Cuando esperas casarte con una persona perfecta, aunque tú no lo eres

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Cuando nos casamos, tenemos muchas expectativas de cómo será nuestro matrimonio. 

Esperamos que nos brinde una amistad duradera, un romance vivaz y hermosos hijos obedientes.

Asumimos que nuestro matrimonio nos dará un sentido continuo de realización y plena felicidad. 

Anticipamos que nuestro futuro tendrá metas compartidas y un nivel de aceptación, respeto y conexión que solo encontramos con nuestra “alma gemela”.

matrimonio

Cuando nos casamos, tenemos muchas expectativas de cómo será nuestro matrimonio. Imagen: iStockPhotos

En la vida, sin embargo, descubrimos que nuestras expectativas idealizadas generalmente no se adecúan a la realidad.

La mayoría de las parejas que parecían estar de acuerdo en todo durante el noviazgo se sorprenden al descubrir que son muy diferentes en temas fundamentales después de casarse. Afrontan situaciones económicas de manera distinta, hasta su visión del tiempo y muestras cd afecto es diferente. 

Estas pequeñas diferencias pueden convertirse en resentimientos que se arraigan por años en el corazón del cónyuge e incluso pueden poner fin a la relación.

familia tóxica

Estos sentimientos realmente lastiman una relación hasta el punto de acabarla. Imagen: Shutterstock

Este despertar, por así decirlo, nos revela que la persona que era perfecta para nosotros durante el noviazgo tiene defectos, al igual que nosotros, e incluso puede resultar molesta en ocasiones. 

En lugar de que el matrimonio nos proporcione un “alma gemela” perfecta, nos encontramos en momentos en los que nos cuesta sentir afecto, conexión y apoyo, abunda el aburrimiento y los malentendidos.

Estos sentimientos realmente lastiman una relación hasta el punto de acabarla.

El mayor ejemplo

arte de jesús

Art por Hany Rady

Me temo que a menudo no comprendemos a Dios y Sus propósitos. Dios diseñó el matrimonio para que fuera tanto educativo como recreativo. La máxima directriz de Jesús fue que nos amemos unos a otros y que el matrimonio está destinado a ser nuestra “escuela del amor”.  

En el compañerismo matrimonial, se nos invita a convertirnos en mejores discípulos al aprender compasión, servicio, perdón y a centrarnos en las necesidades de otra persona en lugar de simplemente centrarnos en nosotros mismos. 

Dios tiene la intención de que el matrimonio nos prepare para la exaltación. Nos ofrece el matrimonio como un medio para recibir bendiciones tanto aquí como en la eternidad.

Sería bueno que al comenzar un matrimonio podamos decir: “Padre Celestial, espero que me ayudes a ser una persona más amable, compasiva y menos egoísta”.

exito en el matrimonio

El matrimonio nos prepara para la exaltación. Imagen: Unsplash

Ese es el propósito de Dios.

Dios no nos pide crear expectativas en alcanzables o pensar en situaciones perfectas que sabemos no existen debido a que no hay tal cosa como personas perfectas, solo están aquellas que buscan mejorar día a día.

Entonces, en lugar de crear listas sobre todo lo que esperamos y que a veces ni siquiera somos, debemos trabajar juntos en lo que podemos llegar hacer. 

Trabajar en nuestro potencial significa abordar nuestras debilidades, no sólo de manera personal si no como pareja. Este debe ser un objetivo muto porque ambos en amor son ahora uno a los ojos del Señor.

Es necesario cambiar porque no solo nuestras expectativas para el matrimonio están mal infundadas, sino que cuando la relación encuentra obstáculos, nuestras soluciones también tienden a ser poco juiciosas. 

Exceptiva vs. Realidad

lentes y vision borrosa

Escucha activamente a tu pareja y demuéstrale empatía. Imagen: Canva

Entonces, antes de idealizar a nuestro futuro cónyuge o la vida matrimonial, veamos las cosas tal como son, hablemos de nuestras debilidades y fortalezas a fin de edificar lazos que en verdad duren para siempre.

 Para esto, me gustaría agregar dos consejos:

1. Comunícate abierta y sinceramente 

pareja tomada de la mano

Escucha activamente a tu pareja y demuestra empatía. Imagen: Canva

Esta comunicación efectiva es fundamental en un matrimonio saludable y puedes practicarla desde el noviazgo. 

Asegúrate de expresar tus pensamientos, sentimientos y necesidades de manera clara y respetuosa. Escucha activamente a tu pareja y demuestra empatía. 

La disposición a compartir y sinceridad en la comunicación fortalecerán la conexión entre ustedes y ayudarán a resolver conflictos de manera constructiva.

2. Cultiva la gratitud y la apreciación

Expresa siempre agradecimiento por las cosas que hace tu pareja. Imagen: Ana D. Morales

En lugar de enfocarte únicamente en las deficiencias o aspectos negativos de tu pareja, practica la gratitud y la apreciación por las cualidades y acciones positivas que tiene. 

Expresa tu agradecimiento por las cosas que hace y reconoce sus esfuerzos. Esto ayudará a crear un ambiente de apoyo mutuo y fortalecerá el vínculo emocional en el matrimonio.

El verdadero amor no es egoísta

pareja sosteniendo una rosa

Un matrimonio eterno necesita de cuidado, muestras de afecto y caridad. Imagen: Canva

Recuerda que el matrimonio requiere trabajo constante y compromiso de ambas partes. Con paciencia, comprensión y amor, pueden superar los desafíos y construir una relación sólida y satisfactoria. 

El matrimonio no es solo una ceremonia, es mucho más que eso. Es un convenio sagrado entre un hombre y una mujer ante Dios y, para que pueda perdurar, necesita de cuidado, muestras de afecto y caridad.

Fuente: Meridian Magazine

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