Pregunta
¿Puede alguien afirmar que exista algún juicio que sea “final” cuando se nos enseña la doctrina de la “Expiación infinita” en el templo, las Escrituras y por revelación?
El infinito literalmente debe abarcar todas las eventualidades pasadas, presentes y futuras, y así permitir el arrepentimiento, por parte de cualquiera que desee utilizarlo.
¿Y, por lo tanto, podemos decir alguna vez que la progresión de un reino a otro no es posible sin negar la expiación infinita?
Respuesta
Todos disfrutamos del arrepentimiento. Imagen: Shutterstock
La respuesta a tu pregunta es sí, sin embargo, entiendo porqué sugieres esto. Hay un juicio final (como se enseña en las Escrituras), mientras que también se enseña sobre la Expiación de Cristo, la cual es una expiación infinita.
Esto también concuerda con la idea de que no hay progreso entre reinos. De lo contrario, podríamos pensar que podemos arrepentirnos en el último momento y vivir como queramos sin consecuencias.
El Señor y el Padre siempre son uno mismo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Hay algunas escrituras que muestran un juicio “final” o algún tipo de juicio final que el Señor mismo puede hacer, que el Padre haría porque son uno. Revisemos estos versículos de Doctrina y Convenios 131:4:
“Podrá entrar en el otro, pero ese es el límite de su reino; no puede tener aumento”.
Sino podemos tener “aumento”, ¿entonces podemos “progresar” de un estado/cuerpo a otro?
La Expiación de Jesucristo es una expiación infinita. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Veamos el siguiente versículo de las escrituras en Doctrina y Convenios 64:10:
“Yo, el Señor, perdonaré a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres”.
Esta escritura enseña que el Señor perdonará a quien quiera hacerlo, incluso con una expiación infinita.
El Señor perdonará a quien quiera hacerlo. Imagen: Canva
La escritura enseña que el Señor perdonará a quien quiera perdonar, incluso con una expiación infinita.
En Doctrina y Convenios 45:3-5 enseña lo siguiente:
“Escuchad al que es vuestro intercesor con el Padre, que aboga por vuestra causa ante él,
diciendo: Padre, ve los padecimientos y la muerte de aquel que no pecó, en quien te complaciste; ve la sangre de tu Hijo que fue derramada, la sangre de aquel que diste para que tú mismo fueses glorificado;
por tanto, Padre, perdona a estos mis hermanos que creen en mi nombre, para que vengan a mí y tengan vida sempiterna”
Aquellos que no lo aceptaron y no lo recibieron no lo podrán disfrutar. Imagen: Canva
Esta escritura muestra claramente al Señor abogando ante el Padre en nombre de su expiación (su sangre, su sufrimiento y su ser sin pecado) para aquellos que se arrepintieron.
Él les dice a aquellos que mantuvieron su segundo estado, que pueden venir a Él y tener vida eterna. Aquellos que no lo aceptaron y no lo recibieron no lo podrán disfrutar.
La Expiación de Jesucristo es una expiación infinita para aquellos que amaron al Señor en esta vida. Cubrirá todos sus pecados pasados, presentes y futuros. Se nos enseña que la perfección a través de Cristo continuará en las eternidades.
“Jesus Blesses the Nephite Children” por Robert T. Barrett
Para aquellos que eligen no aceptar la Expiación de Jesucristo, entonces los fines de la ley tomarán su contabilidad.
Si lo que estás especificando es verdad, entonces estos versículos de las escrituras y todo el concepto de que este es el momento de arrepentirse y prepararse para encontrarse con Dios se vuelve obsoleto. 2 Nefi 28:7-8 y Alma 34:32:
“Sí, y habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos, porque mañana moriremos; y nos irá bien.
Y también habrá muchos que dirán: Comed, bebed y divertíos; no obstante, temed a Dios, pues él justificará la comisión de unos cuantos pecados; sí, mentid un poco, aprovechaos de alguno por causa de sus palabras, tended trampa a vuestro prójimo; en esto no hay mal; y haced todas estas cosas, porque mañana moriremos; y si es que somos culpables, Dios nos dará algunos azotes, y al fin nos salvaremos en el reino de Dios”.
Siguiente versículo:
“Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejecutar su obra”.
Fuente: Ask Gramps
