¿Por qué los Santos de los Últimos Días no tienen relaciones sexuales antes de casarse?

ley de castidad matrimonio

La Ley de Castidad para los Santos de los Últimos Días es la ley de Dios sobre la pureza sexual. Al bautizarse, los miembros de la Iglesia de Jesucristo se comprometen a esforzarse por obedecer esta ley a lo largo de su vida.

También hacemos convenios, promesas con Dios, en nuestros templos para guardar este mandamiento.

En este artículo, hablaremos sobre lo que significa la Ley de Castidad y por qué es tan importante para los Santos de los Últimos Días.

La razón detrás de la Ley de Castidad

pareja mirándose futuro conyuge

La razón detrás de la Ley de Castidad. Imagen: Canva

Está bien, antes de entrar en el “qué” de la ley de castidad, hablaremos del “por qué”.

Primero, todos somos hijos e hijas espirituales de un Padre Celestial y una Madre Celestial que nos aman. Debido a que quieren lo mejor para nosotros, han establecido un plan que nos ayudará a ser más como Ellos.

Como Dios tiene un cuerpo físico, parte de Su plan involucra que Sus hijos e hijas espirituales nazcan en la Tierra para que también obtengan un cuerpo físico que un día, después de esta vida, se perfeccionará y convertirá en inmortal, como el cuerpo de Dios.

bebé dormido con un osito

Ese concepto no debería ser algo que nos sorpresa. Imagen: Canva

Sobre esto, el presidente Jeffrey R. Holland enseñó:

Un aspecto de esa divinidad que se da virtualmente a todos los hombres y a todas las mujeres es el uso de Su poder para crear un cuerpo humano…

 

La creación es Su lema, especialmente la creación humana, la creación a Su imagen. A ustedes y a mi se nos ha dado una porción de esa santidad, pero bajo las mas serias y sagradas de las restricciones.

 

El único control que se nos ha impuesto es el dominio de nosotros mismos: el autodominio que nace del respeto por el divino poder sacramental que ese don representa”.

De acuerdo con esta cita, Dios nos ha dado el poder y el permiso para participar en este plan al crear cuerpos mortales físicos para Sus hijos espirituales.

Dios compartió con nosotros una parte de Sus poderes a través de la procreación. Debido a que este poder es Suyo, es sagrado y solo debe usarse como Él lo indica.

Ese concepto no debería ser algo que nos sorpresa. El poder, el permiso y la autoridad para hacer casi cualquier cosa en la vida vienen con limitaciones.

El poder para procrear

pareja

Cuando abusan del poder que se les ha otorgado, hay un problema. Imagen: Canva

Los policías, los maestros de la escuela y los pilotos de aerolíneas tienen el poder y la autoridad para realizar ciertas cosas bajo ciertas condiciones. Cuando abusan del poder que se les ha otorgado, se crea un problema.

En el caso de un piloto, volar un avión lleno de pasajeros con destino a Miami es totalmente apropiado cuando está en el itinerario aprobado; de lo contrario, es un secuestro.

Dios nos ha dado poderes para procreación, por lo tanto deben usarse y no abusarse.

“La ley de castidad establece que Dios aprueba la actividad sexual únicamente entre un hombre y una mujer que están casados”. – Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones

Una expresión de amor y fidelidad

El amor verdadero dura para siempre. Foto: Pinterest, Savanna Richardson

Esta ley también exige fidelidad y lealtad total al cónyuge en el matrimonio.

La actividad sexual dentro del matrimonio tiene dos propósitos: el primero, tener hijos, y el segundo, expresar de amor entre cónyuges.

La intimidad sexual es buena y ordenada por Dios cuando se realiza dentro de los límites de la ley de castidad.

Los sentimientos sexuales son una parte importante del plan de Dios para crear matrimonios felices y familias eternas. Esos sentimientos no son pecaminosos, son sagrados. Debido a que los sentimientos sexuales son tan sagrados y tan poderosos, Dios te ha dado Su ley de castidad para prepararte para utilizar esos sentimientos como Él desea”. – Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones

Es decir, en una relación matrimonial legal y comprometida.

Al guardar la ley de castidad, mostramos nuestro respeto por Dios, por Su poder, por Su plan, por nuestro propio cuerpo, por el cuerpo de los demás y por los hijos de Dios que traemos a este mundo.

