarán a desarrollar tus habilidades interpersonales. Imagen: La Iglesia de Jesucristo

Las experiencias en el campo misional te ayudan a mejorar tus relaciones con los que te rodean.

En la misión, te relacionas con personas de todos los niveles educativos y orígenes. Eso hace que aprendas a controlar tus emociones, desarrolles empatía, tengas más tacto al hablar de temas delicados, coloques las necesidades de otras personas como prioridad y veas la vida desde una perspectiva más amplia.

Como misionero o misionera desarrollas habilidades blandas que son atractivas para el mercado laboral. Estas habilidades también te van a ayudar cuando tengas una pareja, te cases y tengas hijos.

3. Conocer mejor al Salvador

mujer orando

En la misión podrás aprender a ver a tus semejantes como Cristo los ve. Imagen: Canva

Al cumplir tu propósito de invitar a todos a venir a Cristo, como misionero o misionera tienes la oportunidad de acercarte más al Salvador.

Asimismo, comienzas a empatizar más con los sentimientos que Jesucristo experimentó mientras estuvo aquí en la Tierra.

Además, a medida que aumentas tu amor por los hijos e hijas del Señor, llegas a comprender el amor que siente Él por ti.

Este conocimiento, que deja de ser teoría y se vuelve una realidad a través de las experiencias en el campo misional, trae un sentido de cercanía verdadera y única con nuestro Padre Celestial y su hijo, Jesucristo.

4. Recibir las bendiciones del templo

templo

En la misión podrás entender mejor el templo. Templo de Curitiba, Brasil. Foto: La Iglesia de Jesucristo

“Te rogamos, Padre Santo, que tus siervos salgan de esta casa armados con tu poder, y que tu nombre esté sobre ellos, y los rodee tu gloria, y tus ángeles los guarden”. (Doctrina y Convenios 109:22)

Cuando sirves en una misión, también recibes la bendición de realizar convenios en el templo.

En ese lugar sagrado aprendes más sobre el Padre Celestial y Jesucristo. Además, tienes la promesa de que al asistir al templo, podrás recibir la plenitud del Espíritu Santo.

Los convenios del templo son un escudo y una protección contra el sinfín de peligros que enfrentas en la vida cotidiana.

Asimismo, fortaleces tu testimonio del Plan de Salvación.

5. Estudiar las escrituras de manera más eficaz 

mujeres leyendo las Escrituras

En la misión, aprenderás a estudiar las escrituras y encontrar respuesta a tus dudas. Imagen: La Iglesia de Jesucristo

El capítulo 2 de “Predicad Mi Evangelio” contiene numerosas sugerencias sobre cómo estudiar las escrituras con eficacia.

Esta sección también establece que el estudio eficaz de las escrituras siempre comienza con una oración, ya que te preparas para aprender por el Espíritu Santo.

El enfoque que le das a las escrituras cuando estás en el campo misional es diferente porque cuando lees el texto, comienzas a buscar respuestas que pueden bendecir la vida de los demás.

En cada una de las lecciones que se desarrollan a lo largo del día, tienes la oportunidad de poner en práctica lo que aprendiste.

Durante toda la misión esto sucede de forma dinámica y las lecciones que enseñas a los investigadores se vuelven parte de tu vida.

Si estás pensando en servir en una misión, ¡no lo dudes más! Como ves te esperan grandes bendiciones, no las dejes pasar.

Si serviste en una misión, ¿qué bendiciones recibiste por tu servicio? ¡Cuéntanos en los comentarios!

*Portada: Foto de Ravell Call, Deseret News

Fuente: Mais Fe

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