Matrimonio eterno: 6 principios para un matrimonio unido según las Escrituras

Dios desea ver nuestros matrimonios unidos. Así que, sin duda, estos seis principios de las Escrituras te ayudarán a lograrlo.

Lee estos principios con tu pareja y oren juntos para que Dios les ayude a experimentarlos.

1. En un matrimonio unido ambos progresan: Efesios 4:15 

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“Sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo”.

Un matrimonio unido está conformado por individuos que no dejan de crecer y cada día se vuelven más como Cristo.

Si deseas que tu matrimonio prospere, enfóquense en Cristo y Su evangelio.

2. En un matrimonio unido no existe el orgullo: Efesios 4: 17 – 18 

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“Esto, pues, digo y testifico en el Señor, que no andéis más como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón”.

En un matrimonio unido no hay orgullo en el corazón, la felicidad de tu cónyuge es la tuya y siempre procuras su bien.

“…el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece…” (1 Corintios 13: 4)

3. En un matrimonio unido no existe el “yo soy así”: Efesios 4: 22 – 24 

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“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre que es creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.

En un matrimonio unido no existe el “soy así y no voy a cambiar”; cada uno es renovado constantemente.

Dios nos ha regalado la oportunidad de cambiar nuestra vida cada día. Puedes convertir tus debilidades en fortaleza y más si es por tu matrimonio.

4. En un matrimonio unido no hay mentiras: Efesios 4: 25 – 31

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“Por lo cual, dejando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que dar al que padece necesidad.

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Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes.

Y no contristéis al Santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y maledicencia y toda malicia”.

En un matrimonio unido no hay mentiras, amargura, ira, gritos y palabras ofensivas. Hay bondad, misericordia y perdón.

5. En un matrimonio unido se procura el Evangelio: Efesios 5: 1 – 2

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“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor grato”.

Un matrimonio unido imita a Jesús y desarrolla su relación en base al amor, que es vínculo perfecto.

“Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, que es el vínculo de la perfección”. (Colosenses 3: 14)

6. En un matrimonio unido se procura la felicidad mutua: Efesios 5: 21 – 33

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“Someteos los unos a los otros en el temor de Dios.

Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.

Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el salvador del cuerpo.

Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

matrimonio casarse

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Así también los maridos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama.

Porque ninguno aborreció jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su esposa, y los dos serán una sola carne.

Grande es este misterio, pero yo digo esto con respecto a Cristo y a la iglesia.

Por tanto, cada uno de vosotros ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa respete a su marido”.

En un matrimonio unido ambos cónyuges se esfuerzan para hacerse felices y aceptan la guía de Dios para tener una relación plena y eterna.

¿Qué otra escritura te ayuda en tu matrimonio?

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