¿Cuáles son los límites de la Ley de Castidad?

manoscon flor

¿Cómo sabemos que hemos cruzado los límites? Imagen: Canva

Ahora bien, inevitablemente nos encontramos con la pregunta: más allá del acto sexual con alguien con quien no estamos casados, ¿qué “cuenta” exactamente como una actividad sexual extramarital inapropiada?, ¿cómo sabemos que hemos cruzado los límites?

Así como hay innumerables formas y escenarios en los que un policía puede abusar de su poder, hay innumerables maneras en que alguien puede cruzar los límites de la Ley de Castidad.

Sería imposible para la Iglesia enumerar todas esas formas, pero los líderes nos han dado algunas pautas para ayudarnos a tomar buenas decisiones.

“Mantén el sexo y los sentimientos sexuales como algo sagrado. No deben ser tema de chistes ni de entretenimiento. Fuera de una relación de matrimonio entre un hombre y una mujer, es incorrecto tocar las partes privadas y sagradas del cuerpo de otra persona, incluso si es por encima de la ropa.

 

En tus decisiones sobre lo que haces, miras, lees, escuchas, piensas, publicas o escribes en los mensajes de texto, evita cualquier cosa que despierte emociones lujuriosas en otras personas o en ti mismo, de manera intencional. Esto incluye cualquier forma de pornografía.

 

Si descubres que ciertas situaciones o actividades hacen que las tentaciones sean más fuertes, evítalas. Tú sabes cuáles son esas situaciones y actividades, y si no estás seguro, el Espíritu, tus padres y tus líderes pueden ayudarte a saber”. Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones

¿Quebrantar la Ley de Castidad?

hombre llorando

Todo pecado sigue siendo pecado, pero no todo está perdido. Imagen: Canva

En las últimas décadas, algunos líderes han comparado la gravedad del pecado sexual con el derramamiento de sangre inocente.

Esto proviene en gran parte de Alma 39 en el Libro de Mormón, donde Alma reprende a su hijo por abandonar su misión para perseguir a una prostituta.

Existen otras interpretaciones válidas para este capítulo, como se analiza en este artículo de la Brigham Young University, pero para pecados sexuales particularmente graves.

Dicho esto, no todos los pecados sexuales son iguales o tienen la misma magnitud.

mujer llorando en su cuarto

Existen casos donde el pecado es de mayor gravedad. Imagen: Canva

Esto se refleja en el manual de la Iglesia, las violaciones especialmente atroces de la ley de castidad requieren absolutamente un consejo disciplinario, que muy bien podría resultar en la revocación de su membresía en la Iglesia.

  • El asesinato
  • La violación
  • La condena por agresión sexual
  • El abuso o maltrato de menores de edad
  • El abuso o maltrato de un cónyuge o de otro adulto (tal como se describe en 38.6.2.4)
  • El comportamiento depredador (violento, sexual o de estafa)
  • El incesto
  • La pornografía infantil (tal como se describe en 38.6.6)
  • El matrimonio plural
  • Un pecado grave mientras se ocupa un cargo prominente en la Iglesia
  • La mayoría de las condenas por delitos

Para otros tipos de pecados sexuales, un consejo disciplinario puede ser opcional, y para otras violaciones, no es necesario un consejo disciplinario en absoluto (para saber más puedes leer la Sección 32.6 del Manual General).

Esto no quiere decir que los pecados sexuales de menor gravedad de alguna manera estén bien. No lo están. Todo pecado sigue siendo pecado.

Esperanza para el que se arrepiente

pareja caminando por la playa

El arrepentimiento sincero implica un cambio de corazón. Imagen: Canva

Curiosamente, la interpretación tradicional de Alma 39 se eliminó de la versión más reciente del folleto “Para la Fortaleza de la Juventud”.

Por otro lado, también quiero enfatizar que la ley de castidad no se trata solo de hacer o no hacer ciertas cosas, sino de ser y convertirse en una persona casta. Se trata de cambiar nuestro corazón hasta que, como describe Alma 13, la sola idea del pecado se vuelva aborrecible para nosotros.

Una persona puede cambiar su comportamiento sin cambiar de verdad, pero el arrepentimiento sincero implica un cambio de corazón. Es ahí donde tratamos la causa subyacente de algo en lugar de solo los síntomas.

Para hacer esos cambios, necesitamos recurrir a nuestro médico divino, Jesucristo. A través de Él, el arrepentimiento es posible.

En las palabras del rey Benjamín, el alivio está disponible para la persona que “se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor”.

Fuente: Saints Unscripted

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