Cuando los ángeles comparten sus sentimientos desde el otro lado del velo

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Los ángeles tienen sentimientos de asombro, amor, gozo, urgencia e incluso desesperación. De vez en cuando, y en circunstancias muy enternecedoras, pueden compartir sus anhelos y sentimientos con nosotros.

Una de las formas más significativas de sentir la profunda emoción de los ángeles es cuando hacemos la obra del templo por ellos.

Expresiones de alegría

“Armies of Heaven” por Emily Shay

Karl Murphy compartió una experiencia especial que tuvo en una conferencia de estaca hace algunos años. Él había llevado los nombres de los familiares que su esposa Patty había encontrado al templo.

Mientras estaba arrodillado ante el altar en la Sala de Sellamientos haciendo la obra por uno de estos nombres, de repente escuchó “gritos de alegría” de los abuelos de Patty.

¡Estaban gritando de alegría! Estaban felices y llenos de júbilo debido a las elecciones que habían hecho y por saber de quién habían recibido esa ayuda en este lado del velo.

Un sentimiento de urgencia

“She will find what is lost” por Brian Kershisnik

Ann Laemmlen Lewis compartió que sintió la “presión de parte de aquellos del otro lado del velo que habían vivido en un pequeño pueblo en el sur de Alemania” con el fin de que hiciera la obra vicaria por ellos. Ella había sido una de las pocas personas en leer sus antiguos registros. Ella compartió:

“Cuando me encuentro muy enfocada en la historia familiar, me siento “obligada” (esa es la palabra que me sigue viniendo a la mente) a ayudarlos. ¡Es un sentimiento de URGENCIA absoluta, uno que requiere toda mi atención!

Es como si estuviera sola en una habitación con la puerta cerrada, pero al otro lado de la puerta hay miles de personas tratando de acercarse a ella a como de lugar.

[La historia familiar] es como tomar una llave, quitarle el seguro y abrir la puerta lo suficiente como para que todos los que están del otro lado tiren y empujen con todas sus fuerzas con el fin de atravesar la puerta hacia donde estoy porque saben que al fin se abrirá la senda para ellos”.

Hasta la fecha, Ann ha encontrado más de 18,000 nombres. Ella puede sentir el alivio y gozo de estas personas cuando hace la obra.

Un sentimiento bastante común

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Imagen: Shutterstock

La hermana Wendy Nelson enseñó:

“Aquellos al otro lado están ansiosos, no, en realidad están desesperados, por recibir sus ordenanzas de salvación y exaltación. Saben cuándo y dónde se harán las ordenanzas por ellos”.

Si prestamos atención, habrá momentos donde podremos sentir sus sentimientos y emociones.

Sherryl compartió que se sintió “impulsada” a hacer lo que deseaba su abuela fallecida. Ella escribió:

“Había esperado poder hacer la obra vicaria por mi familia después de recibir mis investiduras desde el 17 de agosto de 2019. Una de mis bisabuelas fue una persona muy especial para mí porque me parezco a ella. La obra por mi bisabuelo estaba hecha, pero no la de ella, así que me preparé y fui al templo.

Solo iba a bautizarme por ella, pero sentí una presencia que me mantuvo en el templo. Me quedé y completé toda la obra por ella ese mismo día. ¡Sabía que [mi abuela] no me dejaría irme sin terminar la obra por ella! Más tarde, me senté en mi auto y reí y lloré al mismo tiempo. Estaba tan feliz de haber podido ayudarla”.

Sherryl pudo sentir el fuerte deseo que tenía su bisabuela aun desde del otro lado del velo.

No podía dejar de llorar

Annie Henrie Nader

Cynthia Abbott compartió el sentimiento especial que tuvo en el templo. Ella expresó:

“Nunca olvidaré el día que hice la obra por mi tatarabuela, Louisa Currin, quien se casó con mi tatarabuelo David West… Cuando comencé la obra de Louisa, ¡de repente me inundaron las lágrimas! Fue muy inesperado pero significativo…

Esa fue la única vez que realmente sentí que el espíritu de un ser querido estaba usando mi cuerpo como un medio para expresar su gozo.

Curiosamente, cuando terminé y pasé al siguiente familiar, mi llanto cesó… Cuando mi amigo y yo sellamos a David y Louisa, las lágrimas regresaron repentinamente en ese sellamiento, lo suficiente como para que el sellador se diera cuenta y nos diera tiempo para recuperarnos, incluso mi amigo estaba llorando”.

El presidente Harold B. Lee enseñó:

“Si nuestros ojos pudieran ser abiertos, podríamos ver a aquellos que se han ido de nuestro lado…podríamos verlos… tenemos oídos, oídos espirituales y ojos espirituales… Si una persona fallecida acudiera a nosotros… Sentiríamos una fuerte impresión… ¿De dónde proviene? Proviene de los espíritus de aquellos a quienes estamos sellados”.

Nuestros familiares fallecidos al otro lado del velo están ansiosos por comunicarnos sus deseos, sentimientos y gratitud. La obra por ellos es una obra que aguardan con ansias.

¿Puedes sentirlos?

Templo de Pocatello. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Jan Emery compartió una experiencia que tuvo en el templo con un familiar fallecido. Él escribió:

“¡Qué momento tan increíble! Al caminar y entrar en el templo, ¡me resultó difícil creer que estaba en el Templo de Salt Lake! Un momento que nunca había imaginado. Esa experiencia fue la más espiritual de todas…

Nos entregaron nuestra ropa para los bautismos y tan pronto como me la dieron, fue como si mi alma entrara en una dimensión diferente y comencé a llorar. ¡No podía dejar de sentir los Espíritus de mi familia, estaban allí!

El obrero en la pila bautismal me dijo cuando estaba a punto de entrar al agua: “Ellos están aquí, puedes sentir su presencia, ¿verdad?”.

“Yo, mientras sollozaba en silencio, respondí: “Sí, puedo sentirlas”

Los ángeles tienen grandes sentimientos de asombro, amor, gozo, urgencia e incluso desesperación. Seamos participes de esta gran obra, y tal vez, si estamos atentos, podamos sentir los sentimientos que tratan de compartir con nosotros.

Fuente: Meridian Magazine

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